(+18)¿Quién dijo que era frágil?
Estaba terminando de arreglarme cuando salió, llevaba una falda escocesa roja y una camiseta negra ceñida de manga corta, se había puesto también unas medias negras que terminaban en encaje por media pierna y, además, una liga de cuero negro con pinchos y un corazón, sus botas negras la hacían más alta y el collar marcaba su cuello, sin duda quería subirla encima del lavabo y tomarla allí mismo.
-¿Bekky? ¡Eo!
Desperté de mi trance, Ana hacía gestos delante de mi cara, miré entonces su rostro, no llevaba mucha pintura pero sus labios rojos me llamaban, así que la besé.
-Aún no hemos salido y ya me estás estropeando el maquillaje
-Cállate, es tu culpa
Terminé de pintarme y ella arregló el desastre que le había hecho, fui a mi cuarto y me puse unos vaqueros pitillo altos, botas con tacón y una camiseta de Nirvana con los laterales abiertos, pensé entonces en lo horrible que se le veía el sujetador y me lo quité, podía permitírmelo.
*****
Llevábamos caminando un rato cuando nos decidimos por uno, un club donde ponían de todo menos reggaeton (que no nos gusta nada) y donde se juntaba normalmente nuestro grupo de amigos, Annie entró por delante pero yo no me despegaba de ella, los chicos la habían mirado por la calle y sabía que más de uno le entraría esta noche, no iba a permitirlo, era mi chica.
-Pide algo, iré a buscar a Marta
Asentí un poco a regañadientes, no quería que anduviera sola, pero ella sabía defenderse, con cuatro palabras era capaz de derrumbar al tío más grande del mundo. Así que fui a la barra, saludé al barman ya que nos conocíamos y esperé a que Fred me sirviera mientras Ana volvía, con Marta o sin ella.
-Este lugar no está mal, ¿verdad?
Giré el rostro y vi a un chico rubio a mi lado, estaba sólo, parecía que era su primera vez, así que decidí ser simpática con él.
-Prácticamente es el único lugar que conozco que pueda soportar
-Déjame adivinar, ¿no te gusta el reggaeton, verdad?
-Lo odio
-Bueno, yo soy capaz de escuchar cualquier cosa con tal de bailar
El chico extendió la mano y yo la tomé, la sacudí saludando.
-Edward
-Rebeca
-¿Quieres bailar?
Le miré de punta a punta, ahora que lo pensaba, no se veía tan novato, de hecho parecía el típico chulo de mierda que va de cama en cama.
-Lo siento, pero no
-Vamos, no te hagas la dura, solamente es un baile
-No me apetece
-¿Entonces para qué respondes? -sonrió -Vamos, nena, baila conmigo
-He dicho que no, imbécil -gruñí
-Oye, zorra, nadie le dice que no a Edward, sé que quieres, deja de ser tan estrecha, luego te daré lo tuyo
Iba a girarme totalmente para decirle que podía meterse un clavo ardiendo en el ojo pero no me dio tiempo, una mano apareció y se quedó tatuada en la cara del chico, miré a la persona y vi que era Annie.
-Te ha dicho que no
-Mira puta, tú no te metas, siéntate y espera tu turno
Aquello había sido un error.
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One Day
RomanceColección de mini historias de tipo lésbico de personajes originales que pasan por mi mente, además de las Storytime de mi Instagram, y poemas y reflexiones también de carácter lésbico. Incluye desde capítulos soft hasta smut (avisado en los títulos...