Narración de Adrien
Adrien: Marinnette, ¿quieres ir a una cita conmigo?
/Un pequeño flashback/
Me tiré a la cama cuando llegué a casa, me sentía realizado. Cerré los ojos y sonreí escuchando a Plagg a lo lejos, ¡Me sentía tan idiota! De la buena manera.
Plagg: ¿Pero qué acaba de suceder?! Cuentámelo, mientras como queso.
Adrien: ¡Plagg, me siento tan feliz! Come todo el queso que quieras. .-Le respondí sin nisiquiera seguir contándole, claro que él no insistió. Abracé mi almohada y me hundí en ella mientras sonreía, no quería que la noche acabara, pero estaba ansioso por verla en la tarde.
Plagg: Yo digo que la invites a salir.
Abrí los ojos enormemente, ¿a salir? Quiero decir, ¿como una cita?
Plagg: Vamos, Romeo. No debe ser tan difícil, si lo difícil ya lo hiciste, invitarla a salir será queso comido. -Me dijo mientras comía un trozo de Camembert.
Tal vez Plagg tenía razón.
Adrien: ¡Tienes razón, Plagg! Mañana la invitaré a salir.
Y aún recordando mi estancia en su casa, me quedé dormido, entre pensamientos y escuchando los botes de camembert caer al suelo.
/Actualmente/
¡Lo dije! Quiero decir, ¡Le pregunté! Esperen, ¿de verdad lo hice? Mis mejillas ardieron. Había podido sentir a Plagg pellizcarme todo este rato esperando a que le preguntara, y al fin lo había hecho. Ahora quería salir corriendo. Mantuvimos un silencio, y después escuché a Marinnette con unos intentos de diálogo. Me reí por eso, le quitaba la tensión al momento.
Mari: ¿contigo cita una? ¿una cotigo cita? ¡AH! ¿una cita, contigo? ¿Ahora?
Adrien: ¿Y por qué no? Ahora. Podemos ir a dónde tú gustes..-Le titubié nervioso, ¿eso estuvo bien?
Ella sonrió, creo que le agradó la idea. Asintió y se acercó a tomar su bolso, yo sólo metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón, me estaban sudando. Sería mi primera cita, una cita de verdad..Oh rayos, ¿cómo no lo pensé antes? ¿Qué se supone que debía de hacer? ¿Podía desaparecer en este momento? Bajamos las escaleras, tomé un respiro.
Ahora tenía que despedirme de sus padres y avisarles que iba a salir con Marinnette... vamos, yo podía con eso sólo era decirles que saldría con su hija, un rato, a un lugar que no sabía dónde porque no lo había planeado, al atardecer, en París, donde cosas raras suceden.
Adrien: Basta, no soy un asesino serial. -Me dije a mi mismo para tranquilizarme, en mi interior pedía que sólo el tiramissú no hubiera estado envenenado.
Mari: Ehm, papá, mamá.. Adrien y yo saldremos un rato.
Mamá de Mari: ¿Salir? A dónd... oh ya veo, ¡Es una cita!
¿Alguien podría ahogarme con un poco de camembert? Negamos con la cabeza y luego asentimos, no sabíamos que decir. Marinnette tomó solo mi mano y me jaló hacia la puerta, saliendo de su casa. Suspiró y me miró después, creo que nos había salvado de una. Le miré y le sonreí, se veía hermosa el día de hoy. Iba a decírselo cuando se abrió la puerta y su papá nos entregó una bolsa con un espléndido aroma. Cerraron la puerta y me acerqué a Marinnette, abriendo un poco la bolsa, intentado ver su interior.
Adrien: ¿Esos son croissants? -Pregunté sonriendo ampliamente.
Mari: ¿Qué acaso sólo tú piensas en comer? -Me preguntó abrazando la bolsa. Yo sólo sonreí un poco despeinando mi cabello de la parte de atrás gracioso.
ESTÁS LEYENDO
Debajo de ese fuerte disfraz.
FanfictionMarinette y Adrien son dos chicos de secundaria normales con el mejor secreto del mundo: dobles identidades. Al tener un corazón noble y la mente abierta se les fue asignado una gran comisión: poseer un miraculous para ser súper héroes y rescatar a...