Annie y Bekka 6

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(+18) Una buena ducha

Capítulo narrado por ambas al mismo tiempo.

(Este capítulo ha sido escrito al 50% con la maravillosa Sa-Chan213 )

<3



Estaba en la ducha cuando entró y sentí sus manos en mi cadera, subiendo por mi cintura y me envolvió entera. Sus labios estaban sobre mi cuello y sentí sus dientes morderme, en menos de lo que era posible me encontré con la espalda en la pared, su cuerpo se pegó totalmente al mío, su mano tomó mi pierna y la subió a su cintura, yo me aproxime a ella, y sobre su cuello, detrás de su oído, susurré: "¿Qué harás, Bekka?"

Los suspiros de ella eran largos y calientes, chocando con suavidad sobre mi piel sensible, el agua surcaba todas nuestras curvas, mis labios recorrían sus hombros y sus manos apretaban mis omóplatos, era tan excitante.

"¿Sabes que haré, Cachorrita?" susurré, ella se estremeció, "haré que gimas para mí".

Sus piernas apresaron con fuerza mi cadera.

"Haré que sientas lo bruta que puedo ser enojada, húmeda y excitada"

Moví una mano por entre nuestros cuerpos, deslizándola fácilmente por el agua, llegué a su clítoris, lo acaricié con el dedo corazón, sintiendo mi entrepierna reclamar atención.

"Te haré todo lo que te gusta y mucho más. Luego, me harás gozar a mí. ¿Te arriesgas mi cachorrita?"

Temblé entera, su mano me cubría, y aquel dedo que jugaba conmigo, sus palabras fueron como millones de escalofríos recorriendo mi piel, cada vez me sentía más húmeda y sabía que no era por el agua.

Mis uñas se clavaron en su piel.

"Sí, haré todo lo que Bekka quiera"

Mi voz apenas era... sonora, directamente, comenzaba a atragantarme, si su mano no cesaba me debilitaría antes de llegar a nada.

Ella jadeó, mis uñas cada vez se hundían más, dejando grandes marcas en su piel, la necesitaba tanto.

Acaricié su cuello y tomé su boca.

Rezaba internamente, siempre había sido una maldición que ella besara así de bien y tan dulce como en infierno, quería que se detuviera, pero era como estar jugando con el diablo, ella ganaría esta batalla. No. Yo no dejaría que ella ganara esta batalla.

Un dedo más se unió a la fiesta, ella gemía con más ganas, el agua se comenzaba a calentar lentamente, y nuestros cuerpos aún más. Metió su lengua en mi boca y sacudió las caderas, abandonó mi boca para atacar mi cuello, aceleré los movimientos y sentía un espasmo en su zona íntima. Jaque mate.

Estaba al borde. No pude resistirlo. No esta vez. Había aprendido a aguantarme con ella, para vencerla, para gobernarla, pero simplemente no pude.

Cuando su mano libre tomó ambas manos y las sostuvo encima de mi cabeza por encima de la cabeza con fuerza, ¿faltaba algo? No, nada, abusaba de todos mis puntos débiles, sin pudor, sin consideración, y ya no pude más.

Mi cabeza se deslizó hacia atrás mientras mi garganta intentaba descargar todo lo que sentía, mi cuerpo se agitaba, todo el orgasmo me llenaba. Sólo había usado dos dedos, pero es que ella me encendía tanto, cuando me tocaba, cuando me llamaba, solamente su voz ya me pone la piel de gallina.

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