"¿¡Cómo que no aparece mi hijo!?"
La voz potente de Gabriel se hizo presente en la habitación. Estaban a tan sólo pocas horas de que iniciara la alfombra roja de la gala y el hijo de Gabriel Agreste no aparecía. Preocupado y enojado caminaba de un lado a otro con su esmoquin perfectamente planchado de color negro, y un elegante moño con pañuelo en la esquina superior izquierda de su bolsillo.
Sacaba, literalmente, humo por las orejas, ¡No podía soportarse ni a sí mismo! ¿Era su culpa? ¡No, jamás! La culpa era de los demás ineptos, por no haber sabido cuidar a su preciado hijo. Su cólera poseía sus nombres.
Gabriel: ¡Búscalo Nathalie, búscalo ya!
Dijo con ira en su voz y con brusquedad colgó el teléfono, con el que hacia unos momentos intentaba comunicarse con su hijo. - Sus trabajos dependen de ello. - Comentó saliendo hecho una furia de la habitación y haciendo un estruendo al cerrar la puerta que seguro pudo haberse escuchado desde la calle. La pobre de
Nathalie dejaba escapar algo de aire en sus labios, y el sudor de la presión le corría la sien, ¿dónde pudo haberse metido aquél niño?
"No, realmente no sé en dónde pueda estar" Le respondió una chica morena de cabello castaño con ligeras mechas californianas en sus puntas. Alya se había quedado impactada al escuchar la noticia de la desaparición del joven Agreste, ¿acaso era posible? Dentro de su pequeña pero increíble mente, Alya empezaba a sacar conclusiones, dando con que Adrien había ido a buscar a Marinette a Dublín. Sin saber qué hacer, por compartir o no la información, decidió quedarse de ver con Nino mucho antes para saber qué hacer con la situación.
Nuestra morena portaba un hermoso vestido cofeccionado por su mejor amiga por segunda vez. Lo había hecho corto y a las rodillas y había agregado el toque morado que ella esperaba. Alya no podía estar más maravillada con dicha obra, le lucía completamente, y resaltaba su maravilloso y peculiar tono de piel.
Se hizo un poco de crepé en la parte de arriba del cabello y alació sus rulos para poder amarrarlos en un chongo elegante y alto, que iría atado a con pequeñas incrustaciones de cristales coloridos. Sin tantas palabras, ella lucía maravillosa.
Llegó a las 16:30 hrs al río de Sena y con su cartera en mano esperaba al otro moreno que coon un retraso de tres minutos, hizo acto de presencia.
Nino: ¡Pero qué belleza! -Dijo Nino al llegar y ver a su hermosa chica en aquél vestido, pero, debemos admitir que Nino no lucía nada mal. La ropa que Adrien le había escogido eran simplemente espectacular, era Nino mismo en un montón de hilos bien entretejidos.
Lo azul, le daba un toque especial. Le saludó con un beso en la mejilla y tomaron asiento en la banca que estaba cerca, mirándose-. ¿Y bien? ¿Qué sucede?
Alya: Es sobre Marinette... -Comentó preocupada, a lo cuál sólo Nino se confundió y asintió después-. Y Adrien. -Agregó la morena.
Nino: ¿¡Qué?! ¡Qué pasa! ¡No te quedes callada, habla! -Dijo empezando a alterarse al saber que su amigo estaba involucrado.
Alya: Marinette tuvo un percance familiar y ha salido a Dublín ayer en la tarde, ¡Y hoy Adrien ha ido por ella y no ha regresado! ¡Su padre lo está buscando como loco! ¡Nino! ¿Sabes qué significa ésto? ¡Qué vamos a hacer!?
Nino sólo se quedó callado, parpadeando un par de veces y negando después.- Espera, que mi gorra hace que el oxígeno me llegue de golpe y no pienso bien.
Alya asintió y esperó que la información fuera procesada por el pequeño cerebro de su amor.
Nino: Me estás diciendo que.. Adrien está vagando estúpidamente en la ciudad de Dublín para buscar a Marinette y que su padre está desquiciado buscándolo, casi casi, sacándolo en las noticias, ¿y que nosotros somos los únicos conscientes de ésto?
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Debajo de ese fuerte disfraz.
FanfictionMarinette y Adrien son dos chicos de secundaria normales con el mejor secreto del mundo: dobles identidades. Al tener un corazón noble y la mente abierta se les fue asignado una gran comisión: poseer un miraculous para ser súper héroes y rescatar a...