La hija del diablo

Día 2

Cada vez que iban avanzando por el camino hacia mas frío. El día anterior, al hacerse de noche, se fueron otra vez al carruaje y se pusieron en marcha. Catherine no se había resistido ya que no sabía donde estaba, pero una cosa si sabía: tenía que escapar de allí cuanto antes.
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El ruido que hacían las gotas de lluvia al caer en el techo del carruaje, despertó a Catherine. Seguía atada e incómoda ya que dormía en una tabla de madera "Como ha cambiado mi vida..." Pensó mientras miraba por la pequeña ventana que tenía el carruaje. Más tarde, el carruaje se paró con un movimiento brusco, y entonces abrieron sus puertas y la sacaron.
Fuera hacía mucho frío, las nubes tapaban el sol y la lluvia caía sobre su vestido. A lo lejos se veía una pequeña posada, entonces supo que era el momento oportuno para salir, llevaba tiempo pensando como escapar de allí, pero no se le había ocurrido nada, la única opción era correr cuando estuvieran despistados.
Más tarde, cuando salieron de la posada recién comidos, volvieron al carruaje para retomar el camino. Al llegar, la mujer le dijo:
- Toma esta capa y póntela. Así no tendrás frío.
- No puedo ponérmela si estoy atada. Dijo Catherine.
- Te desataremos.
Entonces supo que ese era el momento que había estado esperando. Cuando le quitaron las cuerdas y le pusieron la capa, salió corriendo.
Nunca antes había corrido tanto en su vida, a medida que iba corriendo pensaba que no la pillarían porque era gente mayor y no tenía tanta agilidad como ella. Además, iban detrás a una larga distancia. De repente, la capa se ató en un árbol y se tuvo que parar, no podía desatar aquel nudo que se había formado en tan poco tiempo y cada vez ellos estaban mas cerca, y más cerca... Peter la cogió de un brazo y  le pegó con un palo en la cabeza.
De pronto, todo se volvió oscuro.