La moto derrapó sobre el asfalto mojado. La lluvia arreciaba y conducía demasiado deprisa. Sin embargo, lejos de aminorar la velocidad, aceleró más. Estaba tan cerca... Un relámpago iluminó el cielo nocturno, serpenteando entre los rascacielos. La tormenta estaba descargando toda su furia, y le hizo pensar en ella de nuevo, destrozando la casa en medio de un ataque de ira más salvaje que los mismos truenos. La ayudante logró escapar a su rabia y, mientras, él intentaba calmarla, pero no lo consiguió. Al final, se fue.
Había pasado la noche en un hotel y deambulado por la ciudad el resto del día. Pensó que ella estaría bien, pero no la había encontrado al volver a casa y había empezado a temer que algo le hubiera sucedido.
¿Por qué había sido tan cobarde? ¿Por qué ella también lo era?
En el fondo, había sido culpa de su miedo a enfrentar la realidad. Para evitar forzarla a recordar lo que había sufrido, lo que su memoria había preferido dejar atrás, él le ocultaba que quedaba a escondidas con la ayudante en casa para cambiar el menú sin que ella se enterase. No podían trabajar libremente en el restaurante si no querían que los demás cocineros se enteraran de lo que estaban haciendo a espaldas de la chef principal. Pero ese día, ella había llegado antes de tiempo y había malinterpretado la situación.
Él se encontraba ahora entre la espada y la pared, temiendo que la verdad fuera más dura que los delirios que albergara en el interior de su cabeza. Sin embargo, el día anterior llegaron a un punto de no retorno. La situación se había vuelto insostenible.
Si quería salvar su matrimonio, debía contárselo todo.
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Dime, ¿a qué huelen las flores?
Short StoryAromas y sabores, reconocimiento y éxito... La cocina inundaba su vida. Hasta que, un día, se dio cuenta de que eso era todo cuanto tenía. Y de que lo había perdido. Todos los derechos reservados. ~ Finalizada. Palabras: 3.829 ~