34

231 17 3
                                    

Me dirigí a la ventana, para no tener que verlo. Sus manos rodearon mi cintura, y yo las toma algo nerviosa, queriendo alejarlas, pero el era más fuerte que yo, y además, con miedo mis fuerzas están peor que las de un pollito. Su tacto era cálido, y su respiración chocaba con mi oreja haciéndome estremecer. Su pecho vibro acompañada de una pequeña risa, quizás por mi notable temblor.

-Estoy un poco indignado, Anne- me susurró- ¿Me has cambiado por alguien más?-me pregunto con una tristeza falsa-

-Yo...- balbuce algo nerviosa, no sabía que decir o hacer-

Soltó otra risa, y comenzó a esparcir besos por mi oreja, bajando por mi cuello. Admito que no me molestaba, de hecho, me gustaba. Cerré los ojos disfrutando de las caricias.

-¿Te gusta, verdad?- pregunto en un murmuró, dirigiéndose rápidamente a mi oído para después volver y seguir con esos besos-

-Erick...- dije en un suspiro-

Acaricio mi abdomen sobre la tela del vestido, y comenzó a acariciar mi cabello con delicadeza. En un momento, me giro para verlo a los ojos, esos ojos que siempre me habían encantado. Acercó su mano a mi antifaz y lo quito, dejando así al descubierto todo mi rostro, gracias al cielo tenía maquillaje de bajo, gracias a Maddie. El sonrío de lado y siguió besando mi cuello, abrazo mi cintura cargándome, y recargándome en la pared, para que el estuviese más cómodo, yo solo suspiraba y dejaba que lo hiciese por alguna razón. Mi respiración estaba en su oído, y una loca idea paso por mi mente. Pero aún así la hice. Lami si lóbulo, haciendo que el gruñera y me apretara más a el.

Solté un jadeo al sentir su lengua en mi cuello, pasándola lentamente, dando pequeñas mordidas y succionando levemente mi piel. Jale un poco su cabello haciéndolo jadear. Paso sus labios por mi mandíbula, con dirección a mi labios. Esperaba ansiosamente por probar sus labios, lo amaba. Lo amo

Sentí sus labios en la comisura de mis labios, pero se separó, no tanto, rozábamos nuestras bocas.

-Te vez hermosa, Anne- murmuró, haciéndome sonrojar- Lamentó lo qué pasó en el museo, solo cuidaba lo que es mío- me dijo-

Ya se me hacía raro el comportamiento de Erick

-No te preocupes- dije, algo ida y con la voz ronca por no haber hablado en un buen rato-

-Estás preciosa, Anne- me sonroje-

-Gracias, Erick- le sonreí tiernamente-

Y ahí, paso. Se acercó a mi labios y los conecto. Cerré los ojos disfrutando, no nos movíamos, hasta que el abrió la boca para besarme mejor, movió la cabeza sincronizándose con la mía, nuestros labios encajaban, y una mezcla de sabores se juntaron en mi. Me encanta.

Pidió permiso con su lengua, el cual yo acepté, era lento y suave, sus manos seguían en mi cintura, recargándome en la pared, aunque su mano estaba un poco más arriba, en mi espalda, dando leves caricias. Mientras mis manos se reposaban en sus hombros, al rededor de su cuello, atrayéndolo más a mi. Suspiré en medio del beso, mientras seguía la guerra de lenguas y acariciaba los cabellos negros que estaban por su nuca, me encantaba. Lo amo, lo amo demasiado que duele.

No sé cuánto tiempo había pasado, y realmente no era algo que me preocupara mucho. La noche era joven, y ahora estaba bastante contenta para pensar en otras cosas, o en la situación, porque sé que si comienzo a pensar, dudare y este hermoso momento lo arruinare.

-Quiero invitarte a salir, Anne- dijo al separarnos, con nuestras frentes juntas-

Espera... ¿Que acaba de decir?

-¿Q-Que has dicho?- le pregunte insegura, quizás hasta imagine esas palabras-

-Quiero invitarte a salir, Anne- repitió-

Oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda, oh mierda.

-¿Estás hablando en serio, Erick?- pregunté incrédula, aunque en mi interior muy emocionada-

-Si, muy en serio. ¿Tú quieres?- me pregunto juguetón y con una tristeza fingida-

-Claro que quiero- conteste rápidamente- Digo... bueno, si- sonreí nerviosa-

El soltó una risa, y beso cortamente mis labios, para después abrazarme con fuerza, escondí mi rostro en si cuello, apreciando tanto este momento. De repente, la puerta de abrió de golpe, haciéndome sobresaltar y alejarme solo un poco de Erick.

-Oh, lo siento chicos, creí que no estaba ocupada. Diviértanse- dijo un chico que apenas pude reconocer, para después salir cerrando la puerta-

Erick no le tomó mucha importancia a ese momento un poco incómodo y siguió abrazándome.

Creí que le había puesto seguro...

-Ya será tu cumpleaños, Erick- le comenté, para apagar el silencio que para mí se había vuelto muy incómodo-

El se tensó un poco, pero suspiro y asintió.

-Lo se- contesto algo despreocupado- Aunque todavía faltan unos pocos meses-

-¿No estás emocionado?- le pregunte, el sonrío... maliciosamente-

-Claro que lo estoy, bastante, cumpliré mi sueño por fin- responde con seguridad-

-Uhm... ¿Y que harás para celebrarlo?- le pregunte para cambiar un poco las cosas-

-Mhm, nada en especial. Pero espero que estés ese día conmigo-

-Si tú quieres, ahí estaré- le sonreí-

-Me parece perfecto, porque quiero que estés ese día conmigo Anne, por favor- me miró a los ojos-

-Estaré ahí, no te preocupes Erick- lo abrace-

Si el quiere que esté en si cumpleaños, estaré ahí. Con más razón ahora, que han estado pasando algunas cosas entre nosotros. Nosotros. Es algo tan extraño, pero se siente bien, supongo.

-¿Que harás en navidad?- le pregunto de nuevo-

-Nada en especial, sabes que Melissa quiere que abramos regalos y esas cosas tontas, y me ha prohibido decirle a su hija sobre la verdad de "Santa Claus"- rueda los ojos-

Río ante ese comentario, negando con la cabeza. Erick jamás creyó "la mierda de Santa". El me dijo a mi que el no existía, fue cruel pero con el tiempo lo asumí.

-Y no lo vayas a hacer, es una niña aún- el solo bufo, yo reí-

-¿Sabes? Quisiera pasar mi navidad contigo... aunque no tenga nada de especial, quiero estar contigo ese día...- comentó-

-¿Para que?- le pregunte-

-Para darte un regalo, claro-

-No es necesario, en serio Erick- me sonroje-

-Tranquila, aparte quiero darte muchos besos ese día, linda- me guiñó un ojo-

El Hijo Del Diablo [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora