1: Una Señal

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Una señal. Un amanecer ¿Quién es quién? ¿Quién dice la verdad?  ¿Quién es real? La incógnita me hizo despertar. Sollozando con el miedo recorriendo por todo mi cuerpo lloriqueé sin consuelo de aquel sueño inmortal ¿He despertado o continúo dentro del ensueño incrustado?

Lo he descifrado. La nota. La he descifrado y no es de mi agrado. Recorrí los pasillos a paso rápido, las plantas desnudas de mis pies resuenan con cada paso revotando el sonido en las paredes. Los muros se deslizan a mí alrededor viajando a un mundo de un singular color.

Todo es distinto. Todo es falso, también la chica que se refleja en el despacho, en las ventanas rotas observé mi apariencia y lo más extraño de todo es que no la reconozco ¿Quién es ella? Porque no soy yo. Es otra chica que me mira con odio con su particular brillo de maldad en sus ojos.

–¡Adelia! ¡Es hora de despertar! –expresó la voz de mi sirvienta dando débiles golpecitos en la puerta de mi habitación.

Me siento en mi cómoda cama apreciando con sumo cuidado cada rincón de mi habitación. Si, esta es mi habitación. Las lagañas de mis ojos continuaban en mis pestañas y el cansancio en mi mente me provocaba desconfiar de mi misma.

Con el sueño presente y la pesadilla albergada en mi subconsciente no me percaté de la hoja de papel que mantenía en mis manos hasta que mi sirvienta, Sylvia, entró a mis aposentos y me lo indicó.

–Señorita Adelia ¿Qué tiene en las manos? ¿Alguna nota de su enamorado?  –insinuó con una sonrisa pícara en sus labios.

Mi respuesta fue interrumpida por el correr de las cortinas, los intensos rayos del sol cegaron mi visión por unos instantes, cuando me acostumbre a la luminosidad aprecié la nota que sostenía.

¿Cómo llego a mí? No lo sé. La caligrafía era perfecta, la tinta negra denotaba la elegancia del mensaje. Un mensaje desagradable. Palidecí  al ser la detonante de una estrafalaria amenaza de un demente, de un ser malvado que planeaba arruinar la pacifica vida que llevó. Incitándome a ser parte de su macabro plan.

El Secreto De AdeliaWhere stories live. Discover now