Parte 10 "Lo que se asoma"

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La luz se fue en toda la calle. Y Adrien y yo nos detuvimos al igual que todo el mundo, se escuchó el suspiro, justo las luces de bengala se apagaban.Tomó mi mano con fuerza y yo miré hacia los lados intentando ver algo. Segundos después regresó, esto no lucía bien.

"¡Estaba tan cercaa!" Se escuchó un susurro cerca. Giramos los dos la vista y había un viejito de estatura tal vez de 1.40 m, vestía bermudas y una playera
hawaiana roja.. ¡Un momento! Yo lo conocía, era el doctor que ayudó a mi Tikki. ¿Qué estaba haciendo ahí escondido? ¿Qué acaso nos espiaba?

Adrien: Yo conozco a ese señor.. -Comentó Adrien haciendo que saliera de mis pensamientos. ¿Qué? ¿Lo conocía?.. ¿cómo?! ¡¿Acaso él tenía un kwami?!
Sentí un infarto. - Lo ayudé una vez a levantarse.

Suspiré, infarto cancelado. Ahora que lo pensaba, yo también lo había ayudado una vez. Me quedé pensando..¿será que había algo más con este señor? O tal vez era muy popular o ya no podía andar tan bien en la calle, pero a juzgar por su aspecto me dejaba mucho en qué pensar. Escuchamos un gran estruendo y volteamos a ver hacia el origen del ruido, pero, creo que estaba muy lejos. Cuando miré de nuevo, él señor se había ido. Todo volvió a la normalidad minutos después, y Adrien apretaba fuertemente mi mano, cuando se dio cuenta se disculpó y acarició ésta, lo notaba extraño.

Mari: ¿Estás bien? -Le pregunté al verlo distraído y mirando la calle.
Adrien: Descuida Marinnette, estoy bien.. ¿te llevo a casa?

Asentí a su propuesta, no quería llegar tarde a casa, todavía iba a tener que pasar por mis padres y sus interrogantes sobre Adrien. Nos tomamos de la mano y caminamos de regreso. Era.. especial sentir la piel de su mano con la mía, y nuestros dedos rozarse, en realidad no tenía palabras, sólo caminaba a su lado y sostenía con mi mano libre el peluche que me había dado. Me empujó suavemente de lado y reí en bajo devolviéndole el empujón.
Suspiré y miré el aire caliente que exhalaba en el aire, empezaba refrescar. Nos detuvimos un instante y él soltó mi mano para quitarse la camisa que traía encima, quedándose sólo con la playera, me colocó las mangas y me la acomodó también del cuello, sonriéndome. Besó mi frente y volvió a tomar mi mano para seguir el camino a casa.

Adrien: La pasé bien hoy, enserio Marinnette, eres..estupenda.

Llegábamos a la puerta de mi casa y sonreí por lo que había dicho mientras asentía y abrazaba el peluche a mí.

Adrien: Y luces hermosa,perdón por no habertelo dicho antes, yo.. -Agregó sobando su cuello y mirando hacia otro lado.
Mari: Gracias Adrien, también me divertí.

Nos miramos y sonreímos acercándonos a dar un abrazo. Abrí la puerta de la casa para entrar y él se recargó un poco en la puerta.

Adrien: Entonces, ¿nos vemos mañana? En la escuela.. -Me preguntó a lo cuál, asentí. Él hizo lo mismo y besó mi mejilla despidiéndose-. Descansa, princesa.
Mari: Buenas noches, Adr-rien.

Solté un suspiro al cerrar la puerta, eso fue totalmente... sorprendente y no sentía mis piernas. ¡Qué rara y fascinante era la vida! Me acosté en mi cama y me saqué los zapatos pensando en el día de hoy, no sentía que fuera yo misma. "Creo que alguien se siente.." mencionó Tikki y le asentí sin dudarlo, me sentía en las nubes. No podía esperar por verlo la mañana siguiente, aunque hablando de ver... Chat Noir no se había parecido en todo el día, ¿le habrá ocurrido algo?

A la mañana siguiente...

Mari: ¡¡TIKKI!!! ¡NO VOY A LLEGAR!!

¡Di un respingo! ¿Por qué me sucedían estas cosas? ¡Se me había hecho tarde, me quedé dormida! Me paré de la cama entre brincos y tratar de no enredarme más con las sábanas y empecé a alistarme para ir a la escuela, ¡Todavía tenía que desayunar! Y me quedaban si acaso 15 minutos antes de que dieran el toque.
Tikki sólo se reía de mí y se guardó en mi bolso mientras bajaba las escaleras. Me iría comiendo el desayuno. Me despedí de mis padres y emprendí el vuelo hacia la escuela, cruzando por el peaton. En mi mente sonaba el timbre.. ¡¿Por qué a mí!? Entré a la escuela y subí las escaleras hacia mi salón, chocando con la primera persona que estaba ahí.

Mari: ¡Lo siento mucho! .-Me disculpe apenada buscando que la maestra aún no hubiera llegado, lo que menos necesitaba era empezar la semana con una visita a la
oficina del director.- ¡Oh, Adrien!
Adrien: Hola Marinnette, ¿te encuentras bien? .-Dijo al percartarme que estaba completamente idiota. Soltó una risita y negó-. ¿Llegando tarde eh? Qué bueno que estoy para cubrirte.

Sonreí nerviosa y tartamudeando cuando sentí a Alya jalarme del brazo, sentándome justo a lado de ella. Me acomodé y miré sus ojos grandes y de color café avellanada posados atentamente en mí. Tenía sus manos juntas en su pecho y asentía.

Alya: ¡Usted señorita tiene mucho que contarme!

Reí, tal vez era verdad. Agaché un poco la cabeza y miré hacia al frente, Adrien me miraba con una sonrisa, mientras tenía su codo recargado en su butaca y su mano en la mejilla. Me guiñó el
ojo y se volvió hacia Nino para hablar con él. Solté un suspiro.

Alya: ¡Me están matando! ¡Por favor, cuentáme ya!

Negué graciosa, ¿por dónde podía empezar a contarle?

Mari: Eres la mejor amiga del mundo, y mereces la historia completa.- Le respondí, dispuesta a contarle desde cuando salí corriendo hace unos días de la escuela. Incluso Chat Noir tendría un
papel protágonico en mi historia, al final de cuentas, me quedo pensando, es importante, porque, estuvo ahí cuando estaba sola y me sentía mal,y me distrajo de mis sentimientos, incluso,  me dio unos nuevos.

Mi rostro esbozó una sonrisa al pensarlo, y lo tan bueno que había sido conmigo, ¿cómo estaría él? Ladybug y Chat Noir no habían tenido aventuras nuevas y aunque eso era una noticia buena.. extrañaba mi otra vida. Empecé a platicarle a Alya todo desde el inicio, su cara atónita era simplemente lo mejor, creo que era lo que más me motivaba para contarle mejor las cosas y con detalles.

Alya: Me estás diciendo casi a casi, que Chat Noir y tú pudieron tener algo¿?! -Me susurró durante la clase mientras las dos escribíamos unos apuntes de química.
Mari: Pues no sé si es...
Alya: ¡No puedo creerlo! Si es tal como me lo cuentas él tenía sus ojos puestos en ti Marinnette, ¡Desplazaste a Ladybug!

Ella lo dijo un poco más alto y la profesora volteó a vernos, junto con Adrien y Nino y algunos otros más. Sonreí normal para ver si así desviaba un poco la atención.

Profesora: Marinnette, Alya.. ¿tienen algo que contarnos?
Alya: ¡No profesora! Es sólo que ya lo entendí. -Nos excusó Alya volteando a verme y guiñando el ojo, teníamos todo perfectamente bajo control.

Las clases transcurrieron normal, pero al final del estadía el cielo se había nublado y parecía que una gran tormenta iba a caer en la ciudad. Sentía un mal presentimiento, pero no podía recordar si es que se fue nublando poco a poco, o si fue de la nada, había estado tan entretenida platicando con Alya y mis compañeros de clase que desatendí  otros asuntos. Adrien había desaparecido antes de salir, y yo me dirigí directo a casa. Caminé hacia el cruce peatonal cuando se escuchó un gran trueno y la tierra cimbró.
Me quedé pasmada en mi lugar y presencié un choque de autos en la calle. Me acerqué corriendo para poder ayudar a la gente escuchando que decían que los semáforos
habían dejado de funcionar. Poco a poco se fue acumulando el tráfico. ¿Qué estaba ocurriendo? Escuché gritos en la escuela y corrí preocupada.

Tikki: ¡Marinnette! Algo anda mal, puedo sentirlo.
Mari: ¡Lo sé Tikki, pero escóndete! ¡Voy a averiguar que sucede!

Llegué a la escuela y miré todo a oscuras y a los alumnos en la plaza reunidos, vi a Alya ahí junto con Iván y otros chicos de nuestro salón, así que me acerqué a ellos.

Mari: ¿Qué sucede? ¿Por qué todos esos gritos?
Alya: ¡Se fue la luz! Pero no es ese el problema, ¡Se fue la luz en toda la ciudad! Y se han presentado varios cambios climáticos y lluvias fuertes en diferentes partes
de París, según ésto.. -Mencionó Alya mientras leía un reporte de su celular y todos estábamos alrededor de ella-. Hay alguien detrás de ésto, ¡No puede ser! ¡Tengo que ir!
Ladybug ya debe estar combatiendo el mal..
Mari: ¿Pero en dónde es eso? .-Pregunté intentando no demostrar mucho interés. Miré deslizar el dedo de Alya sobre la pantalla de su dispositivo y negarme al final-.
Alya: No hay una en específico.

Se escuchó que se encendía el megáfono de la escuela y todos alzamos la mirada, era una llamada del director. "A todos los alumnos se les ordena que por cuestión de su seguridad
salgan y se vayan a casa, repito, ¡Vayan a casa! Ésto no es ningún simulacro". Rápidamente la escuela se fue vaciando, ¡tenía que hacer algo! pero antes de eso, ¿¡Dónde rayos estaba Adrien?!  

Debajo de ese fuerte disfraz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora