Maryion

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Narra Alex:
Ella era preciosa, desde el cabello castaño y sus ojos grandes y oscuros, hasta sus labios delgados y delineados y su nariz pequeña, ella era inteligente y bonita y yo no podía pedir nada más. Ella era perfecta.
Nos conocimos en la preparatoria, ella era la única razón para seguir asistiendo a ése apestoso agujero que llamaban escuela, yo era el chico pesado de la escuela, y Maryion era la chica lista y bonita que daba tutorias a chicos como yo, chicos problema; concretamente, nos conocimos cuando el profesor de álgebra le pidió que me diera tutorías para poder subir mis calificaciones; ella aceptó con gusto, por supuesto.
Entre más tiempo pasábamos juntos, más interés sentiamos el uno por el otro; nos fuimos conociendo poco a poco; y después de un tiempo le pedí que fuera mi novia y para mi sorpresa aceptó.
Estuvimos juntos todo ese año escolar... y después llegó el verano.
Estaba haciendo unos ajustes a uno de los amortiguadores de mi motocicleta cuando sonó el timbre de mensaje de mi celular.
Era un mensaje de Maryion:
Tenemos que hablar, nos vemos donde siempre.
Me apresure a responder:
Si, te veo ahí, de qué tenemos que hablar?
En cuanto el mensaje se hubo enviado recibí una respuesta corta de solo tres palabras que me dejo confundido y algo asustado:
Ven y sabrás.
"Mierda" pensé "¿olvidé algo?, no, no, su cumpleaños lo celebramos y nuestro aniversario es hasta dentro de dos semanas" una pequeña voz en mi cabeza me ayudo a pensar "eres un idiota, no olvidaste nada, seguro que hiciste o dijiste alguna estupidez".
-Por supuesto que no, no la he visto en dos días.
Tomé mi chaqueta, las llaves del auto que era de mi madre (un Centra* del año 2009 color arena) que pasó a ser mío cuando se fue y mi celular. 
Desde hace un tiempo que Maryion se había vuelto celosa y posesiva, se molestaba ante cualquier error ajeno y explotaba con demasiada facilidad. Y no solo era así conmigo, sino que también lo era con sus padres, no importaba si era darle una orden o pedirle un favor, ella explotaba y les gritaba; el problema no era tanto el maltrato verbal hacía sus padres o hacía mí, sino que el problema era cuando se enfadaba con Jaqueline, su hermana menor de 9 años, sus padres me contaron que alguna vez estuvo a punto de golpearla.
Salí rumbo a la carretera; el viejo no estaba, se había largado a atender un coche que se había descompuesto a mitad de la carretera a pocos kilómetros de la entrada del pueblo; "¿por qué los idiotas de los viajeros no revisan el coche antes de salir por carretera?" Me pregunté, para después responderme a mí mismo mientras reía "ah, claro, porque son idiotas". Seguí conduciendo hasta "el lugar de siempre", que era la parte de atrás de un descascarado espectacular; vi su auto y aparqué detrás de él, bajé del coche y empecé a caminar hacía donde sabía que estaría ella.
A poca distancia de llegar la vi, siempre que lo hacía era como si la mirara por primera vez, siempre me dejaba sin aliento. Recorrí el pequeño campo hasta llegar a ella. Cuando me vio se levanto.
-Hola, hermosa- la saludé tratando de darle un pequeño beso en los labios, pero se apartó y se lo dí en la mejilla.
-Hola- me respondió fríamente.
"Mierda, ¿ahora qué demonios hiciste, Alexander?" Me reprendí mentalmente.
-¿De qué querías hablar, Mary?- pregunté dibujando una pequeña sonrisa. Ella me miró seria y arrugo los labios.
-Me voy, Alex
-¿Qué? ¿Por qué?- sentía como si me hubieran golpeado una y otra vez en el estómago, sin aire, como si me ahogaran- ¿acaso hice algo que te molestara, Mary?
-No eres tu, Alex- se acercó, tomó mi rostro entre sus manos y me miro a los ojos- nunca fuiste tu, lo siento, me iré del pueblo, ya no lo soporto.
-¿Ya no soportas qué, Maryion?
-A mis padres, la rutina, el aburrimiento- me miró- siento un gran cariño por ti, Alex, y quiero que vengas conmigo...
-No- respondí retirando sus manos de mi rostro bruscamente- no puedo dejar a Erick solo, volvería al alcohol, no voy a dejar que arruiné su vida solo porque me fui egoístamente con mi novia.
-¿Eso significa que te quedarás en este pueblucho de quinta?- estaba molesta, es más, estaba furiosa, no conocí ése lado caprichoso suyo hasta ése día- ¿no vendrás conmigo, Alex?
-No, Mary, lo siento, pero ya te dí mis razones y quiero que respetes mi decisión.
-Bien- me dijo- respeto tu decisión, no tienes de qué preocuparte, me voy en este instante, no volverás a verme en tu asquerosa vida.
-¿Qué? Mary, no, no te vayas, por favor- me acerqué a ella y tomé su mano- quedate aquí, conmigo, ¿si?.
-NO- safó su mano de la mía bruscamente- ¡estoy harta de todos! ¡Ya no quiero estar aquí! Me siento encerrada y asfixiada, estoy harta de las tradiciones de este lugar- me miró- me gustas mucho, Alex, pero no lo suficiente para quedarme y casarme contigo*.
¡BUM! Sentí como si me hubieran tirado una bomba nuclear encima.
Cuando volví a mirarla se estaba alejando, no sabía si se despediría o no, pero en ese momento no me importó, lo único que me importaba era el dolor que sentía en el pecho.
Sin darme cuenta, antes del atardecer estaba en casa, echado en la cama, con lágrimas de dolor y tristeza mojándome las mejillas; lo único que supe antes de caer dormido fue que mi padre había vuelto y que estaba en la cocina preparándose algo de cenar.
Maryion no se despidió de nadie, solo desapareció, dejando una nota que decía:
Me voy, lo siento mucho, me voy porque no quiero hacerles daño, por favor, no me busquen, me voy por cuenta propia.
Los quiero.
Maryion
Y además de la nota también dejó un vacío y dolor terribles en mi pecho.

Refrencias:
* Centra: es el modelo de auto que en este mundo sería un Sentra de la marca Nissan.
*Al decir Maryion que le gustaba Alex, pero no lo suficiente para casarse con él y que esta harta de las tradiciones se refiere a una tradición que existe en el pueblo, en la que todos tienen que casarse con su primera pareja, pues es mal visto tener más de una pareja.

Verano En HuntvilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora