Dulce tentación (Myungjong)

1.-Solicitud

Y aquí estoy, parado frente al lugar, muchos dirán que es una tontería, incluso una vergüenza, pero, ¿qué hay de malo en hacer lo que te gusta?.

~•~

"Querido, es delicioso, pero, creo que hacer esto no es adecuado para ti".-Me miraba seriamente mi madre.

"Tú madre tiene razón hijo, un hombre como tú no puede ir por ahí haciendo esto, desperdiciarás todo ese porte, vamos ¿repostería?, por favor".-Hablo con ironía mi padre.

"Pero, papá, hay grandes reposteros, podría hacer muchos postres y pasteles para grandes eventos, o personas importantes, podría.."

"¡Myungsoo!, basta, no vas a ser un patético pastelero, ¿de acuerdo?"

"Bien madre"

~•~
A mis padres no les gustara nada esto, pero y que, ellos deberían entender que a mí me gusta esto.

Suspiré, los nervios cada vez se acrecentaban más, ¿qué debía decir?, ¿y si se negaban?, ¿y se se reían de mí?, ¿quizá la repostera en jefe no me creía capaz de hacerlo?.

Sacudí la cabeza, tratando de disipar todas esas ideas negativas, tenía que intentarlo, nadie lo sabría, además, ¿qué podía perder?, solo estoy haciendo lo que me gusta.

Me mire en el cristal del local, coloque el sobre de mi solicitud bajo mi brazo, acomode mi cabello un poco, tome la manilla de la enorme puerta de cristal y empuje.

El olor dulce no se hizo esperar, Mmm, fondant.

El sitio era mediano, las paredes estaban decoradas con tonos verdes y blanco, le daba un hermoso contraste desde el techo hasta el suelo, había bancos y sillas  de colores pasteles.

Camine hasta una vitrina enorme, observe los pasteles que tenían ahí, había dos pasteles de colores con leyendas de cumpleaños, la decoración era muy bonita, pero uno en especial llamo mi atención, era de cuatro pisos, el color era blanco, tenía flores de azúcar en el último piso, cada piso tenía adornos en color negro con un estilo barroco.

Hermoso.

-Woow.

-¿Puedo ayudarte en algo?.-Una voz detrás de mí me hizo desviar mi atención de aquella obra de arte.

-Ammm.-Fije mi vista en él, lo mire con suma atención, traía puestos unos pantalones negros un tanto ajustados, acompañados de una camiseta blanca con manga tres cuartos con el logo del local. Debo decir que se ve bastante afeminado, pero aún así, su cabello rubio, sus labios rosas, sus grandes y brillantes ojos, su piel blanquecina, ¡Dios! hacen de este chico un apolíneo del cual es difícil despegar la vista.

-¿Le gusta?.

-Bastante.-Dije sin pensar y sin dejar de observarlo embobado.

-Yo lo diseñé, lo hice con ayuda de los demás claro.-Le dirigió una rápida mirada al pastel y luego de regreso a mi, frunció el ceño.

-Ah si, si, el pastel claro.-Me sacudí el cabello.

-¿Tengo algo en el rostro?

-¡No!, ¡no!, mmmm.

¡Dios!, ¿qué estoy haciendo?, solo lo observaba cierto, no tiene nada de malo, ¿o sí?, no claro que no, saber apreciar la belleza de alguien más no te hace un acosador.

-Entonces, ¿en qué puedo ayudarle?.-Dijo cruzando sus brazos.

-Ammm.-Saque el folleto doblado de mi bolsillo del pantalón, lo extendí y se lo mostré.-Aquí dice que necesitan personal.