Cuando me oíste cantar

Fiesta con amigas

Son las 18 p.m. cuando salgo de Havanna. Pienso en contactarme con Camila para ver que pensó para esta noche. Le mando un whatsapp y responde al toque.

"Las colé a un 15. A las 23:30 nos vemos en mi casa. De ahí salimos para los salones del puerto. Dique 2."

   Así que un 15 sorpresa... Raro en ella. Pero linda idea.
  Suelo tardar mucho en arreglarme para una fiesta, así que básicamente corro hasta casa.
Cuando llego me meto enseguida en la ducha. Pienso en todo lo que me dijo hoy Ezequiel. ¿Me hablará el lunes en la escuela? Tampoco es que me importe demasiado. Pero ese chico me da intriga, o sea sólo me vio y como era su compañera por más que no habláramos nunca se sentó y me sacó conversación. Yo no haría eso, y solía creer que todos pensaban igual. Pero de todos modos no creo que me hable. Se va a cansar de mi actitud siempre seria y fuerte. Seguro se va a alejar.
  Termino de ducharme y me envuelvo en una toalla. Me pongo un pijama para secarme el pelo cómodamente. Y luego prosigo a plancharlo. O mejor, mejor me paso la buclera en las puntas, y la planchita sólo en mis dos mechones que caen a los costados de mi rostro.
  Termino con el pelo, son las 20 hs. Es demasiado temprano así que antes de cambiarme y maquillarme voy a tocar la guitarra.
  Me siento en mi cama con la guitarra en el regazo. Y empiezo a pensar en que hace mucho no compongo una canción. Quisiera algo lento pero tampoco tanto. Que exprese un sentimiento profundo. Que atrape al que la escuche y lo haga meterse en mi historia. Que la viva. Que la comprenda.
  Pero pienso, que para que alguien haga todo eso, primero debo encontrar a ese alguien que se interese en mi y en mi música. Y la verdad que todavía no encuentro a alguien que se interese tan profundamente como pretendo. Si bien a mis amigas les gusta escucharme, sólo a Camila le he tocado canciones propias. Y al resto sólo canciones de otros artistas, y no muy seguido.
  Cuando me doy cuenta me pasé una hora pensando y no compuse nada, no sé que componer, ni para quién. Así que pospongo la idea y simplemente toco canciones de Shawn Mendes. Así sigo hasta las 22:30 p.m. y decido cambiarme y maquillarme, para poder decirle a mi papá que me lleve a la casa de Camila a las 23 hs.
Decido ponerme una blusa blanca de mangas anchas y alargadas y un short corto negro. También me pongo cancanes, tacos negros y una gargantilla. Una pulsera que uso cada vez que salgo y me dispongo a maquillarme.
  Busco mis pinturas y empiezo por ponerme base y delinearme los ojos. Al finalizar con eso, me paso rímel. No uso sombra de ojos porque no me gustan los colores que tengo, y porque por la forma de mis párpados, no se lucen.
  Termino con un labial rojo que me encanta, empezando con que amo el color rojo, y siguiendo con que es el labial perfecto para la noche.
  Ya estoy lista y aviso a mi papá que me lleve a las 23 hs.
Le mando a Cami:

"Salgo en 10 minutos".

  Subo al auto y salimos con mi papá hasta lo de mi amiga. Allí nos encontraremos, por lo que tengo entendido, con 5 amigas más. Marina, Naomi, Lara, Rocío y María.
  Llego a la casa, me despido de mi papá y bajo para entrar. Golpeo y enseguida me abren la puerta. Es la mamá de Cami, la saludo.
-Estás hermosa, Avril.
-Muchas gracias.- Le sonrío ¿y Cami?
  Me guía hasta la habitación de mi amiga y están allí también Rocío, Naomi, Marina y Lara. Falta María.
  Esperamos a María y mientras hablamos de nuestras expectativas de la fiesta. Cami nos cuenta de la quinceañera. Nos mostramos nuestros outfits y finalmente llega María y salimos rumbo al salón.
  Vamos todo el viaje cantando un CD de One Direction que estaba en el auto. Y en cuanto llegamos nos despedimos todas de la mamá de Camila.
  Entramos a la fiesta y como es trasnoche vamos directo a la pista. Media hora bailando después. Se van todas a la barra y quedo sola con Cami.
  Estamos las dos bailando y le pregunto si me acompaña al baño. Vamos para los baños. Me acomodo un poco los rulos y nos sacamos una foto en el espejo.
  Nos disponemos a volver a la pista y en ese momento en el que estoy a un pie de llegar, alguien toma mi mano.