1 ~ Welcome

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Bienvenidos a la inauguración del Internado San Felipe, esa institución en la que los jóvenes dejaran en el pasado la niñez, para dar un gran paso a la madurez, por favor, dirijanse a la sala de actos, ahí recibirán toda la información sobre el curso 2016-2017, mucha suerte.

-Que asco - habla Meg mientras baja las cosas del coche, lo único que le quedaba después de aquel accidente en casa, era una misera bolsa de ropa y una mochila llena de libros y material nuevo para el nuevo curso. "¿Porque libros si y ropa no?" -Se preguntaba la joven mientras un resoplido salia de lo mas profundo de su interior, levantó la cabeza, esa torre abandonada y toda esa horrible y mal cuidada flora no hizo mas que provocar un río de lágrimas a la pobre chica. No podía creer lo que le había pasado en tan sólo tres días, cerró los ojos con fuerza para comprobar que esto no fuese una vil pesadilla, pero un brazo a su alrededor de sus hombros la sacó de sus pensamientos.
-Vamos Meg, o llegaremos tarde - habló Noah; Su hermano Mellizo, el cual se había convertido en su único apoyo, ella lo admiraba, porque con todo lo que había pasado el no había soltado una lágrima, era fuerte, era fuerte por Meghan, esta abrió los ojos atemorizada por no saber lo que iba a ocurrir según entraran por esa puerta, miró a su hermano, el cual le mando una sonrisa cómplice, la cual le aportaba a la chica una gran seguridad, respiro hondo y después de coger aire, se dirigieron al salón de actos que anteriormente había instruido la megafonía.
-¿Porque no pudimos quedarnos con la tía Rose? - pregunta Meghan apreciando todo su alrededor, las viejas paredes llenas de humedad llenaban la paredes del edificio.
-Ella no puede hacerse cargo de nosotros, apenas tiene para ella y su marido. - dijo el mayor mirando a un punto fijo, siguieron caminando hasta un pequeño pasillo donde se escuchó la voz del director.
-Yo ahí no entro, me voy a mi habitación. -Afirma Meghan abriendo sus ojos como platos, su hermano frunció el ceño.
-Pero si no sabes cual es - respondió aun con el ceño fruncido, Meghan miró hacia todos lados hasta que diviso la cabina de recepción, solo se limitó a responder.
-Entra tu, ya me dirás que tal es - Dijo mientras esbozaba una falsa sonrisa y se dirigió a la cabina, vio como su hermano se encogió de hombros y entro al salón de actos donde estaba todo el alumnado y el personal docente.
"Es mi oportunidad de salir de aquí" - dijo antes de echarse a correr hacia la puerta, miro hacia atrás mientras seguía corriendo hasta que sintió como se chocaba con alguien, esta brincó del susto mientras atinaba a dar un golpe a aquello con lo que sea que haya chocado.

-¿Ibas a alguna parte, fiera? - Habla una voz grave de chico, esta, enfurecida, le da un empujón.

-¿Pero eres imbécil? - le pregunta mientras intenta volver a escapar, pero este, se pone en medio.

-No puedo dejar que te vayas, Eso es de ser idiota, yo te llevaré por buen camino.

-Dejame ir, no se van a enterar, por dios...- Dijo casi suplicando y a punto de ponerse a llorar.

-Escucha, si te vas y te pillan te van a castigar y los castigos aquí, son terribles, ya lo verás.

-Pero si me voy y no me pillan no pasara nada, apartate de mi camino, pesado - le volvió a empujar pero este la cogió de los brazos, esta se intentó soltar y lo consiguió.

-Vale, Vete. ¿Pero quien te garantiza de que no me voy a chivar? - Esta paro en seco y se dio la vuelta lentamente, le envió una mirada asesina y este soltó una carcajada.

-Si las miradas Matasen...- Dijo aun riendo - Oye, tarde o temprano me lo vas a agradecer, ya por estar aquí fuera y no estar dentro del salón de actos te buscas un castigo. - dijo mirando a sus ojos esmeralda mientras una sonrisa se curvaba en su rostro.

-¿Y tu? - Preguntó incrédula mientras se cruzaba de brazos y mordía su labio inferior, siempre que lo hacia se ponía nerviosa y toda esta situación era algo que le superaba por completo.

-Yo llevo aquí toda mi puñetera vida, soy inmune a los castigos. - dijo orgulloso, ella frunció el ceño y levantó la mano en señal de no entender nada.

-¿Como llevas toda tu vida aquí si lo están inaugurando hoy?

-Inauguran la escuela, no el internado. yo crecí aquí. -Dijo sin ningún problema, ella se acercó a el.

-Lo siento - Dijo y le dedico una sonrisa, a el no le importaba, ni siquiera se acordaba de su madre así que no era algo que le afectaba, ambos se dirigieron al salón de actos y se pasaron riendo toda la tarde gracias a las payasadas de el.

-Por cierto, soy Nicholas, pero puedes llamarme Nick - Sonríe y le estira la mano.

-Meghan - Respondió mientras estrecha la mano - puedes llamarme Meg. - Terminó de hablar.

-Bienvenida al infierno - Carcajearon y se fueron directamente a sus respectivas habitaciones.

-Aquí es la tuya, la compartirás con Lottie, una chica que conocí hoy y pensé que te caería bien. - dijo Noah y le dio un abrazo.

-Perfecto, Nos vemos mañana

-Pero espera...

-¡¡Adiós!! - dijo y le cerró la puerta en las narices. Había un gran pasillo antes de llegar al salón donde había dos cuartos y un baño que compartir.

-No esta tan mal, compartes piso pero no habitación. - se dijo

-Si, puedes traerte los ligues y hacer lo que te de la gana porque está insonorizado. - Hablo una chica que salia del baño acompañado de un chico que se estaba abrochando la camisa, Meg se quedó en shock, como molaba

-Venga ya, fuera de aquí - lo echó fuera antes de venir aquí y presentarse.

- ¡Hola compi! Perdona por lo que acabas de ver, em, al principio es un poco traumático pero te acostumbrarás, tu también lo harás. soy Lottie.

-Eso Mola, Yo soy Meghan y soy igual que tu, los tíos solo sirven para eso, es así. -Ella sonrió con sus dientes perfectamente blancos, con una gran sonrisa adornada con un pintalabios rojo oscuro y sacudiendo su pelo rubio platino,

-Pues entonces vamos a ser muy amigas - Sonrió y se dieron dos besos a modo de presentación. Lottie era una chica guapísima, el típica chica con la que todo hombre sonaría, su pálida piel hacía juego perfectamente con sus ojos azules y su pelo platino, un cuerpazo cubierto y adornado con el uniforme del internado. Meghan no paraba de pensar en como seria su vida si tuviera el cuerpazo que tiene su ahora amiga, esta se miro en el espejo, veía una clara diferencia entre cuerpos, Meghan no estaba gorda, pero tampoco tenia un cuerpo perfecto, Meg acariciaba su tripa en el espejo y colocaba su pelo castaño detrás de su oreja, luego después de pensar un rato esbozó una sonrisa, no conseguía encontrar un defecto en ella, se amaba completamente a si misma y no habría nadie que le hiciera pensar lo contrario. La voz de Lottie sacó de sus pensamientos a la castaña.

-¿Pedimos unas Pizzas? - dijo con una sonrisa.

-¿Nos dejan? - Vuelve a preguntar  meghan, lottie niega la cabeza y sonríe.

-¿Quien se va a enterar? - Sonríe y saca el teléfono para llamar a la pizzería mas cercana. Definitivamente me cae genial esta chica, encajamos a la perfección.

BoardingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora