La cara de mi jefe estaba digna para sacarle una fotografía en grande y enmarcarla para colocarla a la entrada del local., la verdad ya se había pasado de la raya con su comportamiento y pretendía darle una lección, ¿besarlo?, no era mi plan inicial, pero, ¿cuál sería el problema en hacerlo?, Sungjong estaba como quería y deseo de besarlo me sobraba., este chico me traía vuelto loco desde el primer momento en que lo vi, y es que lo cierto era que si alguien me preguntara que era la belleza para mí, definitivamente yo les mostraría una foto de Sungjong.
Llevé mi diestra hasta la mejilla del chico mientras acercaba mi rostro cada vez más al suyo, notando como él solamente cerraba sus ojos ante mi cercanía., ¿no pensaba detenerme?, vaya, ¿quien lo diría?, quizá muy en el fondo él también me deseaba.
-Tienes unos labios muy tentadores Lee.
Susurre cerca de su rostro, dispuesto a romper aquella pequeña distancia que nos separaba, miré sus carnosos y brillantes labios un par de segundos para después escuchar un pequeño suspiro salir de los labios ajenos, logrando que su aliento chocara contra mi rostro, haciéndome cerrar los ojos de igual forma, estar atrapados aquí es lo mejor que pudo pasarme., pero lo siguiente que ocurrió ni en mis más vagas pesadillas me lo había imaginado, el sonido de la cortina abriéndose y una conocida voz haciendo presencia en el camión rompió toda esperanza de aunque sea llegar a segunda base con mi jefe, haciéndome fruncir el ceño mientras suspiraba pesadamente.
-¡Chicos!, ¿cuanto rato llevan?...¡oh por Dios!
Sungjong abrió sus ojos rápidamente mientras me miraba fijamente, solo para después mirar a Jiae y titubear un poco.
-¿Por que tardan tanto?, oh rayos.
El chico de cejas gruesas sacó su celular e inmediatamente nos tomó una fotografía, mirando después su celular para soltar una carcajada.
-Vaya vaya, que ocupados estaban, si lo desean puedo cerrar la cortina de nuevo, debe hacer calor ahí dentro.
Una pequeña sonrisa ladina se dibujo en mis labios mientras miraba nuevamente a Sungjong, el cual se encontraba totalmente enrojecido, ¿coraje?, ¿vergüenza?, ¿excitación?, quién sabe.
-¡No es lo que parece!
Gritó mientras me empujaba con fuerza, haciéndome caer de espaldas sobre la fría lamina., este chico me encantaba.
-Pues Kim no tiene camisa, y estaban demasiado juntos.
Jiae le guiñó un ojo a Sungjong mientras colocaba su índice sobre sus rosados labios, riendo después mientras empujaba a Hoya suavemente.
-No le diré a nadie, aggg, si este chico en realidad era tu novio y por eso no lo querías contratar debiste decirme, nadie piensa quitártelo, vaya celoso que eres.
La forma tan dulce en la que Jiae hablaba solo me hacía recordar a las chicas que se emocionaban al ver un drama o alguna película romántica, y la posición en la que se encontraba recargada, con ambos brazos sobre el camión y su rostro descansando en estos, no ayudaba mucho, aunque debo admitir, que se veía adorable.
-ES-TAS, LO-CA.
Deletreo en voz alta el menor mientras dirigía su mirada nuevamente a mí, negando mientras achicaba sus ojos para después señalarme con el índice.
-Estas muerto Kim.
-¿Eso quiere decir que no se besaran?
Mordí mi labio inferior de forma provocativa mientras tomaba mi camisa, incorporándome lentamente mientas la colocaba nuevamente, abotonando apenas unos cuantos botones mientras reía.
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Dulce tentación (Myungjong)
FanficY aquí estoy, parado frente al lugar, muchos dirán que es una tontería, incluso una vergüenza, pero, ¿qué hay de malo en hacer lo que te gusta?. Agosto 2016