Antes que me acercara a la puerta para salir al encuentro de mi madre, Iana sostuvo mi brazo con sus ensangrentadas manos, me aterré al verla a mi lado con tanta rapidez, si hace un segundo se encontraba en el fondo de la habitación, ni la escuché aproximarse, será ¿Por qué mi mente se enfocó solamente en el grito de terror de mi madre?
El agarre de la niña era afanoso y su mirada penetrante me intimidó, sus grandes ojos me observaron con detalle mientras sus delgados labios se movían con sutileza.
–Si quieres conservar un recuerdo de tu madre, decapítala. Corta su cuello comenzando desde la nuca, con un machete lo suficientemente afilado, para finalizar con un corte preciso que separe la carne –informó en un leve susurro que me atemorrizo.
El llamado de auxilio de mi madre me despertó de la extraña información que había recibido a cambio.
–Alfont, Alfont ¿Dónde estás? –vociferó mi madre con estupor en sus palabras, sus gritos histéricos se propagaron por toda la morada–. Ven aquí... rápido.
Esa noche la familia Ruttingill cambiaria para siempre ¿Sospechosos? Nunca se logró comprobar si alguno de los huéspedes había sido el o los culpables, sólo una cosa era cierta, Iana decía la verdad...esa noche...mi madre murió.
¿A manos de quién? No lo sé. ¿Qué es lo que vio para que reaccionara de aquella forma? Nunca lo sabré. Son incógnitas que perduraran con el tiempo. La única testigo yace muerta y todas las respuestas a las interrogantes desaparecieron junto a ella, junto a mi madre Amelia.
Cuando mi madre clamó por la presencia de mi padre, despertó a los demás invitados; curiosamente, todas las puertas se encontraban con llave y mi padre no llegó a socorrerla, a cambio, yo me encontraba fuera de mi cuarto recorriendo en libertad los extensos y impasibles pasillos de la vivienda, temerosa por encontrarme con algún huésped no deseado.
Esa noche de tormenta, profesaba una calamidad, una cruel realidad de la cual deseaba olvidar. Corrí al encuentro de mi madre, los relámpagos iluminaban mi camino y los sollozos de esa voz desconsolada se mezclaba con los sonoros truenos que provocaba que mi corazón se alterara.
Me sumergí en las penumbras de una sucia habitación que se utilizaba como bodega para ir al encuentro de la mujer cuyo llanto era incesante. Al intentar entablar una conversación con ella, mis palabras quedaron enmudecidas por sus fuertes manos que fueron directas a mi cuello para estrangularme.
¿Por qué? ¿Por qué mi propia madre intentaba asesinarme? Su respuesta me dejo absorta, consternada.
–Tú... Adelia... Eres una maldita asesina –proclamó con su agitada voz.
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El Secreto De Adelia
Mystery / ThrillerUn secreto que jamás debe salir a la luz. Un sueño inexistente y una verdad hiriente. Adelia intentara encontar al culpable que arremetio contra su paz, sin embargo, nunca se imagino que ese seria el peor error de su vida. ¿Quién es quié...