Palacio De Invierno.

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Palacio de invierno.

Para empezar, hablé con mis padres para detallarles la información sobre su futuro nieto, les dije la fecha aproximada del parto y les advertí, nervioso pero sin hacerlo notar, que su madre era extranjera.
Mi padre se molestó mucho, me dijo que no quería mezclas obscenas en su familia, y que no iba a aceptar que un "pequeño alienigena" manchara su linaje. Me molesté, y me di cuenta de que era tan cerrado como yo lo fui alguna vez, cuando negué a mi propia sangre como si fuera una simple basura. Discutimos fuertemente, casi me deshereda por segunda vez (y definitivamente), pero afortunadamente Hiroki, su hijo favorito, estaba ahí y lo convenció de "darle una oportunidad" a mi mujer.
Quedamos de vernos en marzo, esperaba para entonces haberlo perdonado. Faltaban cuatro meses, después de todo.
En otras noticias, como me enteré de que uno de los sueños frustrados de Rel era viajar a San Petersburgo, investigué el precio de los vuelos y hoteles, topandome en el camino con que su banda "Depeche Mode" haría un concierto justo la noche antes de irnos. Aún había boletos disponibles en la suite de oro, o bien, palco de lujo, los cuales quedaban hasta arriba, pero aún así eran los más caros justo debajo del VIP. ¿Por qué? Bueno, esos palcos los tienen pocos recintos, son como cuartos de hotel, iluminados, decorados elegantemente, climatizados, con baño, asientos, bar y área de comidas. Puedes ver el show por una gran ventana, sentado cómodamente en los sillones de piel bebiendo una copa de vino. Pese a esto y a que son pocos, es muy difícil que se vendan estos lugares, pues además de que ser caros y quedar lejos del escenario, a una gran cantidad de personas nos gusta más estar abajo frente al escenario gritando como locos y disfrutando del espectáculo... Luego están personas como Kouyou, que dice que para él, ir a un concierto es como ver una película. ¿Qué puedo decir? Mi amigo es el alma de las fiestas. Antes también era así, pero me he involucrado mucho con los extranjeros y se me han pegado algunas mañas.
Regresando al tema, ya que no eran caros ni el vuelo ni el hospedaje, tomé tres días de nuestras vacaciones en Inglaterra para invertirlos allá sin avisarle, quería que fuera sorpresa. Y en cuanto al concierto, también compré los boletos. Eran perfectos para nosotros, después de todo ahí mi mujer no pasaría situaciones que pudieran poner en peligro a mi hijo.
Mentí diciéndole que había tenido una emergencia y que debíamos regresar a Japón. Se mostró triste todo el camino, y más aún cuando en la sala de espera sonó la voz de una mujer diciendo que los pasajeros con destino a San Petersburgo debían abordar. Hizo un puchero en ese momento, como si estuviera dejando ir un sueño, pero entonces me puse de pie y tomé nuestros equipajes de mano.
Me miró con curiosidad, y yo sólo respondí:

—Ese es nuestro vuelo.

Me cuestionó en voz alta y con sorpresa, poniéndose rápidamente de pie y con sus ojos brillosos. Parecía que quería llorar.

—¡Gracias, gracias, gracias!— respondió, lanzándose a abrazarme por la espalda, pues yo ya estaba caminando hacia la fila, que abanzaba con rapidez. — ¡Te amo, gatito! — Sonreí cálidamente ante esto, con mis mejillas rojas. Sentí que mi corazón se hacía grande.

—Dilo en ruso, por favor. — me limité a responder.

—¿Eh?

—No contraté un traductor porque sé que estuviste estudiando ruso también, y confío en tus habilidades. Así que demuéstralo. — Me sonrió, secó sus poquitas lágrimas y respondió.

—Spaseeva. Ya tebya lyublyu, kotik.

Una vez en el vuelo, ella me preguntó si hablaba algún idioma a parte del mío.

— Sí. Tengo algo de inglés, ya lo sabes. — asintió.

— Cierto. ¿Nada más? — me quedé pensando un momento y volví a hablar.

Step by Step (Ruki/the GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora