He decidido que daré un giro a mi vida, bueno a decir verdad, las cosas dieron un giro muy drástico por si solas, y me niego a creerlas, me niego a pensar que todo esto me sucede a mi y que las personas de mi alrededor son parte de eso incluso antes de saberlo yo. Pero estoy cansada de ser la última en enterarme de todo, ser un víctima y dejarme así por el miedo de cambiar el rumbo de las cosas.
El sol que alumbra mi cara me inspira más y las comisuras de mis labios se alzan.
*Hoy sera un gran día.*Tomo un suspiro, me siento en la cama, y me levanto.
El piso esta congelado y hace que mi piel se ponga de gallina.
Me miro al espejo y tengo los ojos hinchados de tanto haber llorado, al igual que unas cuantas marcas de las sabanas en mi cara, intento cubrirlas con mi cabello enmarañado.
Tomo la perilla decidida que hoy seré mejor, la giro y abro la puerta.
Un bulto cae a mis pies
quejándose.-¿Zeir?.
Él se talla los ojos para luego entrecerrarlos por la luz del sol.
-Buenos días.
Pone sus manos detrás de su nuca y me da una sonrisa.
*Muy bien, dijimos que hoy todo seria bueno, y eso incluye estar sonriente y amable.*
-Hola.
Le doy la sonrisa mas tierna que puedo, y la de él crece más.
-¿Como amaneció la princesa?.
Sin querer solté una risa bajito, que me dijera así era lindo, y que proviniera de un chico guapísimo era emocionante, creí que jamas me pasaría a mi.-¿Interrumpo algo?.-pero antes de eso Mat había carraspeado la garganta.
Zeir no deja de verme y yo a él, sentí como la sangre se posaba en mis mejillas y mi corazón se aceleraba, doy gracias a dios por no cambiar de color, si no que vergüenza.
Un grito agudo nos saco de nuestro trance, provino de la puerta de Katia, y solo alcance a ver como cerraba rápidamente la puerta, pase mi vista a Mat pero él veia a Alex que estaba detrás de él con un tazón de cereal en las manos, sus ojos estaban abiertos como plato y estaba estático.-¡¿Por que estan afuera de la puerta?! ¡Vayanse!.
-¡Te juro que no vi nada Katia!.
Alex le grito en respuesta.
-¿Ah no?.
-No.
-¿Lo juras?.
Alex se quedo en silencio como pensando.
-¿Sabes que juraras de nuevo en vano verdad?.- le dijo Mat a Alex.
Y todo siguió en silencio.
-¡Lo sabia si viste!.
-Bueno si, pero solo vi tu ropa interior y la toalla que tenías en la mano, no vi tu cuerpo. Katia gruño y Mat rio.
-Que idiota.Lleve todos abajo, Alex seguio comiendo su tazón en la mesa
Mat se sentó en el sillón y prendió la tele, yo me senté en el otro sillón a intentar hacer conversación con Mat.
-Bueno entonc...
El cabello de Zeir me interrumpió, se habia acostado en mis piernas, cerro sus ojos y la sonrisa seguía ahí. No puedo evitar sentir esa pequeña emoción cuando se me acerca.
Lleve mi mano hasta su cabello despeinado y blanco, es suave y tiene un olor a frutillas.
Miro a Mat que él mira atónito y sorprendido a Zeir y luego me ve pero aparta su mirada rápidamente, decidí que guardar silencio y disfrutar el cabello era mejor.La mano comenzaba a hormiguearme de estar bastante tiempo acariciando el cabello de Zeir. El ruido de una moto nos asusta. Mat me mira con los ojos abiertos y quieto y yo hago lo mismo.
-¿Pero que coño es eso?.
-No lo se.- intento asomarme para ver quien es.
Tocan la puerta y Alex sale de la cocina con unas sabritas en la mano y unas en su boca, se limpia los dedos en su pantalón y abre la puerta.
-Maldito desgraciado.
Se avienta sin pensarlo, y se escuchan murmullos pero con palabras bruscas. Zeir se levanta demasiado rápido y siento como mis piernas descansan de ya no tener su peso, corre hacia la puerta, y se sale. Se escuchan gemidos de esfuerzo.
Mat rueda los ojos y le quita el mute a la televisión.
-¿Mat quien es?.
-Solo es Darriel.
Corro hacia la puerta y veo a los tres luchando.
-¡Detenganse!.
Pero siguen dándose golpes.
-¡Basta!.
Me sentía un simple fantasma.
-¡Pero que mierda que se detengan!.
La única manera era meterme entre ellos así intentar detenerlos.
Baje un pie al asfalto pero Mat me detuvo del brazo.
-¿Bueno es que tu estas loca?.
Me soltó y se encamino hasta ellos, yo lo seguí.
Le dio un puñetazo a Darriel sacándole mas sangre de la nariz, y Alex le pego a Zeir en el estomago sacándole el aire.
*Joder no era lo que yo quería*
Voltee hacia la casa y se me ocurrio llamar a Katia que viniera ayudarme.
-¡Katia!.
*Claro que no va a escucharme*
Tome una piedrita del suelo y se la iba a ventar a los chicos pero cuando alce la vista vi en mi ventana a un chico observándonos, tenia una extraña expresión.
-¿Pu-pueden verlo?.
Ellos seguían luchando.
Una rara sensación recorrió mi cuerpo y de pronto ya no lo controlaba. Una enorme punzada en la cabeza me dio, dejandome viendo solo niebla y las sombras de los chicos desapareciendo.
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el chico de cabello blanco
RandomTodo el mundo tiene miedo, llámese como se llame, la valentía no es no tener miedo, la valentía es sobreponerse al miedo y actuar.