Deberias creer.

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La mañana siguiente me desperté con los ojos hinchados de tanto llorar por la noche, estaba cansada y hambrienta. Ayer había pasado un día fatal, comenzando por que estaba confundida y no sabia si mi mejor amigo empezaba a gustarme o solo comenzaba a quererlo más pero solo querer de amistad, luego tuve un sueño que lo sentí mas que real y fue descabellado y horrible, según yo un chico me había...digamos...violado...? Pues fue en mi contra, aunque después ya no luche más ya que estaba cansada... Le pregunte si era un íncubo... No me respondió, lo mas seguro es que si, pero estoy confundida pues ¿acaso puedes hablar con ellos? , después decidí irme de casa y salir con Mat y fuimos al parque, pero me puse de sentimental y comencé a llorar, y a contarle todo sobre mi depresión y lo mal que lo estaba pasando, no quise comer nada y estaba toda triste y desganada, a tal punto que Mat tuvo que llevarme cargando hasta el auto, ya no podía mas con sus acusaciones de por que había hecho aquello esa noche, me hace sentir fatal, tal vez si esta mal todo aquello y cometí el peor error de mi vida, pero no comprendo por que en ese momento no lo sentí así. Después llegue a casa y seguía sola, y la llave del lavabo estaba abierta, me hizo sentir loca, no recuerdo haberla dejado abierta y tampoco anda mal... No se que ocurrió, no hay explicación lógica y no quiero pensar mas sobre ese tema, me asusta que llegue a sacar una mala conclusión.
Me quede en mi cama pensando en nada, solo veía el techo con tranquilidad y gusto, por fin estaba sola, un momento de tranquilidad, de silencio, solo de mi, para relajarme, eso era todo lo que quería.
Mi mamá entro al cuarto, se sentó en mi cama al lado mio, me comenzó acariciar el cabello.
-Te quiero, ¿lo sabes no?.
Le Sonreí de una manera tierna, ella me miraba con mucha ternura.
-Si, yo te quiero a ti, ¿tu lo sabes?.
Ella sonrió mostrando sus hermosos dientes, se acerco y me dio un beso en la frente. Me hizo señas para que me hiciera a un lado para luego acostarse conmigo y las dos mirar el techo sin decir nada, ni sentirnos incomodas, era perfecto.

Me quede dormida, cuando abrí los ojos me di cuenta que mi mamá ya no estaba conmigo en la cama, me pare con un poco de dolor de cabeza debido a que dormí más de lo que debía ser baje las escaleras y mi hermana estaba en el sillón con el teléfono.
-Katia.- miraba a todos lados buscando a mi mamá.
-¿Que?.- me contesto de mala gana. La voltee a ver.
-Ayyyyyy.- se comenzó a reír.
-Tu cara.-dijo señalandome y bajito por las risas.
Le Sonreí.
-Oye Mat te vino a buscar.
-¿Tiene mucho?.
-No, tiene como 20 minutos.
-¿Por que no me despertaron?.- debía seguir preocupado por ayer.
-Por que el pidió que no lo hiciéramos.- ay Mat, siempre hacia lo mismo, cuando me encontraba dormida pedía que no me levantaran para el observarme dormir, ya estaba acostumbrada, recuerdo las primeras veces que lo hizo no dormí por las tardes por si él llegaba a venir.
-¿Me observo?.
-Sip, como siempre.
-Vaya sorpresa...
Subí a mi cuarto busque mi teléfono y tenia 3 llamadas perdidas de Mat. Las iba a devolver pero no tenia saldo, me puse algo cómodo pero una chamarra encima ya que estaba lloviendo, baje y tome dinero de un jarrón que tenia para comprarme cosas de la tienda.
-Ahora vengo, voy a la tienda, no tardo.- le avise a Katia.
-Comprame unos doritos por favor.- puso cara de niña buena.
-Vale...ya que...¿Incógnita?.
-Tu si sabes.- me guiñó el ojo.
Salí de la casa y me puse la capucha pues estaba lloviendo recio. La tienda quedaba como a cuatro cuadras así que comencé a caminar llegando a la tienda pedi una recarga, me la dio y antes de salir me acorde de los doritos así que fui a la parte de atrás para tomarlos cuando iba a la caja para pagar escuche voces, pero no cualquieras una era exactamente igual a la de Darriel y me detuve en seco, me fui hasta la parte de atrás de nuevo y decidí quedarme ahí hasta que las voces ya no se escucharan.
Pero mi plan me salio mal por que las voces se escuchaban mas cerca de mi, así que decidí esconderme tras una estantería.
-¿Y como era?.- le preguntaba el chico de ojos cafés a el de ojos azules que era Darriel.
-Bonita, era bonita, muy bonita.- parecía que estaban viendo que papas elegir.
-Espero que con esto que harás por el te perdone...
-No creo, ya lo intente.- el chico de ojos cafés soltó una risa.
-Si pero fue un pésimo intento, lo llevaste al lugar que no le gusta.
-No es mi culpa que a él no le gusten las chicas desnudas Kerler. Son guapas y sabrosas.
-Si bueno pues...las prostitutas no son su tipo.
Darriel alzo sus cejas y sus hombros.
-La verdad no creo que te vuelva hablar por un buen rato.
-Ya se...- Darriel puso cara de deprimido.
-¿Que estas haciendo?.- pegue un brinco por que la pregunta iba hacia mi, estaba tan distraída espiando la conversación de esos dos chicos que no me di cuenta de que Zeir había llegado a mi lado.
Me puse nerviosa y tome lo primero que vi en el estante.
-Busco cosas.- lo mire a sus ojos azules intentando no parecer nerviosa.
-¿Unos condones?.- Parecia irritado.
*Joder joder! ¿Ahora que hago? ¿Que le digo?.
-Ummm...- fue lo único que se me salio decir. Nos mirabamos fijamente.
De pronto a mis lados estaba Darriel y el chico Kerler.
Zeir desvío la mirada a Darriel y luego volvió a mi, me arrebató el condón y lo aventó con poca fuerza al estante.
-Ni se te ocurra.- le dijo Zeir a Darriel para luego irse con Kerler.
Mire a Darriel.
-¿Lo quieres?.- me preguntó Darriel tomando de nuevo el condón.
-No.- alzo los hombros.
-Pues yo si.- y se fue a pagarlos.
Vaya es que este chico se ve que es muy caliente.

Llegue a la casa y mi hermana estaba ahora dormida en el sofá.
Mis padres aun no aparecían.
No quería estar sola así que le tire las papas a mi hermana en l cara haciendo que se despertara enfadada.
Nos pusimos a ver una película, pensaba en marcarle a Mat antes de dormir.
El tiempo se paso volando y me seguia preguntando donde estaban mis padres.
Cuando por fin llegaron de ir al cine y a cenar pude subir a dormir, Mat podría esperar a mañana.

Ya era de noche y me estaba costando conciliar el sueño, cuando por fin lo estaban logrando empecé a escuchar pisadas, abrí los ojos pero no era nada, me insistí en que solo eran cosas de mi imaginación debido al sueño.

Me desperté y sentí como si solo hubiese dormido 10 minutos. Me comence arreglar para ir a la escuela, lo termine. De pronto el recuerdo de ayer en la tienda y de Zeir y su carita de enojado me hizo sonreír.

Iba a bajar cuando mi hermana me detuvo.
-Grace anoche me paso algo muy extraño.- tenia ojeras y se veía pálida.
-¿Y que paso?.- esperaba que se apresurara a contarme pues se me hacia tarde.
-Anoche me pare y fui a la cocina.
-Uy que te de hambre de noche no es extraño.
-Ja Ja Ja, no de esa manera, me pude ver acostada en la cama, pero realmente estaba parada.
-¿Me intentas decir que te viste dormir?.
-Si, pero fui a la cocina, tenia mucha sed, y al pasar por la sala escuche susurros de tu nombre, no se si era de una mujer o de un hombre ya que parecía que tenia mil tonos de voz.
Me dio escalofrío el pensar eso.
-Katia vuelve a dormir, seguro solo fue una pesadilla.
seguro solo si fue eso y ella lo estaba convirtiendo en algo peor.
-No Grace, es enserio, no pienso volver a dormir aun tengo miedo.

Cuando llegue a la escuela Mat no había ido, ahora al parecer todos desaparecían sin dejar nota, pronto tendría que adoptar el papel de detective. Tampoco había maestro, no había ido y en esta clase no me tocaba con Aranza.
Saque mi teléfono con la intención de marcar a Mat, pero decía fuera de servicio.
Lo intente al menos unas 5 veces.
Saque una libreta y me puse hacer garabatos. En clase uno saca su lado artístico.
Pero no fue lo suficiente entretenido, me acosté en la paleta, y comencé a recordar cosas.
-Siento llegar tarde, muy bien saquen su libro, en donde nos quedamos.
Al menos el maestro ya había llegado pero me quede acostada.
Alguien atacaba mi brazo con su dedo en el intento de hablarme. Levante la cabeza, era Zeir.
-¿Te molesta si me siento?.- se refería a la banca de mi lado.
-No para nada.- puso sus cosas sobre ella, que emocionante, tenia al chico grosero a mi lado y que pena si venia a Reclamarme algo de su hermano.
No dijo nada en toda la clase.
Cuando acabo me dirigía al salón de mi hermana para ver que tal seguía, pero aun estaba en clase me recargue en el barandal. Me asome para ver si Mat llegaba.
Voltee a ver a mi hermana y por l ventana mostró un papel que decía "son dos horas". Le hice señas de que volvería y me sonrió.
Iba bajando y visualice a Zeir con su cabello blanco y sus perfectos ojos azules, miraba a la cancha de fútbol, voltee pero no había nadie a distancia. Entonces el me miro, camino hasta mi.
-Deberías creer Grace.
-¿que?.- él miraba la cancha fijamente.
-Pronto sera demasiado tarde.
Pero de que coño hablaba este tipo.

el chico de cabello blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora