Verano En Huntville

Huntville

Me llamo Mei, si así, sólo Mei, porque en éste mundo no hay apellidos, no sé porque, pero te reconocen como en la Edad Media, entonces me presentaré de nuevo; soy Mei, hija de Rick y Fiuor, pero en Huntville esos nombres ya no se identifican, pues mis padres se fueron del pequeño pueblo a la gran ciudad de New Light a buscar una mejor oportunidad de trabajo. Éste verano he decidido venir a quedarme con mis abuelos durante todo el verano, sip, así es, dos meses en el pueblo con mis abuelos. Tienen una cafetería  , que es la única en todo el lugar, se llama Miriam, en honor a una de las hermanas de mi abuela que falleció en un incendio que hubo cuando mi abuela era una niña, su hermana Miriam era la mayor y se quedó atrapada dentro de la casa que estaba envuelta en llamas.
Mi abuela es Rose y mi abuelo es Tom, así que en el pueblo soy conocida como Mei, la nieta de Tom y Rose.
Aún no he dicho por qué decidí venir acá a pasar el verano, bueno, supongo que es porque me gusta la tranquilidad del pueblo, y que estoy harta del constante jaleo que hay en las calles de New Light. Además de que aquí dejé una de las amistades más preciadas de toda mi vida, mi amiga de la infancia Jean, podría decirse que es mi mejor amiga, nadie me conoce mejor que ella, a pesar de vivir en diferentes sitios, nos mantenemos en contacto y nos llamamos todos los día, para mantenernos al día de lo que le ha pasado a la otra.
Justo en este momento, Jean y yo estamos limpiando la cafeteria, antes de que llegué la gente, yo la barra, ella las mesas, mi abuelo ésta en la bodega que ésta en la parte de atrás de la cafeteria, sacando ingredientes frescos para que mi tío Andy y mi primo Charlie puedan trabajar en la cocina; suena la campanilla de la puerta, indicando que alguien ha entrado; y cuando veo al muchacho de cabellos negros, chaqueta de cuero y fríos ojos grises, se me para el corazón, no lo había visto en ninguna de mis visitas al pueblo, no sé quién es, no sé su nombre, no sé nada solo sé que mi corazón palpita muy rápido. Me he quedado congelada unos segundos, Jean ha visto que el chico no me ha parecido nada mal (en realidad me ha encantado) y me hace señas para que vaya a tomarle la orden, dejo el trapo en el lavamanos y me acerco a ella, me entrega una libreta pequeña y un bolígrafo; tomó aire y me acercó al lugar donde ésta sentado: el banco frente a la barra más alejado, en el rincón. Lleva camiseta gris con el logo de alguna banda, chaqueta de cuero negra a pesar del calor, pantalones de mezclilla azules desgastados y botas negras estilo militar; todo en el resuma ése aire de chico malo.
Estoy tan cerca que ya casi no puedo respirar, siento la cara caliente, diablos, debo estar sonrojada, eso me da aspecto de niña de catorce no de diecisiete. Solo puedo pensar: "demonios, es tan guapo"