Epílogo

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¿Han sentido la urgencia de esconderse en el lugar más recóndito del mundo en cuanto sus padres comienzan a avergonzarlos en frente de todo el mundo? Pues así nos encontrábamos Soon y yo en un restaurante atestado de gente.

En las últimas semanas, Jun y Chan se habían vuelto aún más melosos -si es que eso era acaso posible- demostrando su tierno -y no tan tierno cuando a veces nosotros estábamos presentes- amor como si vivieran en una nube de algodón de azúcar. Si bien el último no la había pasado de la mejor manera hacia unos pocos meses, se veía verdaderamente feliz y relajado rodeado de personas que lo amaran. Debido a que el divorcio de sus padres llevaba demasiado tiempo, su tía y madre de Soon había decidido obtener su tutoría hasta que todo se arreglara de una vez por todas, además, Chan ya era como su segundo niño revoltoso.

Por otro lado, Soonyoung y yo éramos muy felices juntos. Por mi parte había vuelto a mi mundo de la música tocando y componiendo, siempre y cuando a mi audición no se le ocurriera fallar, pero al menos había vuelto a encontrar lo que más me apasionaba, aunque, sorprendentemente, después de Soon. Este último había progresado de forma increíble con su baile al estilo libre, luego de haber ganado confianza y habilidad, había decidido anotarse en varios concursos para probarse a sí mismo. Además, me había encargado de teñir su cabello de negro, ya que estaba harto de tener aclarar su cabello y que pareciera un nido de pájaros cuando tenía un mal día. Y por supuesto, el nuevo color se le veía demasiado bien a veces. Como cuando tenía que apartar la vista de personas que enfocaban sus ojos en él por un largo tiempo colgándome de su brazo o haciendo alguna cursilería.

Habíamos pasado innumerables noches en vela mientras yo componía lo que él luego bailaría, y después, armando su coreografía. Decía que estaba harto de aquellas canciones que siempre se escuchaban en la radio y que todo el mundo ya conocía, quería bailar canciones excepcionales que nadie conociera y sorprender a las personas. Y quién mejor para ese trabajo, que su novio.

Si no ha quedado claro, ese sería yo.

Nuestra amistad parecía haberse transferido a nuestras madres que estaban casi todo el día juntas y se alegraban mutuamente mientras sus esposos trabajaban fuera del país por un tiempo tan largo como el actual. Parecían conocerse de toda la vida, y claro, eso nos daba más motivos a Soon y a mí para estar juntos, añadiéndole las constantes puyas de Chan para avergonzarnos o hacer que Soonyoung quisiera matarlo con un almohadón.

Y por último... Seungcheol. Luego de aquella pelea, tanto Soonyoung como yo recibimos un gran sermón por meternos en un pleito que dejó a Soon con heridas, si bien no eran tan graves -sólo habíamos dicho que Seungcheol me había estado molestando-. Pero afortunadamente, no se había vuelto a ver en ningún lado y, según las fuentes del chismoso de Jun, había terminado con una nariz rota, un tobillo dislocado y varias contusiones en el pecho. No creíamos que se fuera a presentar ante nosotros muy pronto.

Lo que nos lleva a la actual situación incómoda, con la siguiente conversación entre dos personas que, se suponían, eran adultas.

-¡Pero te digo que él va a arriba y él abajo!- exclamó mi padre señalándonos primero a mí y luego a Soonyoung.

-¡Pero te digo que te equivocas! ¡Es totalmente opuesto, mi hijo va arriba!- respondió... ¿Mi suegro? Defendiendo a su hijo.

Así como lo pueden apreciar señoras y señores, niños y niñas, nuestros padres discutían sobre quién iba arriba y quién iba abajo. Y no se referían a dormir en literas.

Mi padre había conseguido unas breves vacaciones en su trabajo para poder estar con nosotros, afortunadamente, al padre de Soon se la otorgaron unos pocos días después. Por lo que, para celebrar sus vacaciones y mi relación con Soonyoung habíamos decidido ir a cenar. Incluso con Jun, que no podía reprimir su nervio de vieja chismosa, y también hacía las veces de buen novio.

Can you hear me? <<H8SHI>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora