Son las seis de la mañana y a diferencia de ayer hoy si me place escuchar la alarma, hoy si abro los ojos con el mayor de los gustos., a pesar de mis veinte años tengo aun alma y comportamientos de niña! amo ir de paseo, comer helado en un parque, y eso es lo que haremos hoy.
Minutos después de pararme de la cama justo cuando sacaba mi ropa de la mochila, Danna entro en la habitación y me pregunto ¿Como amaneciste? le respondí! me levante de maravilla mientras depositaba un beso en su mejilla, ella sonrió sarcástica, se que se debe estar imaginando que amanecí bien de animo gracias a Derek, y la verdad si es gracias a el, pero también estoy emocionada al imaginar la cara de Bruno y Carl jugando a tirarse agua en las albercas del parque de diversiones, este es un día que promete.
Me dirijo al baño para darme una ducha, tome para vestirme una falda de jean, unas sandalias negras y una playera blanca, cuando salí del baño le pedí a Danna que me hiciera una trenza, tengo el cabello bastante largo, creo que es el look adecuado para hoy.
Danna sus hijos y yo estamos listos, así que salimos de casa asegurando la puerta con llave, bajamos las escaleras y tomamos un taxi que nos llevara a la terminal de transportes de la ciudad, cuando llegamos tomamos el autobús que emprendería viaje para el pueblo donde estaba ubicado el parque de diversiones.
Derek pretendía ver un mensaje mio cuando despertara, pero en mis afanes por salir se me paso por alto escribirle, así que el como costumbre tomo la iniciativa de la conversación.
- Hola princesa como estas?
(Yo) - Hola chiquito muy bien y tu ?
Durante todo el tramo del viaje hablamos, me la pase sonriendo como mensa por las ocurrencias de mi chico, era bastante especial con migo, y al parecer tenía un gran sentido del humor, la mezcla perfecta! como lo dije anteriormente., guapo, simpático y coqueto! que mas le puedo pedir a la vida en este momento.
Sentí un jalón de cabello y cuando reaccione me di cuenta que habíamos llegado a nuestro destino, nos bajamos del autobús y nos dirigimos a un restaurante, compramos dos pollos asados., allí nos reuniríamos con mis amigos: Bianca, Joseph, Darwin, Julieth y Brandon.
Cuando los alcance a ver salude emocionada, mientras guardaba el celular en el bolsillo de mi falda, le presente a Danna al resto de mis amigos, no podía estar mas feliz! mis únicos y mejores amigos reunidos, realmente me sentía maravillosa.
Pasamos un resto de mañana increíble, entre risas y albercas, cuando se llegó la hora del almuerzo buscamos una caseta para sentarnos y repartir las presas de los pollos que habíamos comprado, teníamos mucha hambre y creo que a todos como a mi les supo el almuerzo a gloria., aproveche para sacar mi celular pero no tenía mensajes de Derek, además estaba pronto a descargarse así que lo apague y lo guardo en mi mochila.
-
-
Toda la tarde continuamos en el ambiente de risas, bromas, chismes y mucha agua de alberca. Como a eso de las cinco y media de la tarde nos organizamos para proceder a salir, la idea era bajar caminando como media hora hasta llegar al parque del pueblo y de allí ir a la mejor heladería para finalizar nuestro paseo con una ensalada de frutas y queso rayado, y pues bien eso hicimos.
Al terminar de comer nos dirigimos a la calle donde se parquean los autobuses que van de regreso a la terminal de transportes de la ciudad., nos montamos, y nos acomodamos, nos esperaba por lo menos una hora en el transporte público, por lo menos eso pensábamos hasta que nos topamos con un tráfico enorme, esa supuesta hora se convirtió una hora y media y luego en más de dos horas., eran más de las nueva de la noche y estábamos agotadas, los niños dormidos en nuestros brazos y para agregar teníamos mucha hambre, magnífico! Como dicen por ahi "después del gusto, viene el disgusto".
ESTÁS LEYENDO
Tú y yo, una historia sin fin!
RomanceComo dice el dicho "A quien no le gusta el caldo, se le dan tres tazas" Esta es una historia de amor a distancia, una historia de la vida real. Ashley Brandt una chica de 20 años de edad, estudiante de psicología y amante del deporte, vivía una vi...