Iván sabía que William no estaba durmiendo. A pesar de ser de día y hallarse en el interior del carruaje, lo sentía alerta. Tal vez fuera su sexto sentido mirlaj.
—¿A quién vamos a visitar que os tiene tan alterado? —No era la primera vez que lo preguntaba sin éxito.
—Es muy tarde para eso —contestó el vampiro.
—Querréis decir temprano.
Se frotó los ojos y bebió un trago de agua para despejarse.
El sol brillaba en lo alto y llevaban unas horas de camino, pero aún estaba adormilado. Tanto tiempo acostumbrado al horario nocturno de William, le había afectado.
—Carece de importancia. Es demasiado temprano o demasiado tarde para hablar del asunto.
—Sé que es importante, por eso debería estar al tanto —insistió—. ¿Qué pone en la carta que os enviaron?
William suspiró y se tomó su tiempo antes de contestar. Iván no le metió prisa. Una vez cedía, era mejor no contrariarlo o se negaría a contestar de nuevo.
—Me la envió alguien que no veo desde hace siglos.
—¿Un vampiro de Vasilia? ¿El canciller de nuevo?
—No, es de una vampira. Nació en Dragosta, igual que yo, pero se marchó y no volví a verla.
—¿La creísteis muerta?
—No. —Iván creyó distinguir una sonrisa en su voz—. Es demasiado inteligente para morir.
—Otro vampiro en Svetlïa... —murmuró el joven—. Parece que los de vuestra especie no sienten demasiado respeto por el tratado.
No pudo ocultar su ira ante el hecho y William no se lo reprochó.
—Te aseguro que, desde que se firmó, solo hemos cruzado la frontera ella y yo. Ya sabes de dónde salió el vampiro que tenemos prisionero, también conoces el origen de Wendolyn y el de Elliot de Wiktoria.
—¿Y qué hay de Gabriela, la vampira que lo transformó?
—Sospecho que fue creada en Svetlïa por esta vieja amistad que os digo. —Iván sabía que cuando William sospechaba algo, en realidad tenía pruebas suficientes para afirmarlo con seguridad—. Tengo intención de cuestionarla al respecto. Dejar a Gabriela suelta es desafiar a Anghelika y nadie desea tenerla en su contra; la reina de Vasilia defiende con verdadero ahínco el tratado.
—Pues más vale que encuentren a Gabriela o pronto habrá demasiados vampiros en Svetlïa para controlarlos.
—No sé cuál es su propósito, pero no creo que convierta a más humanos. Creo que el joven Elliot fue una excepción.
Iván consultó la brújula para cerciorarse de que no se habían desviado de su trayectoria.
—Espero que no os equivoqueis...
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Los eternos malditos ✔️ [El canto de la calavera 1]
Fantasy¡YA EN FISICO! Tras escapar de las garras de su señor, Wendy solo piensa en vengarse. Al borde de la muerte, acepta la oferta de un vampiro a cambio de su alma. ...