VI

205 20 7
                                    

(Pov. Naiko)
Me gustaba el Nico, hace mucho que lo hacía y hace mucho que todos lo habían notado a excepción del Nico y el Jaime por supuesto.
Después de que el Nico había desaparecido por unos cuantos minutos de lo que era el carrete volvió distinto, más desanimado y en sus ojos se podía notar que no estaba tan alegre como lo estaba antes.

-¿Estas bien? -dije cerca de su oído para que pudiera escucharme a través de la musica en alto volumen.

-Si, estoy mejor que nunca -contesto mientras se empinaba una botella de vodka.

-Estai tomando mucho hueon, para -grite mientras lo obligaba a separar la botella de sus labios.

Me miro de mala manera.

-Wena po mamá, dejame tomar tranquilo ya estoy grande.

El Edgar noto que el Nico se estaba pasando de la raya y al ver que no me hacía caso se acercó.

-Hacele caso a este hueon oh, estai pal hoyo.

Los ojos de Nicolás no estaba puesto en ninguno de los dos si no que estaban perdidos en la zona donde los cabros bailaban hueando, donde estaba el Jaime con su polola bailando cariñosamente.
Sus ojos se llenaron de pronto de lágrimas.

-Paso algo con ese culiao de nuevo ¿verda? -dijo un Edgar enojado como nunca había visto.

Nicolás se limpio con brusquedad los ojos y empinó de nuevo la botella sobre su boca dejando que el resto de liquido que contenía se deslizara por su garganta.

-¿Que podría pasar? -dijo con una sonrisa ironica- Nada Edgar, nunca pasó ni va a pasar nada.

-A mi no me engañai culiao... Y para de tomar -grito mientras le quitaba la nueva botella que había adquirido.

El Jaime corto la musica y se acerco a nosotros, yo estaba en silencio procesando la discusión que estaba presenciando.

-¿Que huea? -dijo un Jaime molesto.

-No sé po Jaime, dime tu que paso -dijo Edgar.

El Jaime apretó los labios con fuerza.

-Ya callense -dijo el Nico- gritan demasiado los culiao, me quiero ir a dormir.

Dijo tambaleándose, al dar un paso perdió el equilibrio por lo que lo sujeté.

-Yo lo llevo a dormir -dijo el Jaime- que se quede en mi pieza.

Después de haber escuchado todas estas conversaciones sin sentido ate cabos sueltos.

-Ni cagando -dije- se va conmigo en el auto, se va a quedar en mi casa.

El Jaime me lanzo una mirada de molestia y pude notar como contenía su enojo por el solo hecho de que estuviera su polola presente.
Con ayuda del Edgar subí al Nico a mi auto y me lo lleve a mi casa.

-¿Qué huea paso ahí? -dije dirigiéndome al ruliento.

-No te puedo contar.

-¿Voh creí que no sé que el Nico tiene algo con en el Jaime?

-Ese es el problema Naiko, no hay nada entre ellos, se han comido unas cuantas veces y era, el problema es que el Nico le empezó a gustar y ahí empezó el problema.

Un dolor punzante se presento en mi estomago al confirmar mis sospechas.

-Estoy seguro que algo paso hoy día por algo está así este hueon.

-Jaime culiao, quizás que le dijo...con lo hiriente que es ese hueon.

-Y con el Nico es peor, no lo dudo -dijo un Edgar lleno de pesar- Dejame en mi casa hueon, el Nico esta contigo asi que yo no me preocupo.

¿Y si doy un besito? ~JAINICO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora