El chico de la cafetería

56 2 3
                                    

El chico va a mi curso. No me cae del todo bien porque siempre busca llamar la atención, o eso creo. La verdad es que no lo conozco mucho porque nunca hablo con él. Lo único que sé con certeza es su nombre, Ezequiel.
Veo que Ezequiel nota mi mirada y me hago la que sigo viendo el celular.
Voy a instagram y empiezo a stalkearlo. Fotos en short, con los amigos, siempre con cara de creerse el mejor en todo.
Entonces siento que alguien me dice en el oído:
-Así que me estás stalkeando.
Pego un salto producido por el mismo susto de sus repentinas palabras.
-Yo... Ehh.
-¿Vos qué?
-Te vi entrar, me di cuenta de que te conocía y te busqué en instagram, nada más. No te creas la gran cosa.
-¿Y por qué iba a creerme la gran cosa? Sólo me sorprendió encontrarte viendo mi instagram. No te lo tomes como una ofensa.
-No me lo tomé como nada. Dejá de molestarme.
-Bueno, te dejo de molestar, Avril.
Sonrío falsamente porque al fin va a dejarme en paz, y entonces veo que se sienta en mi mesa, enfrentado a mí. Me lo quedo mirando y me mantiene la mirada hasta que se ríe.
-¿Por qué me mirás así?
-Por la misma razón que te sentaste en mi mesa. Se me dio la gana.
-Bueno, entonces contame de vos.
-¿Qué te gustaría que te cuente?
-No se, ¿qué te gusta hacer?
-¿Además de que no me molesten?
Se ríe.
-Si, además de eso.
-Bueno me gusta...- me interrumpe la voz de la moza con mi pedido. Le agradezco y se retira-. ¿No vas a pedir nada?-le pregunto entonces a Ezequiel.
-Si, ahora me fijo en el menú, pero primero decime qué te gusta hacer.
-Me gusta la música.
-¿Si? ¿Escucharla o tocarla?
-Escucharla, cantarla, tocarla y escribirla.
-De todo. Eso se llama sentir la música.
-Capaz... No sé.
-¿Por qué sos tan cerrada?
-No cerrada. Reservada. No es lo mismo.
-Bueno, creo que voy a pedir un latte.
-Ay que asco.
-¿No te gusta?
-Odio el café y todo lo que lo contenga.
-¿Cómo puede no gustarle el café a una persona?
-Yo me pregunto cómo puede gustarle.
  Hace su pedido y minutos después se lo traen. Ambos terminamos de comer y comienzo a despedirme.
-Nos vemos en la escuela el lunes.
-Nos vemos. Suerte Avril.- Me saluda con un beso en el cachete, una sonrisa y nos vamos cada uno por su camino-.

Cuando me oíste cantarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora