Cada uno de nosotros es un universo diferente, lleno de estrellas brillantes que a la vista de los demás opacan los agujeros negros que hemos acumulado a lo largo de nuestras vidas. Cada uno lleva consigo su propio calvario y pelea todas las noches con las voces de su cabeza, todos hemos sentido miedo al rechazo, a la soledad o a la muerte. Mientras ignoramos el mensaje de ese "intenso", alguien más ignora nuestros mensajes.
Hemos todos alguna vez sentido que nos encerraron en el pozo más profundo del planeta, que es imposible caer más bajo, que el sol nunca saldrá y ese sencillamente es el fin de todos nuestros buenos días con los pies sobre la tierra.
A veces me dejó llevar por la ansiedad, me arrastra despacio y cuando vengo a ver estoy envuelta en miles de pensamientos que pasan a prisa y me hacen dudar de todos los que me rodean, me cortan de a poquitos la respiración y terminan por dejarme tendida en la cama con las manos enredadas en mi cabello, desesperada y llena de angustia, recordándome todas y cada una de las veces en las que algo me salió mal, convenciéndome de que no es posible que alguien pueda quererme, ni mis padres, ni mis amigos, ni nadie. Me grita que todo es una farsa, que las sonrisas que me dedican son en realidad dagas apuntando y esperando uno de mis muchos descuidos para salir disparadas por el aire directo hasta mi espalda. La ansiedad me atrapa, me controla y domina, me priva del sueño, me enloquece en medio de una conversación cualquiera en WhatsApp, me mantiene alerta a cualquier señal de que aburro a la otra persona, de que la agobio, de que no me quiere o de que soy yo quien de nuevo está queriendo más de la cuenta. Ese es mi agujero negro.En mi universo, y espero que en los suyos, el sol nunca deja de irradiarme con su luz. Me he acostado triste muchas veces, y me he levantado creyendo fervientemente que en cualquier segundo mi suerte cambiará, he estado encerrada en los límites de mi cabeza y encontrado la vía de salida de mis problemas en 10 minutos. En 10 minutos a cualquiera le cambia la vida, para bien o para mal, pero al final todo estará mejor y miraré atrás y cada mal paso tendrá sentido. Es este pensamiento el que me da calma todas las noches y ánimo cada mañana, y espero de todo corazón que usted también haya sentido paz en algún momento de su día, que sepa que aunque la tormenta sea oscura, que por mas temor que sienta, y aunque tarde, el sol siempre vuelve a asomarse por el horizonte. Que aunque haga frío siempre tendrá a alguien que lo rodee con sus brazos en un abrazo cálido y lleno de amor y buenos deseos, que está bien tropezarse con las piedras, o en mi caso enredarse con la cuerda, y caer al piso, y está bien levantarse con ganas, pero también lo está no querer hacerlo enseguida, y querer sentir el dolor y la tristeza sólo para recordar y regocijarse de los buenos momentos que pasó antes.
Quiero que sepa que no es el único que se equivoca, todos nacimos sin conocimiento alguno de como se supone que funciona la vida y la mayoría nos vamos sin haberlo aprendido. Todos hemos caído en la tentación de stalkear un perfil y nos hemos desilusionado con nuestros hallazgos, hemos querido olvidar a esa persona y borrar el pasado, así como se borran las palabras cuando no le doy "guardar" al texto en esta app y luego abro Facebook. Nos hemos dado cuenta que no se puede desbesar un beso, ni olvidar un abrazo, que las palabras se las lleva el viento, pero el sentimiento que afloraron en nosotros no se va, sólo cambia, y así como los sentimientos cambian también lo hacemos nosotros. Cerramos los ojos cada noche sin la certeza absoluta de que despertaremos, pero antes de dormir hacemos planes para el día siguiente, lo hacemos por fe, y esa misma fe es la que nos debe acompañar en todo momento. Yo sé que probablemente ustedes han leído palabras similares muchas veces, yo también lo he hecho, y se las he dicho a otros, asumo que igual lo han hecho ustedes. Se también que cuando estamos tristes estás palabras no parecen ciertas, que el dolor de otros no es consuelo para el que nosotros sentimos, a todos nos duele diferente y cada dolor es válido.
Por eso, hoy escribo para ustedes y para leerlo yo de nuevo algún día, no dejen que nadie desmerite su dolor, ni qué le reproche por seguir triste por algo que pasó hace mucho tiempo, que lo apresuren a salir de un duelo, viva las cosas a su manera porque nadie sabe cual es la forma correcta de hacerlo, nadie está exento de un error, de un desamor o de una pérdida. Viva y no se preocupe por saber si lo hace bien y mal, siempre siga adelante, detengase las veces que sea necesario, descanse, mire a los lados y verá quien camina con usted, sientese un rato y reflexione, corra, trote, salte, si se cae o se lastima pongase hielo, una venda, calor, lo que necesite para recuperarse. Es su camino y sólo usted puede caminarlo, pero no se permita nunca devolverse (a menos que la este cagando), no se arrepienta de las personas que ha conocido, de las personas en las que confió, de las cosas que hizo y de las que prefirió no hacer.
Siga adelante, mire atrás las veces que quiera, algunas cosas las observará con alegría, otras no, distraigase, ría, llore, grite, calle. Es su camino, su andar y su tiempo, su universo tiene planeadas cosas para usted que no alcanza a imaginar, pero necesita que usted esté dispuesto a explorarlo.
Si alguien tiene algo que decir sobre su andar, prestele sus zapatos un rato, o en mi caso: las muletas.
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The Maca Jarta diaries
NonfiksiMaca jarta: Adj. Distraída, tonta, torpe Soy Ana. Soy hija, hermana menor, hermana mayor. Soy estudiante, soy amiga, compañera. Soy Linda y Especial según mi mejor amiga. Soy una Maca Jarta según mi mejor amigo. Y esta es mi historia.