Plan de acción

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Minghao

Una nueva semana comenzaba y realmente rogaba por que esta tortura de levantarse temprano terminara de una buena vez, aunque faltaran cerca de dos meses para poder despedirme de este último año en la secundaria.

Luego de que me quedara sordo -de nuevo, gracias má por tanto- procuré disimularlo lo mejor posible, es decir, actuar como lo venía haciendo hacía unas cuantas semanas atrás.

Sólo Soonyoung se percató de lo sucedido pero a pedido mío, se mantendría callado hasta nuevo aviso y a cambio, iría a visitarlo un día de estos para que no se pusiera pesado ni empezara a vivir secundariamente en mi hogar. Habíamos prometido salir con Jun y Chan algún día de la semana para poder distraer al menor de los problemas que se estaban agravando en su hogar.

Esta vez el problema parecía más serio que veces anteriores. Chan la mayoría de las veces venía con grandes bolsas debajo de sus ojos y ya casi ni comía, por lo que Jun procuraba sacarlo más a menudo y que comiera adecuadamente, aunque incluso después el mayor tuviera problemas para dormir y comer por la ansiedad de cuidarlo. La situación era insostenible.

Una mínima pausa con personas que no estuvieran tan involucradas los ayudaría a aliviarse un poco aunque solo fuera por unas horas.

Para levantarme, había procurado dejar mi teléfono en mi mano -pegado con cinta o si no a saber dónde terminaría- y despertarme por la vibración de la alarma. Una buena idea, ¿Verdad?

Levantarse siempre se me hacía difícil, uno buscaba de estar al menos 5 minutos más en la comodidad de su propia cama, pero como sabría que me dormiría de nuevo, hice de tripas corazón y busqué levantarme.


✴✴✴✴✴

Me estaba congelando en la puerta de mi casa, la mañana era fría y no dejaba de tiritar ni mis dientes, de castañetear. Me había prometido solamente esperar a Soonyoung cinco minutos, pero esos se habían transformado en diez y, gradualmente, en quince. Maldito Kwon Soonyoung.

Habíamos acordado de dirigirnos al colegio juntos todas las mañanas, para matar el tiempo y tal. Pero dejarme esperando cuando hacía un frío polar, no se hacía y punto.

Refunfuñando y resoplando apuré el paso en dirección del colegio mientras intentaba darme calor frotando mis manos en mis brazos pero parecía no tener efecto alguno, salvo cansar mis extremidades. Seguramente llegaría tarde, maldito Kwon Soonyoung.

Entré justo en el momento en que todos se dirigían en tropel a sus salones y, mediante empujones, busqué abrirme paso hacia el mío. Varios alumnos habían faltado debido al repentino clima frío, últimamente, el cambio brusco del clima había hecho que muchos cayeran enfermos cual moscas. Más les valía que no se me acercaran.

Una vez por cuidar a Chan me había contagiado todas sus pestes y permanecí en cama semana y media, a veces no debía ser tan altruista. Y a Jun le iba bien hacer de enfermero, sólo esperaba que no tuvieran algo más con respecto a eso. Y sí, me refiero a eso.

Soonyoung no aparecía por ningún lado, tal vez se había quedado dormido -era esperable- o se había enfermado como los demás -Y Jun tendría trabajito para hacer-.

Luego de media hora, me rendí ante la idea de que milagrosamente apareciera por la puerta, con la respiración agitada y el cabello alborotado por el viento.

Me había sentado solo y me aburría mortalmente. La misma chica que se me había declarado hacía algunos días, al no estar Soonyoung presente, no paraba de lanzarme miradas coquetas y cuando la miraba de vuelta con una ceja levantada de manera inquisidora, se sonrojaba y lanzaba risitas nerviosas.

Can you hear me? <<H8SHI>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora