Prologo

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Viernes 8 de Abril de 2011
Londres / 06h00 am

Christian POV

Me despierto otra vez sudando tras otra pesadilla. Es que nunca voy a dejar de tenerlas? Ojalá pudiera desacerme de ellas, mi vida sería más simple. Miro el reloj en la mesita de noche. Son la 6 de la mañana. Tengo una reunión a las 10, pero como se que no voy a poder dormir más, me levantó y busco mi ropa de deporte en la maleta. Ejercitarme un poco me hará bien. Salgo de mi habitación y me dirijo al ascensor para bajar al gimnasio del hotel. Mirando mi teléfono, veo que tengo 2 llamadas de mi madre y varios mensajes de Elena. Pero como no estoy de humor,decido ignorarlo todo. Estoy seguro que los mensajes de Elena son acerca de alguna sumisa. Y la verdad es que necesito una. Todo este estrés del trabajo me esta volviendo loco y necesito liberarme un poco. Tengo algunas escenas en mi mente que me gustaría practicar en alguna chica de caballo castaño. Como la puta adicta al crack, todos los problemas que tengo son por su culpa. Una vez en el gimnasio, ignoro a las demás personas y me dirijo a una cinta de correr. No puedo correr por las calles de Londres por el tiempo. Lleva 2 días seguidos lloviendo.

Después de ejercitarme me dirijo a mi habitación de nuevo. Necesito una ducha y comida. Me siento hambriento, y no me gusta para nada sentirme así. Cuando todo esta listo, miro mi reloj. Son las 9:15 a.m. Así que llamó a Taylor y nos dirigimos a nuestro destino.

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Porfin! Al final se han decidido venderme su negocio. Estos empresarios londinenses son duros de pelar, pero no hay nadie como yo para los negocios, el gran Christian Grey. De camino al hotel le digo a Taylor que esta vez comeré en el restaurante y no en mi habitación. Una vez llegamos, me siento en la mesa. Al fin puedo relajarme con una buena copa de vino. Después de comer cogeré mi jet privado de vuelta a Seattle y seguiré con mi vida. Una vez me sirven mi filete con verduras, no malgasto mi tiempo en tonterías, cuanto menos tiempo tarde, más pronto podre salir de aquí. Cuando acabo de comer, llamó al sirviente y le pido la cuenta. Me dice que la cuenta ya esta pagada.

Pero que cojones?!

Le pregunto quien ha sido y me señala una pareja sentada cerca de la salida, en una mesa un poco apartada. Me entrega una nota, y antes de que pueda leerla Taylor se acerca.

- Todo bien señor Grey?

- Si, todo bien. Ven Taylor, ya nos vamos.

La nota dice: Señor Grey, le importa si le quito 5 minutos de su tiempo?

Giro mi mirada en la pareja y veo que me están mirando a la espera de lo que voy a hacer. Le digo a Taylor que me espere en la salida con mis cosas y el coche listo con destino al aeropuerto. Me levanto y me dirijo a la mesa de la pareja. Cuando estoy lo bastante cerca de ellos levantan la vista hacia mi y la mujer de pelo negro es la primera en hablar.

- Señor Grey, Hola. Por favor, tome asiento.

Agarro la silla disponible y me siento en ella. La mujer alarga la mano y la acepto educadamente.

- Mi nombre es Erika y este es mi marido Niall.

El hombre también alarga la mano y la acepto.

- Siento molestarles, pero me gustaría saber porque ha pagado mi cuenta. No les conozco de nada.

La mujer, Erika, la cual lleva unas gafas en la cabeza, sonríe y alarga la mano para coger su bolso. De el saca lo que creo que son libros, quizá?

- Verá señor Grey, soy escritora y hace poco tiempo acabe de escribir estos libros y me gustaría que usted los leyera y me diera su opinión.

- Y porque debería yo hacer eso? Mire, sin ánimo de ofender pero soy un hombre muy ocupado y no tengo tiempo para esta clase de tonterías.

Los misterios de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora