Comprendí la exigencia de mi alma, con el acorde de sus emociones. Articulé el tono de su voz, excelente amparo fugaz de mis ojos. Razone entre consuelo y mi existencia. Los pájaros juzgaban con el canto atroz de su resaca, el almendro opacaba la sencillez y alcance propio de mis sueños. Era invierno, y seguí destruido en las falsedades de su existencia.
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Pensamientos de media noche
Acak¿Quieres soñar?, Acompañame a sentir, llorar y gozar. ¡Cuidado es hermoso mientras sueñas despierto!