Te Perdono

217 11 1
                                    

Mi cuerpo sigue en esta habitación de hospital, mi alma está encerrada en estas cuatro paredes negras. El tiempo pasa lento, no se si es de dia o de noche, no se que día de la semana es, no se cuanto tiempo llevo aquí.

-Hija, ya, despierta mi niña. Ya pasaron dos semanas desde que entraste en coma. Tú tienes la decisión final, quizás sientas mucha presión por que todos aquí quieren que te quedes. Pero si tu no te sientes con la fuerza suficiente para sobrevivir el día a día, mi niña, te juro que entenderé, te dejaré ir y siempre te llevaré en mi corazón.- Mi madre dijo esas palabras y las paredes oscuras desaparecieron. Estaba en mi cama, al lado de mis peluches. No entendía lo que estaba ocurriendo. Estaba vestida de la misma manera que el día de mi intento de suicidio.

Bajo las escaleras y mamá no estaba, quiero desayunar pero no puedo agarrar nada de lo que me rodea, estoy en la etapa de decisión, ¿realmente quiero quedarme o será mejor terminar con lo que empecé?
Las palabras de apoyo de mi madre me enviaron hasta aquí para ver cómo es el mundo ahora.

Me dirijo al hospital donde esta mi cuerpo. Mi madre está llorando sobre mi falda. Se la ve muy mal. Siento culpa, esto le provoqué yo a ella, sólo pensé en mí, en mi bienestar. No pensé en la gente que me rodea, me siento egoísta. Está Mery junto a Alex y Kiaya. Todas están con cara de cansancio, como si pasarán días enteros aquí dentro. Margo llega con ¿Rick? ¿que hace el aquí? Seguramente mi madre lo ha llamado. Lo extraño tanto. A su lado pasé momentos realmente hermosos, llenos de vida, bailabamos juntos, cantabamos, salíamos a caminar en la madrugada de verano, íbamos al mar y hacíamos castillos de arena como dos niños pequeños que tienen la inocencia intacta. Quiero que esa niña vuelva.

Pasé todo un día en el hospital viendo cada movimiento de las personas que me quieren. Ahora me dirijo a la escuela. No se si quiero estar en ese lugar, pero me causa cierta intriga. Entro y siento que todo a cambiado, ya no se siente esa falsedad de adolecentes frustrados que quieren demostrar ser felices pero no lo son, fingen para que nadie conozca su interior sin darse cuenta que abrirse y dejar que todo fluya es sin duda, unos de los mejores sentimientos de la vida.

Está Hanna junto al psicólogo, ella llora, el psicólogo la mira con compasión.
- Yo la acosaba, yo le mandaba mensajes, yo la golpeé, yo fui la causante de su depresión.- dijo ella llorando aún mas.
- ¿por qué lo hacías Halanna?- preguntó el doctor. Por fin sabré las razones, mi corazón comienza a latir con fuerzas.
- No lo sé, me sentía bien al lastimarla, sentía que me volvía superior a ella. Sentía que ella se volvía vulnerable y yo era fuerte una vez en mi vida. Cuando supe que ella había intentado suicidarse me sentí despreciable, una miseria, quería estar en el lugar de Tyra.
-¿tienes problemas en tu hogar o sufriste algún trauma de niña Hanna?
- Si, mi madre me golpeaba. Se drogaba, heroína, utilizaba heroína, me quemaba con sus cigarrillos, me culpaba por que sus hombres se iban, era sólo una niña débil, mi madre me robó mi infancias, dejó marcas en mi cuerpo, en mi alma.
-¿Por qué elegiste a Tyra?
- Ella se veía feliz, ella tenía esa inocencia de niña que yo perdí hace años, ella tiene todo lo que yo deseo tener, una madre que la comprende y la acompaña, sólo quiero pedirle perdón.- dijo ella llorando.

Comencé a sentir el ruido del electrocardiograma nuevamente, estaba en el hospital, sentí que alguien apretaba mi mano, y una luz blanca se acercaba a mi.

Muerte De Mi InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora