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-Mierda- murmuró intentando abrir los ojos, mientras tocó mi cabeza que duele mucho-

Cuando tengo los ojos un poco abiertos intento ver a mi alrededor, pero mi vista es un poco borrosa, por lo cual no logro distinguir nada, sólo se que estoy en una habitación, que no es la mía, porque las paredes son rojas, y con una ventana grande a un lado... Por alguna extraña razón.

Esa habitación se me hace conocida.

¿Donde estoy? ¡Como me duele la maldita cabeza! Vamos Anne, recupérate tienes que salir de aquí. Mi cuerpo tembló cuando escuche una puerta abrirse. Unos pasos se acercaron a mi... Intente ver aquella silueta masculina, se quien es...

Y no se que sentir en realidad.

Siento alivio, por que sea el y no un desconocido, y supongo que esta es su habitación, así que me alegra que mi casa este a unos pasos. Pero miedo... Miedo a que me haga daño, miedo a el pasado que se volverá presente, miedo a...

Él

Mi vista estaba mejorando, ya no veía tan borroso, y me sentía mejor. Eso es bueno, necesito las fuerzas para salir corriendo. Deja una charola con cosas que no distingo a esta distancia. Se acerca a pasos rápidos, que hacen mi corazón lata rápido... esta de cuclillas a lado de la cama, por lo que estamos cara, y muy cerca, por mi yo me hubiera movido, pero no tengo fuerzas ni para eso.

Estoy perdida, o talvez a salvo.

-Hola, Anne- me susurra ronco, pero suave, su voz, es tan diferente a como la recuerdo, sus aliento a menta, y sus dientes como perlas- Te extrañe, y mucho, Anne.- dice mientras acerca su mano a mi mejilla, con delicadeza, pero yo detengo su mano, levantandola un poco tomando su muñeca-

El mira nuestras manos, que están raramente unidas por así decirlo. El mueve su mano, juntandola con la mía, y acariciándola suavemente, mirándola detalladamente, y con... ¿Cariño?.

Quizás... Sólo quizá... Erick... Pudo cambiar todo esté tiempo. Viendo sus errores y madurar. Queriendo cambiar y poder así que volvamos a ser amigos... O algo más. Pero no debo decir cosas que, lo mas probable no sean ciertas.

-¿D-Donde estoy?- murmure con voz seca y ronca-

-Ten, toma agua - me pasó el vaso de agua que se encontraba en la bandeja-

-N-No, quiero irme. Ahora- Exigí asustada y nerviosa-

Su rostro mostró enojó, es igual como lo recordaba. Pero aún peor. La vena de su cuello se hizo presente. Se levantó y tiro el vaso de agua hacia la pared, haciendo que este se rompiera y un ruido agudo se escuchó.

-¡NO! ¡No te vas a ir!- me gritó, enojado, inmediatamente me levanté de la cama-

Mi piernas temblaron un poco, pero logré quedarme de pie, corrí hacia la puerta pero, obviamente el me lo impidió, tomándome de la cintura, me puso en su hombro, tomo mi piernas con fuerza para que dejara de patalear. Ante eso, comencé a pegarle con mi puños en su espalda, pero no sirvió de mucho, ya que para el son como cosquillas.

Me volvió a recostar en la cama, y no puedo decir que de la forma menos brusca, ya que casi me lanzo a esta, haciéndome rebotar. Al segundo, el se me subió encima, dejando de mi cintura para abajo inmóvil. Me movía frenéticamente para que me soltara, pero lo veía muy lejano. Sujeto mis manos sobre mi cabeza.

-¡Suéltame! ¡AYUDA! ¡AYUDA!- grite a todo pulmón, hasta la garganta dolió-

Su mano se dirigió a mi boca, tapandola y así dejándome sin poder hablar.

-Anne- murmuró, mirándome a los ojos, por lo que me hizo sentir inferior- Quiero que te tranquilices, vamos a hablar, no me interesa que no quieras. Es una orden - dijo serio-

-¡Quiero irme! ¡Dejame! ¡Que me sueltes, maldito, idiota, imbécil!- le grité mientras lágrimas brotaban de mis ojos- ¡No me toques! ¡Te odio!- apretó más fuerte mis muñecas, gemí de dolor- Me lastimas...- murmure-

-Escúchame Anne, te salve de ser violada y asesinada por esos idiotas, así que merezco algo, ¿No crees? Fui tu héroe, así que deja de actuar como una estúpida loca. Ahora, no me interesa si quieras o no, vamos a hablar, y te callas- dijo frío, yo lo mire con terror, y confundida - Voy a soltarte, no intente nada Anne. Sabes las consecuencias-

Mi cuerpo comenzó a temblar más, estaba asustada, pero también me alegra que aún quiera arreglar las cosas después de estos años.

Quizás todavía me quiere, o aprendió a hacerlo hasta ahora.

Su agarre se aflojó, y sus dedos se desplegaron de mi piel, cuando me vio "más tranquila" dejo caer sus manos a sus rodillas, mientras suspiraba y cerraba los ojos un momento. Se veía aliviado, y tranquilo, parecía un ángel aunque su carácter y comportamiento digan lo contrario.

Se veía hermoso. Su piel morena y bronceada, sus largas y oscuras pestañas, su rostro relajado y guapo, su nariz fina. Sus ojos se abrieron de golpe, haciéndole saber que lo miraba, sus ojos mieles dejaron ver un brillo, y una de las comisura de sus labios se elevó un poco, formando una hermosa y atractiva sonrisa de lado.

Mis mejillas enrojecieron, y inmediatamente, volví a la realidad, lo empuje haciendo que cayera al suelo.

Recordatorio: no volver a tocar su pecho bien formado

Salte de la cama y brinqué al suelo esquivando su cuerpo. No me dió tiempo de correr a la puerta que da a la salida de la habitación y a la entrada del pasillo y mi libertad. Por lo que corrí a la puerta del baño.

Genial Anne, eres muy inteligente.

Me reproche yo misma, bufé. Cerré la puerta con seguro y me alejé de la puerta tratando de que mi respiración se tranquilizara. Me senté en el suelo abrazando, mis rodillas, el baño era blanco, y las luces permanecían apagadas, pero por una pequeña ventana entraba la suficiente luz, y se dirán.

¿Porque no sales por esa ventana, Anne?

¡Pues porque sería un suicidio! Carajo, ¿Que hago? ¡Mi celular!

Lo busqué en mis pantalones y no estaba. Coño. Lo busqué en los delanteros y no, no tenía mi celular.

-Anne, sal ahora- su voz resonó al otro lado de la puerta, mi corazón comenzó a latir rápido. ¿Que le digo? ¿¡Que hago!?-

-¿Donde está mi celular? Dime- exigí, con un poco de nerviosismo pero no deje que lo notara-

-Oh, ¿Hablas del celular con funda azul y nubes?- me pregunto con sarcasmo- Quizás, si sales te lo devuelva.-

-¡Ni loca! Dame mi celular... Idiota- murmure lo último-

-No me llamó Idiota, Anne. Soy Erick. ¿O acaso no quieres decir mi nombre?- dijo burlón -

-Dejame ir ya. No es divertido - le dije con nervios-

-¡ANNE, HABRÉ LA MALDITA PUERTA!- me gritó, con furia, no, no, no, lo que sigue de furioso- ¡DEJA DE SER UNA ESTÚPIDA Y SAL!-

Cuando no había escuchado de parte de él decirme estúpida.

-¡No quiero! Ya déjame...- dije mientras mis sollozos se hacían presentes- Por favor déjame ir- le suplique-

No contestó

Se escucharon pasos regresar, la manija de la puerta se movió pero el seguro seguía ahí. Se escucharon un choque de llaves y la cerradura abrirse, igual que paso con la puerta después de unos segundos. Dejando ver a Erick con unas llaves en las manos, y su rostro serio pero burlón.

-Ahora si, gatita- susurro-

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Hola!!! Bueno aquí el capítulo, está intereeeesanteeeed jajaja bn recuerden, subo cuando pueda.

Voten y comenten ✨😈

😘😘

El Hijo Del Diablo [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora