Muerte De Mi Inocencia

Yo la maté

Ha vuelto a pasar, estoy entrando en depresión nuevamente, siento que nada de lo vivido valió la pena. Aquí sentada en este rincón veo como el mundo se mueve sin mi, todos avanzan y yo sigo aquí.

Sigue habiendo cortes en mis muñecas, cada vez que vómito mis entrañas sangran, ingiero menos comida cada vez. No quiero morir. Mis demonios no me dejan en paz. Me siento cada vez menos viva, derrotada y confundida, sin saber que hacer. Ya no lo soporto. Debo morir.

-Mátame Ty, así serás una mujer, dejarás de ser una niña y te convertirás en una persona fuerte.- Sentía voces, pero esa era la más fuerte de todas, ese susurro era ensordecedor, era esa niña interna. ¿Estoy lista para matarla? ¿estoy lista para dejar de ser una niña? ¿estoy lista para lo que se viene? ¿estoy lista para dejar de recibir regalos en el día del niño? ¿estoy lista para decirle a mi madre que soy una mujer?

Otra vez me encuentro en la habitación espejada, la niña está atada a la silla, ya no corro a desatarla, sólo la observo. En mi mano hay un bisturí.
-Matala Tyra, hazlo de una vez por todas.- no quiero matarla, no lo haré. Tomé el bisturí fuerte con la mano derecha e inmediatamente sin pensarlo dos veces hice un corte vertical en mi brazo izquierdo, todo mi antebrazo sangraba, comencé a desfallecer, sentí que moría.

-Tyra despierta, ya es hora cariño.- dijo mi madre, desperté de golpe y comencé a llorar.
-Ella a muerto mamá. Pensé que yo moriría pero ella murió, la maté, me liberé de ella, ya no existe. La maté mamá. Dije con desesperación entre lágrimas.
-Solo a sido un sueño mi niña, calma, recuestate si así lo deseas. Podemos ir por la tarde.- vuelvo a recostarme. Fue un sueño muy real, se que ella ya no habita en mi, se que ella a muerto. A ocurrido lo que tanto temía. La muerte de mi inocencia.

Me levanto y me dirijo al cuarto de baño. Me ducho y luego voy a vestirme, elijo ponerme un jean negro con mis Vans rosas, una remera blanca suelta, seco mi cabello y lo plancho. La otra vez fui a la peluquería con mi madre, así que ahora mi pelo tiene un tono más claro y luzco un flequillo recto. Resalta mis ojos almendrados.

-Baja Ty. Tu padre ya está aquí.- el aviso de mi madre me puso impaciente y baje rápido las escaleras, veo a mi padre, lo saludo con un abrazo fuerte y lo lleno de besos. A su lado hay un chico todo sucio, trae un uniforme de trabajo y una mochila colgada en su espalda.
- Hola yo soy Harry, señorita Montgomery.- quedo asombrada. Tardo en reaccionar y le extiendo la mano.
-Hola, Harry. Tyra, dime Tyra.- Le digo atontada regalandolé una sonrisa.
- Bueno, dejen de mirarse así jóvenes.- Interrumpe mi padre. Me río pero veo que Harry se pone colorado y se me escapa una carcajada.
Iré a pasar las vacaciones a la casa de mi padre, sólo para despejarme un rato. Mamá vendrá conmigo. Ellos estarán juntos por mi, ¿qué mejor que eso? No los veo estando juntos de nuevo, pero si es así, con gusto lo aceptaré. Sólo quiero que ellos sean felices ya sea juntos, acompañados por otras personas o quizás solos.

-Sabía que llevarían mucho equipaje, por esa razón traigo a mi compañero- Dice papá levantando mi bolso y pasandoseló a Harry. Me río y veo que el chico me observa. Tomo mi cartera y me dirijo al auto.

Otra vez no quiero caer, otra vez no por favor. Tomo el bisturí, lo apoyo en mi muñeca y en menos de dos segundos me veo envuelta en el abrazo de Harry.