Game Over, Kid || One-Shot || Sans×Lectora

Capítulo Único

Dedicado a PrincessRoyal95

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He perdido la cuenta de las veces que caminé por este pasillo con tonos amarillentos, me he memorizado cuántas columnas tiene a lo largo de él, he perdido la cuenta de las veces que huesos atravezaron mi cuerpo manchando de sangre mi ropa, he intentado recordar quién soy, de dónde vengo, pero no lo consigo, de ninguna manera.

No importan las veces que lo intente, siempre termina así, en una masacre hecha por mis propias y sucias manos.

Estoy cansada de esta conclusión, solamente quiero mi final feliz, otra vez compartir momentos contigo, preparar espaguettis con tu hermano, entrenar con Undyne, tomar té con Asgore, estudiar con Toriel, ayudar a Alphys con sus experimentos, bailar con Mettaton, incluso sentirme basura con Napstablook, pero simplemente no puedo. Algo me detiene. Ella me lo impide.

Ella solo quiere ver muerte, polvo, sangre.

Extraño todo, quiero volver, pero en todos mis desesperados intentos de hacerlo, fallo.

No hay Toriel que me impida salir de las ruinas, porque siempre la asesino.

No hay Papyrus que quiera capturarme, porque siempre lo asesino.

No hay Undyne que entable amistad conmigo, porque siempre la asesino.

No hay Napstablook que me muestre su música, porque siempre lo asesino.

No hay Mettaton, Alphys, Asgore, Flowey, porque siempre los asesino, a todos.

Y aquí estamos una vez más. Frente a frente, a punto de iniciar una pelea a muerte.

No logro controlar mi cuerpo, pues ella lo hace.

Chara, un demonio con sed de sangre que solo quiere verme sufrir, es consciente de que yo soy espectadora de todo lo que hace, de cada ser que amo que mata, de cada vez que toca el maldito botón que dice FIGHT, de todo.

Las personas hacen diversas cosas cuando algo les entristece, cosas grandes o pequeñas, hay gente que se enoja con personas por nada, gente que se lastima para desahogarse, gente que busca cosas para distraerse, gente que se desahoga llorando en el hombro de algun significante a la cual le tiene una inmensa confianza... no sé en qué momento llegué hasta acá.

Sinceramente no recuerdo el motivo de esto, la razón de hacer RESET.

El RESET es algo equivalente a agarrar en un papel todo tu progreso, amistades, risas, logros, hacerlo un bollo y tirarlo a la basura.

Me observas con una de esas miradas que parece que me atraviesan el alma, con rabia y decepción.

— No lo entiendo —. Rompes el silencio con esas simples palabras, haciendo que yo como respuesta ladee la cabeza.

— ¿Qué cosa no entiendes? Es simpl-

— ¿Por qué haz hecho esto? ¿Acaso hicimos algo mal?, ¿O simplemente te dio curiosidad ver a todos muertos? —. Una lágrima se escapa de mi ojo izquierdo, pero la quito rápidamente.

Decido no responder y avanzar a ti, tratando de atacarte, a lo que tu esquivas fácilmente.

— ¿Eres tú realmente?

Haciendo caso omiso nuevamente a tus preguntas me abalanzo a ti, quedando yo encima, con el cuchillo manchado de los gritos de mis víctimas inocentes, sus aterrados rostros y polvo en mi mano derecha, intento apuñalarte, pero tú me detienes sosteniendo mis muñecas, evitando que haga dicho acto. Mis piernas a los lados de tus caderas y mis ojos clavados en tus cuencas. Mis largos cabellos son como cascadas a los lados de mi rostro y unos mechones de ellos chocan con tu cráneo

Por un momento logro obtener la determinación para controlar mi cuerpo unos segundos, logrando soltar unas lágrimas acompañadas por un gesto de tristeza.

— Y-Yo no quería... ¿Que hice...? —. Esas palabras salidas hace escasos segundos de mi boca, hicieron que te sorprendieras.

Poco a poco, pierdo el mando de mi cuerpo, haciendo que la persona ahora dueña de mi cuerpo, soltara un gruñido y un gesto de ira. Continúo con la eterna pelea, agarrándome de tu chaqueta para intentar traerte a mi, pero fallo, por que tú lo esquivas.

Luego de un rato largo de batalla, un hueso aparece debajo de mi y se incrusta en mi cuerpo, matándome una vez más.

Otra vez aparezco frente a ti. Pero esta vez con una diferencia. Tengo el control de mi cuerpo.

— Lo siento —. Infinidad de lágrimas recorren mis mejillas y un nudo en mi garganta se hace presente, haciéndome complicado el figurar palabra alguna. — Lo siento, lo siento, lo siento ¡Lo siento Sans, maldita sea!

— ¿Por qué lo has hecho?

— N-No lo s-

— ¿¡Por qué mierda has hecho todo esto!? ¿¡Había necesidad de arrebatarme todo lo que amaba en este mundo!?

— ¡No fue mi culpa, Sans! ¡No tenía el maldito control de mi cuerpo! N-No quería... te amo, Sans, nunca te haría algo así... ¿Tú crees que no extraño todos lo hermosos momentos con ellos? Los consideraba verdadera familia, yo no sería capaz de hacer eso —. Ya estaba siendo difícil el tener control total sobre mí, puesto que la chica fantasma intentaba volver a tenerlo.

— ...Pero de igual modo, tú has hecho un trato con ella, ella no puede poseer a alguien sin tener el permiso de la persona a la cual le va a hacer tal acción. ¿Hemos hecho algo mal? ¿No te bastaba con nuestro cariño?... no lo entiendo, (T/N).

— ¡Te juro que no lo sé, Sans! ¡No lo recuerdo! ¡¿Tú sabes la cantidad de veces que he intentado volver a ese hermoso final?! ¡Era feliz, Sans! ¡Era feliz siendo amiga de todos! ¡Era feliz amándote!... Lo siento. Lo siento tanto —. Pequeñas gotas saladas bajan por tus mejillas, al igual que bajan por las mías. No voy a poder estar así mucho más.

Te acercas a mi, extendiendo tus brazos en forma de abrazo. Quiero ese abrazo. Necesito ese abrazo. Me acerco a ti corriendo, soltando el cuchillo en mitad del camino, al estar a centímetros de ti, me abalanzo. Pero haces algo inesperado. Siento algo en mis labios.

Abro mis ojos para ver lo que sucede. Me estás besando.

— También te amo.

— Qu- —. No puedo terminar mi frase, puesto que, una vez más, tengo huesos incrustados en mí.

— Lo siento, Game over, Kid —. Todo se hace negro, dejando como la última escena presenciada por mis ojos, una imagen de ti, con lágrimas en tus cuencas y una sonrisa temblorosa.

No hay RESET.
No hay nada.
Nunca más lo habrá.

Lo siento. Se acabó.