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-Entonces... No volverás a tener contacto conmigo- le dije, casi en un gemido, esto dolía, dolía como el infierno-

-Entonces... No me dejas otra opción- me dijo frío, no se como le hace para que sus lagrimas pararan, solo tenia algunas secas- Tu teléfono - me lo entregó, no me percaté de que sacaba algo de sus bolsillos -

-Gracias- susurré, y lo tome, mire la pantalla y este tenía un mensaje enviado por mi hacia mi madre -

Mamá:

No llegaré a comer, tengo un proyecto que hacer en casa de Maddie :) Tqm mamá

-¿Y este, mensaje? Yo no lo he escrito y menos enviarlo...- dije, ya que sentía que me miraba-

-Lo envié yo, tu madre se preocuparía, y ademas era una oportunidad para hablar contigo, aunque no reaccionaste muy bien-dijo desanimado, hizo una mueca-

-Oh, bueno. Supongo que... ¿Gracias?- dije dudosa- será... Mejor que me vaya...- me interrumpió-

-Te acompaño a la puerta- dijo frío mientras se levantaba, y salía de la habitación -

Me quede pensando un poco en su reacción, es muy incómodo y será más incómodo aún cuando nos digamos adiós, porque me doy cuenta que no sólo es un adiós normal.

Es el adiós a el. Adios a lo que alguna vez fue una "amistad".

Suspire y Salí de la habitación. Recuerdo perfectamente la casa, así que no tuve ningún problema al salir. Cuando baje las escaleras Erick me esperaba en la puerta con la cabeza gacha. Con mis piernas temblando, me acerqué a el, y enfrente a frente, nerviosa e incómoda, no sabía que decir. Levantó su cabeza para verme directo a los ojos.

-Adios, Anne- murmuró, sin expresión alguna, mis ojos se cristalizaron un poco -

-A-Adios, Erick- dije, mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla izquierda, ignorando el nudo que se encontraba en mi garganta y pecho-

El la limpio de inmediato, mis mejillas tornaron un poco rojo, a lo que el sonrió tierno... Este lado de Erick aunque lo sacaba muy pocas veces... Lo iba extrañar. Iba a extrañar todo de el. Dudosa bese su mejilla, su barba picaba, pero no me molestaba, lo encontraba atractivo... Su aroma invadió mis fosas nasales, haciendo que los recuerdos de el y yo, se hicieran presentes en mi mente.

Salí al de la casa, pero antes de salir del porche de la casa...

-Anne...- lo mire, haciéndole saber que tenía mi atención - T-Te quiero- balbuceó, con los ojos cristalizados-

Mis ojos también se cristalizaron, pero sonreí de lado, y seguí caminando hacia mi casa. Cuando entre a casa, suspire de alivio, pero también de tristeza, fui al baño principal, y me mire al espejo.

Jesús, María y José

Estaba hecha un desastre, parecería que hubiera llorado todo el día. Coño. Me lavé la cara y subí rápido a mi habitación, me maquille un poco para que me viera más normal, espere un rato par que mi rostro estuviera normal y baje a la cocina. Encontré a Ángela comiendo galletas.

-Hola...- dije en un suspiro-

-Hola, Anne- me contestó con una sonrisa - Andy vendrá mañana, Sin Beatriz, por suerte - reí ante sus celos- se quedará el fin de semana, será divertido- sonrió, mostrando unos hoyuelos en sus mejillas -

-Podemos salir todos los hermanos, como al parque, puedes jugar con Leo y Megan- sonreí ante el recuerdo de los gemelos, esos dos ya hablan, Megan es una traviesa, pero Leonardo es un tranquilo-

El Hijo Del Diablo [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora