"El universo, hogar en el que residen tantas estrellas, planetas, sueños, secretos e infinitos deseos de los cuáles jamás seremos capaces de imaginar. El universo que desde la creación ha llenado de curiosidad y al mismo tiempo de incertidumbre al hombre sobre quiénes somos y a dónde vamos..."
Crucé la puerta del salón, la maestra se encontraba sentada en el escritorio recibiendo los proyectos y al mismo tiempo avisando quienes serían los "afortunados" de re-cursar la materia. Detenerme por un momento y observar el salón de clases vacío provocaba en mí una especie de nostalgia, una nostalgia que te hace sentir bien. Pasar por tu butaca, el de tus mejores amigos y el de la persona que te gusta me hacía creer que al final todo fue bueno. Un año terminaba, pero empezaríamos una nueva era.
Sin embargo, Adrien aún no había llegado... y en realidad tenía tanto miedo de verlo pero moría por hacerlo, moría por saber qué vendría después, ¿dolería? ¿O sería mágico? En mis manos cargaba nuestra conclusión, aquella que nos había hecho falta y nos subiría la calificación a excelencia en nuestro trabajo final, o al menos eso esperaba, parte de mí estaba entre esas líneas escritas, partes de mis sueños, anhelos y el cacho de vida que he experimentado en el último mes, todos teníamos algo que contar y a pesar de que el fin de semana lo sentí lento, el tiempo parecía menos pesado cuando su voz salía de la bocina del teléfono o sus mensajes de buenos días me despertaban. Ambos sabíamos sobre nuestros sentimientos y no nos molestábamos en ocultarlo, pero había algo que aún me preocupaba... era la otra cara de la moneda, una cara a la cual no sabía cómo reaccionar.
- Maestra, buen día. Aquí está la conclusión de nuestro trabajo, Adrien aún no llega pero... - Le comenté a la profesora quien tomaba el folder que le dejaba sobre el escritorio y se recargaba en el respaldo de la silla para leer. Nos daría la calificación en ese momento y como si lo hubiera invocado con el habla Adrien cruzaba la puerta, anunciando su presencia y al chocar nuestras miradas..., y al chocar nuestros mundos, mis mejillas se ruborizaron y no hubo palabra en mi diccionario, él estaba a mi lado.
- Disfruten sus vacaciones. –Dijo la profesora rompiendo el silencio y colocando un sello en las hojas con una "E". ¡Habíamos conseguido la máxima nota!
Inconscientemente chocamos los puños. - ¡Bien jugado! – Dijimos al unísono y nos sobamos el cuello, había tanta conexión que compartir, sin embargo ambos caminamos en silencio para salir al fin de la escuela, al fin podíamos respirar y sentir esa libertad de estudiante por un largo mes y medio.
- Es una lástima que la profesora no nos haya regresado el trabajo, me hubiera gustado leer la conclusión. –Comentó Adrien mientras bajábamos las escaleras y yo sólo sonreí de lado. ¿Qué se supone que debía decirle ahora?
Seguimos avanzando sin palabra alguna, mientras el viento acariciaba nuestros rostros y mis manos jugaban nerviosas entre sí, ¿así era cómo se veía el amor? ¿Se sentía de esta manera tan extraña en el estómago?
"Grandes filósofos, científicos, astrónomos y dioses griegos creados por el mismo hombre alzaban la cabeza y se disponían a perderse en esa inmensidad; cientos de constelaciones y juegos de palabras. El cielo representa más que gases a distintas temperaturas, rocas calientes o polvos brillosos... ¿por qué se ha creído de origen de un choque masivo de energía?... si es como cuando dos personas se miran por primera vez y sienten amor".
- Oye Marinette. – Giré mi vista hacia él. Sus ojos esmeraldas hacían palpitar mi corazón con una gran fuerza y en mi mente imploraba porque esto fuera el final. - ¿Te gustaría salir al rato?
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Debajo de ese fuerte disfraz.
FanfictionMarinette y Adrien son dos chicos de secundaria normales con el mejor secreto del mundo: dobles identidades. Al tener un corazón noble y la mente abierta se les fue asignado una gran comisión: poseer un miraculous para ser súper héroes y rescatar a...