GeneraSion 7

Capítulo 11

      Después del discurso del anciano Uriel, todos andan preocupados, unos están asustados y otros alegre, es impresionante ver algunos ser amantes de la guerra y el peligro, y sin miedo a morir.

      Ojala tuviera ese valor, pero no es así, mas bien estoy que salgo corriendo de aquí. Como Diablos se supone que sobreviviré a esas criaturas en las practica, solo esperó que mi turno de ir a la arena este bien, pero bien lejos.

      Ahora solo me pregunto, donde estará la Pequeña Hanna??? Tengo siglos que no la veo, me e encariñado mucho con ella, pero como no hacerlo, si es todo una ángel que quiero cuidar, ella y su cabello blanco, su sonrisa y esas travesuras que les encantaría a cualquiera, me imagino lo sola que se debe sentir sin nadie a su lado, la buscare para hablar con ella y saber como está??.

       ¡¡¡ Si, pero donde rayos la voy a buscar, si este lugar es inmenso !!!

      Fui nuevamente a la zona de practica y busque en cada rincón y no estaba, pero a quien engaño en sí, vine aquí primero, a ver si estaba ella, la chica que complementa todo mi ser, aunque ella no lo sabe, y tampoco sabe que sera mi esposa.

      ¡¡¡ Dios que estoy haciendo, tengo que ver a Hanna, pero ella esta en mi cabeza y como negarme a eso, es tan perfecta!!!

      Antes de salir de la zona de practica, que por cierto no hay casi nadie.

      Escucho una gruñidos de alguien, como si se estuviera quejándose por algo.

      Identificó que los gruñidos, al parecer es de una chica, vienen de una división de la zona de práctica a cuarto cerrado, abro la puerta lentamente, el lugar es algo oscuro con grandes antorchas en cada esquina, hasta encontrar a una chica practicando y dando vueltas en el aire y cadenas las rodean de color negro mate, la cual ella domina muy bien, las cadenas giran a todos lados cortando gruesos troncos a la mitad, puedo notar que las cadenas son finas, aproximadamente de tres metros, cada una, ya que son sólo dos, una en cada brazo, en las puntas unas dagas de doble filo, se nota que está, muy afilada y brillantes, pero de color rojo, como si estuvieran ardiendo, pero se ve genial, que arma tan estupenda, aunque ella podría arrancarse un brazo si se equivoca.

      Ella es blanca, casi asiática, eso creo,  Vestidas con un traje pegado al cuerpo, la cual define muy bien su cuerpo, de color negro y rojo mas negro que rojo, su cabello es negro azabache.

      Cortando todos los troncos a la mitad, las cadenas giran a su alrededor, no se si estoy viendo mal, pero parece que estuvieran girando en cámara lenta.

      En un momento ha otro las cadenas finas se enrollan en sus muñecas y antebrazo, para ser mas exacto y las dagas terminan en sus manos llevándolas a su cintura.

      Ella voltea y viene hasta donde estoy y por su cara, creo que estoy muerto, en lo que ella llega a mi, dice con molestia.

      --- Chico que te pasa, porque entras aquí, esta prohibido mientras yo practico, pude matarte sin querer ---

      Yo simplemente decidí salir, dejándola hablar sola.

      Ella me toma por un brazo y vuelve y dice, pero esta vez con un tono muy suave.

      --- Disculpa no fue mi intención hablarte así, solo me preocupe ---

      De espaldas me quede, para escuchar sus disculpa, ya que se siente que es sincera, sólo volteo mi cara a perfil y le digo muy serio.

      --- Disculpada ---

      Pude notar que deja salir una leve sonrisa, pero ignoro y sigo caminando.