Capitulo 01

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Si alguien me lo hubiera contado, yo jamás lo habría creído. Es decir, todo suena demasiado fantasioso, pero fue appá a quien le pasó, y bueno, yo estuve demasiado cerca de todo como para notar cosas extrañas a mí alrededor.

Mi nombre es Aron, tengo 15 años recién cumplidos, acabo de entrar al bachillerato, estoy en la edad en que... bueno ustedes saben, los jovencitos se convierten en algo que no sabías que podrían ser tan lindos...

¿Cuál es el problema? Que a veces quisiera poder tener a alguien con quien hablar sobre éste tipo de cosas, como se debe conquistar a los jovencitos, y créanme, appá no es de gran ayuda.

Desde que puedo recordar, appá nunca ha tenido una pareja estable, se la pasa hablando mal de los hombres, se la vive recordándome que yo debo ser todo un caballero, tratar a los jovencitos con respeto, en fin toda una serie de consejos, que para ser sincero hasta ahora no me han servido de mucho.

Appá es abogado, por increíble que parezca se mueve en un mundo en donde quienes dominan el negocio son los hombres, su jefe es un hombre y sus adversarios en los juicios, son hombres. Creo que appá es masoquista... en fin, las cosas comenzaron a cambiar el día en que a appá le asignaron un nuevo caso.

Hyung Joon (POV)

Como todos los días desde hace 15 años, me despierto muy temprano, preparo el desayuno, despierto a mi hijo adolescente, lo apresuro para que se vista, lo llevo a la escuela y finalmente voy a mi oficina.

No me quejo, Aron es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida, es lo más importante y la persona por quien trabajo día a día, enfrentándome a hombres superficiales, machistas e hipócritas. No voy a negarlo, ha sido difícil abrirme camino en una profesión en donde los hombres son como tiburones en busca del pez más débil.

Creo que he logrado un lugar en el bufete de abogados para el cual trabajo, aún así, los casos más sencillos y los menos relevantes siempre terminan en mi escritorio, mientras que los más complicados y que capturan la atención de los reflectores son para mis compañeros.

Así que aún sigo intentando brillar y que mi jefe, vea en mí a un buen abogado no solo a un jovencito con linda sonrisa, o buenos atributos.

-Buenos días- saludo un poco forzado a mi compañero de oficina

-Buen día-

Su nombre es Kyu Jong, y no es que tenga algo en su contra, además del hecho de que es hombre, pero apenas lleva aquí un año y ya consigue mejores casos que yo.

Camino hasta mi escritorio, dejo mi portafolio a un lado, me siento y comienzo a revisar los folders con algunos casos que aún están en los tribunales en curso. Suspiro hondo cuando veo que hoy por la mañana llegó la resolución de uno de los más importantes que tenía.

El juez, hombre por cierto, ha decidido que mi cliente se atravesó en el camino del lujoso vehículo de un jovencito, hijo de un poderoso magnate, y que además estaba siendo representado por un bufete de abogados conocido por tener entre sus filas a los más implacables.

Obviamente, la resolución no ha sido justa, algo debieron hacer. El problema es que mi cliente ha quedado sin el pago de sus gastos médicos y yo tengo que darle la noticia.

El sonido de mi teléfono de escritorio me saca de mis pensamientos. Veo fijamente la pantalla para ver que la llamada proviene de la oficina de mi jefe. Aprieto los labios, respiro hondo. No estoy listo para enfrentarlo.

Seguramente ya se ha enterado de éste fracaso.

-¿No vas a contestar?- levanto la mirada para ver a Kyu Jong quien me ve con una sonrisa idiota, frunzo el ceño

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora