Después de haber soltado la sopa ese día Alex se veía deprimido, creí que se enojaría conmigo y no me hablaría pero no es así, parece estar conforme de que hubiera hablado de más.
El lunes no había asistido a la escuela, a decir verdad la escuela comenzaba a darme igual, había reprobado ya tres materias de cinco ¿Grandioso no?.
Pero hoy tenia que asistir por que hoy nos tocaba tres horas la maestra de ética, por lo cual nos tocaba a todos juntos menos mi hermana obviamente.
-¿Te lo pidió?.-casi llegábamos a la escuela.
-Si, hasta me dijo por favor.
-¿Que crees que piense hacer? Tomarte de la mano y mostrarle ni un frijol de interés a esa perra seguramente.-Se río de su propio chiste.
-No creó...-por otro lado estoy seria pensando en para que me querrá Alex estas clases a su lado.-tal vez es para sólo darle un poco de fuerza o que ella no se acerque.
-A lo mejor...
Nos separamos y ella se fue a su salón y yo al mío, entre y no había mas que dos chicas las cuales hablaban a mis espaldas.
Me senté en la segunda fila como siempre, deseo ver a cualquiera de los tres chicos... Volteo a ver a las tipas y me sonríen falsamente.
-¿Crees que sea una zorra?.- hablaban en "susurros" pero no estaban muy lejos de mi así que podía escuchar, me hice la tonta y seguí mirando al pizarron.
-No lo se... Pues ya ves que anda con puros chicos... No tiene amigas... Seguro se acuesta con los tres para que estén con ella en clase.- se comenzaron a reír.
-Si que asco. Debería cambiarse de escuela, así nos haría la vida mas feliz.
-La verdad a mi siempre me cayo mal.
-Si a mi también, es un bicho raro y feo.- volvieron a reír.
De pronto comenzaron a llegar los demás. Se saludaban entre si y reían y charlaban... Yo seguía en mi lugar pero ahora mi cabeza entre mis brazos recargados en la paleta.
*que no te afecte, que no te afecte, ellas no te conocen, no tienes por que darle importancia a esa gente, tu sabes que no es así, y sabes que no a todo el mundo le tienes que caer bien.*
Por mas que lo pensaba e intentaba no darle importancia era imposible, mis ganas de estar en ese salón son nulas, salir corriendo e irme seria lo mejor que me puede pasar, solo quiero irme a un rincón y llorar y que mi odio crezca por que de odio pasara a ser solo indiferencia y así esta mejor.
*Ay no ahí viene Alex y Aranza, vamos sonríe, intenta hacer que nada paso, si se puede.*
-Buenos días princesa.- Aranza al decirlo me sonrió.
-Hola linda.- Se sentó a mi lado y recargo su cabeza en mi hombro.
Alex se sentó a mi otro lado todo desganado y se pego lo que mas pudo a mi.
-¿Como sigues?.-volteo a verme y se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Bien.
Volteamos todos a la puerta. Era Sofia entrando, en su mano llevaba un ramo de rosas rojas. Ara y yo volteamos a ver a Alex.
La perseguía con la mirada, ella se sentó junto a él.
-Hola cariño.- como podía hablarle así cuando ayer hizo aquello.
-Hola.- Alex miraba el pizarron.
-¿Por que tan frío?.
Pasaron 7 segundos y Alex no respondía, Sofia solo lo miraba fijamente.
-¿Y esas rosas?.- Alex fue lo único que pudo decir y la volteo a ver, sobre mi paleta estaba su mano cerrada en puño.
-Ah pues... ¿te acuerdas de Vania? Me las regalo ella.
-Oh... Vania... ¿No sera Vanio?.
-¿Que?.- si si esa chica se hace la tonta.
-Nada.- volvió al pizarron y pude ver como los nudillos se le ponían blancos.
-Oye quita tu mano de ahí.- ni siquiera lo disimulo, los tres nos voltemos hacia ella.- No me mires así Grace, recuerda que Alex es mio.- hizo mueca de presumida.
Yo puse los ojos en blanco.
-No soy tuyo Sofia.
-¿Que?.
-¡Que terminamos!.- toda la clase nos miraba.
-Pero Alex que te esta pasando. ¡Estas loco! ¡No podemos terminar!.
-Eso hubieras pensado antes de haberte ido a manosear con el hermano de Zeir.
Todos tenían la boca abierta, hasta Aranza. Solté una pequeña risita que corte en cuanto vi a Zeir y Mat en la puerta.
-¡¿Esta fuiste tú verdad?! Tus chismesitos y tus mentiras para recuperarlo.
-Wow wow perra no le hables así que aquí la una chismosa y mentirosa eres tú.-Quería besar a Aranza por aquello.
-¿Yo? Pero si ella es la puta del salo...- no con eso otra vez.
-¡Sofia basta!-tenia que decir algo.- Alex no se merece esto okey? Deja de actuar ¿si? Para que vas a estar con Alex si vas a estar haciendo pendejadas como esas.- no tenia la remota idea de por que defendía a Alex después de lo que me hizo, pero es cierto que no me gusta verlo mal.
-Sofia eh decidido y no puedes hacer nada al respecto.
Teníamos la atención de toda el aula, hasta que el maestro entro.
-¡Silencio todos!.
Las horas transcurrieron con Sofia Mandándome miradas de 'te voy a matar', cuando las tres clases por fin acabaron Alex se levantó y se esfumó lo mas rápido que pudo, dejando a Sofia en su pupitre toda nerviosa por alcanzarlo.
-Pero dioses ganas de meterle un golpe no me hacia falta.-eso era cierto.
Zeir se sentó delante de mi. Me miraba de un forma extraña como con ternura y su energía era diferente.
-Ay Carver...- suspiro.
-¿Que?.- lo mire seria.
-Nada nada.- y sonrió.
-¿Bueno...?.- no quiero insistir.
-Si si.- pero esa sonrisa no se le iba. Lo mire entre cerrando los ojos y él puso su mano en su cuello por la parte de atrás y se mordió el labio. No pude evitarlo, solté una risita tonta y él sonrió mucho mas.
-Ay ustedes terminaran casados.
-Claro que no.- bueno yo no lo pensaba así.
-Tal vez.- dijo él.
Le moví la cabeza en forma negativa.
Al final de clases necesitaba ir por unos libros que el maestro se había llevado así que me pidió que lo acompañara.
Me los entregó su hijo y luego me marche escaleras abajo.
Entrar al baño no era muy buena idea pero mi vejiga dolía.
-Si si, te digo que nos vio.
Me frene para seguir escuchando.
-Ash que metiche.
-Si lo se, y me choca por que me puso en ridículo frente todo el salón.
-Si eh se vio horrible.
Ignore aquello y entre.
-Pero mira quien es... La ramera.
Su amiga comenzó a reírse.
-Sofia basta yo no quiero ningún problema contigo.
-Demasiado tarde por que ya lo encontraste.
Le Revire los ojos y me metí a un baño, estoy segura que no es seguro estar aquí mientras ella esta afuera pero enserio necesito hacer del baño.
Murmuraban mientras yo le digo mentalmente a mi pipí que se apure a salir.
El murmullo dejo de escucharse, escalofríos corrieron por todo mi cuerpo cuando sentí el agua helada y sucia caer sobre mi.
Mire arriba y era Sofia y su tonta amiga.
Me puse todo de nuevo lo mas rápido que podía pero ellas ya habían corrido, salí rápido y las busque afuera con la mirada y no las encontré.
Camine hasta la salida y estaba decidida que mañana les patearía el trasero a las dos.
Visualice a los chicos con mi hermana en el auto estaban recargados riendo de chistes que seguro Mat y Zeir contaban.
De pronto alguien toco mi hombro.
-Ay pobre de ti mirate nada mas, das asco.
Toda yo ardi, sentí como todo se subía a mi cabeza y comenzaba a nublarme la vista.
No lo pensé ni un segundo mas y le metí una cachetada, tan fuerte que mi mano me hormigueaba, me la regreso con un golpe en mi estomago que me saco el aire, fue entonces cuando decidí que no tendría ni el mas mínimo cuidado, si la mataba no me importaba mejor para mi.
Me abalance hacia ella tomándola del cabello y agachando su cabeza con rapidez y fuerza pero comenzó a soltar puñetazos al aire, tomo mis brazo y sus uñas se clavaron en el.
La solté porque la sangre comenzaba a brotar.
Cuando se levantó la empuje y no tarde para meterle una patada ella me regreso el golpe con puño cerrado a mi cara dejándome aturdida.
Agarre de nuevo su cabello con mucha fuerza de mas y lo jale para atrás solo para luego estrellar su cara en la pared. Su nariz comenzó a sangrar mientras yo repetía eso.
Unos brazos me rodearon impidiendo que siguiera con mi obra maestra.
-¡Detenganse!.
Unos cuantos compañeros estaban ayudándola a levantarse.
A mi me sujetaba un maestro impidiendo que me fuera contra ella.
Pero daba saltitos para poder soltarme y seguir.
-¡ERES UNA PERRA ESTUPIDA!.- No podía contenerme estaba muy enojada.
-¡A la dirección las dos!.
Nos llevaron por distintos caminos, el maestro por fin me había soltado, caminaba muy a prisa y yo aun seguía con todo mi cuerpo hormigueando.
Cuando llegamos la puerta se abrió.
-Señorita.- era el hijo del maestro.-pase por favor.
Tome asiento y Sofia ya estaba ahi, ella no volteo a verme.
-¡Exacto por el amor de dios! Señoritas, son se-ño-ri-tas.
La platica consistió en lo mal que habíamos hecho, Sofia negó todo sobre haber hecho algo mal.
Citaron a mis padres para mañana. Cuando salimos de la dirección el maestro me tomo de los hombros dirigiéndome por el otro camino, su hijo dirigía a Sofia.
Cuando salí de la escuela la detuvieron.
-Puede irse.
Comencé a caminar, los chicos seguían en el carro.
-Dioses Grace que demonios pensabas.- todos tenían cara de espantados pero enojados.
-¿Como estas?.- Mat me toqueteaba los brazos, el cuello y la cara con sus dedos sudando.
-Estoy bien, solo quiero irme a casa.- me subí al auto y esperaba que todos se subieran entendiendo que por ahora de eso no quería hablar, pero no, solo se subió Zeir.
-Ya nos vamos.- puso la llave y arrancó el carro.
-¿Y los demás? ¿Y mi hermana?.
-Tranquila, van a ir primero a un lugar y luego van directo contigo.
Me relaje y mire por la ventanilla.
-¿Segura que estas bien?.- tenía una mano en el volante mientras que la otra estaba recargada en donde va el cristal y su mano de nuevo en su nuca.
Le eche una mirada asesina.
-Bien bien, entiendo.
Todo el camino fuimos callados.
Nos detuvimos en casa y me comenzaba a sentir irritada por que muchos pensamientos venían a mi cabeza y con los pensamientos emociones revueltas. Las criticas, Sofia, el que no puedo parecerle bien a nadie, el que me siento basura, todo en este justo momento me carcome.
Entramos a la casa y comencé a subir los escalones.
-Grace.- voltee hacia él.-Tengo que irme... Seguro Sofia esta como loca llamándole a mi hermano...
-Si, esta bien, anda.
-Puedes decirme como te sientes...ya sabes ... Puedes confiar en mi.
-Estoy bien Zeir, ya vete.- quiero estar sola y llorar.
Se quedó estático viéndome fijamente con sus manos en sus bolsillos mordiéndose el labio.
El nudo que tenia no iba a soportar ni un poco mas, los ojos comenzaron a llenar de agua, se me salio un sollozo y me tape la boca.
Él dio un paso hacia mi pero se detuvo al ver que le extendía la mano con un alto.
-Oye...no llores, estuviste excelente, mi pequeña boxeadora.
Y los sollozos comenzaron, ahora después de hacer eso nada iba a estar bien en la escuela todo sería mucho mas difícil.
-Grace dije algo que...
Corrí escaleras arriba encerrándome en mi cuarto, me acoste y comencé a llorar.
Para al final quedar dormida.
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el chico de cabello blanco
RandomTodo el mundo tiene miedo, llámese como se llame, la valentía no es no tener miedo, la valentía es sobreponerse al miedo y actuar.