La lujuria y timidez de sus ojos, cegaban la finura de sus pestañas. El esplendido movimiento de sus labios; delicadas proporciones inigualables, rozaban la esencia exquisita de su voz. Detrás de cada una de sus frases, sencillas y clementes, se engendraba una acaramelada y fortuita chica, de mechas pardos canadienses.
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Pensamientos de media noche
De Todo¿Quieres soñar?, Acompañame a sentir, llorar y gozar. ¡Cuidado es hermoso mientras sueñas despierto!