This Is My Story

Capítulo 7 "El Riachuelo"

Amber Page

De un momento a otro Liam me había arrastrado con él, lejos del resto del grupo. Salimos por la puerta trasera de la cocina a un gran jardín con terraza y una enorme piscina que en ese momento estaba iluminada. Justo al otro lado de la piscina, se encontraba una fuente y a su lado el comienzo de un camino que se adentraba al enorme bosque que rodeaba la casa.

-Woow..esto es precioso. ¡Y ENORME! Ósea me imaginaba algo grande pero no tanto. Me encanta.-sonreí mirando  mi alrededor hasta que volví a encontrarme con esa penetrante y perfecta mirada marrón.

Él me estaba sonriendo cosa que causaba que le salieran unas pequeñas arruguillas al lado de los ojos. Era incluso más adorable que en video, si es que eso era posible. Entonces, cuando él me acaricio la mano con su dedo gordo, me di cuenta de que aun seguíamos agarrados y me puse roja. El comenzó a reír provocando que mis mejillas se tiñeran aún más y cuando se dio cuenta, carraspeo.

-Bueno, me alegro de que te guste nuestro jardín.-dijo para que yo dejara de sentirme incomoda y empezara a ponerme nerviosa.- A través de ese camino podemos llegar a un sitio al que me gusta ir cuando quiero desaparecer. Y si no recuerdo mal eso es lo que tu pretendías ¿no Amb? Huir.- yo asentí tímidamente.

No terminaba de creerme lo que estaba pasando, hace dos días estaba en Irlanda en mi casa soñando con conocerle, y ahora estaba aquí con él. Esto era demasiado para mí.

-Estas muy seria Amber.-me soltó la mano y la subió a mi cintura acercándose a mí. El corazón me latía tan fuerte que estoy segura de que él lo podía notar.- Vamos a ver si puedo cambiarlo.-dijo cuando estaba muy pegado a mí. De pronto comenzó a hacerme cosquillas.

-¡OH  DIOS NO! ¡PARA LIAM! –yo no podía parar de reírme. Que tonta. Creía que iba a besarme. Alguien tan famoso como él jamás se fijaría en mí. Que ilusa.

Intente liberarme de su agarre pero no pude, así que intentar forcejear con él. Cosa que fue inútil. Liam comenzó a dar pasos hacia atrás para estabilizarse, pero en vez de eso termino cayendo al suelo conmigo encima. Ambos estábamos riéndonos hasta que nos dimos cuenta de que estábamos totalmente pegados y nuestros labios se encontraban a milímetros de distancia. Él rozo mis labios y justo en ese momento oímos un ruido, lo que provoco que nos separaramos. Nos levantamos sin decir nada y él tiro de mi mano.

-Vamos a mi rincón secreto.

Liam Payne

Me lo estaba pasando realmente bien con Amber, era preciosa. Sus ojos verdes me tenían hipnotizado. Aunque no nos habíamos conocido de muy buenas maneras, ya que casi me deja sordo, tenía que admitir que a veces las fans locas pueden llegar a ser perfectas. Quería conocerla mejor, sentía que si confiaba en ella, nada podría salir mal. La lleve a través del camino, por un sendero hasta el final de nuestro jardín. Había un riachuelo y uno de estos bancos que se columpian.

Me soltó la mano y note como la mano se me quedaba helada, y solitaria. Necesitaba tenerla cerca. Ella se acercó al riachuelo y sea agacho para oler una flor. Justo en ese momento me di cuenta.

-¡AMBER NO ESA NO!-ella se sobresaltó y  la agarrare tirando de ella hacia a mí.

-¡¿Qué pasa?!- me pregunto asustada y con la respiración agitada.

-Esa flor es venenosa.-la apreté contra mi.-No me apetece ir al hospital.

-¿Por qué tenéis flores venenosas?-me miro mal y yo me reí.

-Son silvestres, mañana le diré al jardinero que las quite.-Seguía teniéndola fuertemente agarrada a mí. Le mire fijamente a los ojos y luego a los labios. Ella se dio cuenta y se le enrojecieron las mejillas. Entonces la bese.

Audrey Smith

Nicole y Amber habían desaparecido y yo me había quedado rodeada de cuatro chicos, ya que Niall, Luke y Liam tampoco estaban, y Gemma, la hermana de Harry. Me la habían presentado hacía una media hora escasa y ya me llevaba muy bien con ella. Estaba estudiando en la universidad de Londres ya que tenía muy buenas notas y había sido becada allí, aunque ahora mismo con el poder monetario de Harry eso no era ningún problema. Pero entendía la perspectiva de Gemma, a mí tampoco me gustaba que mis padres me pagaran todo, y cuando empezara el segundo semestre pensaba buscarme un trabajo ya que tendría algo más de tiempo libre.

Estábamos hablando Gemma y yo de píe junto a la ventana que daba a la entrada y bebiendo cuando de la nada apareció Harry de la nada y agarro a Gemma.

-Vamos a bailar.- ordeno Harry.

-Como digas mandón.-ella dejo la copa y se fue con él.-Ahora vengo Audrey.

-Eh de mandón nada, a penas te veo. Tienes que descansar, estudias demasiado.-Me reí de lo mono que se veía Harry abrazando a su hermana.

De pronto sentí que alguien me cogía por la cintura y tiraba de mi hacía atrás, haciéndome adentrarme en una habitación que estaba a mis espaldas. La luz estaba apagada.

-¿¡Qué demonios!?- me gire y la persona que me agarraba me había soltado. Intente palpar en la oscuridad a la persona que me había apresado. “Parezco tonta” pensé. – En fin, seas quien seas, no vuelvas a hacer eso. Se karate.-dije pretendiendo sonar amenazante.- Así que ándate con cuidado.-Oí una pequeña risotada cerca de mí. Me sonaba esa risa.

-Deja de reírte y da la cara.- de pronto note la respiración de alguien en mi nuca, esa persona me acariciaba el costado y me apretaba un poco contra él. Supuse que era un chico al coger su mano. Me aparto el pelo del cuello y me soltó un tímido beso en el cuello. Por un momento me deje llevar olvidando todos mis principios y me gire para enroscar mis brazos alrededor de su cuello y me puse de puntillas para alcanzar sus labios. Los roce ligeramente y el enseguida me beso con fuerza. Este me cogió de los muslos y me coloco en lo que creo que era  una mesa. Oímos como alguien bajaba las escaleras y en el momento en el que pare de besarle me di cuenta de lo que estaba haciendo. Le empuje enfadada, aunque aún no sabía quién era.

-Seas quien seas, estas no son formas de entrarle a una chica-le pegue al aire consiguiendo darle, ya que no veía una mierda, me baje de la mesa y seguí la línea de luz que venía de la puerta que estaba volteada y me dirigí al baño del piso de arriba.