El Corazón de Sean (Parada Indefinidamente)

Capitulo 1

El maldito monstruo había llamado apenas con una hora de antelación, avisándoles de que iría a Kentucky para pasar las vacaciones. No podía creerse que estuviese nervioso por culpa de la vista de Kyle al rancho. Al principio él pensó que su chico se quedaría en Boston. Allí estaban todos sus amigos y aunque él era su pareja, era normal que quisiese pasar un poco de tiempo como un universitario. Fiestas, playa y diversión, eran las palabras claves para los chicos de la edad de Kyle, sin embargo su monstruo decidió tomar un vuelo e ir a visitarlos.

Sintiendo como sus manos sudaban sobre el volante de la camioneta, apretó el acelerador cuando llego a una larga recta que lo llevaría a la ciudad y de allí al aeropuerto que quedaba relativamente cerca. Su corazón no dejaba de tronar dentro de su pecho y es que después de dos meses manteniendo el contacto únicamente mediante llamadas y mensajes, anhelaba poder tocarlo y verlo. Esos dos meses fueron un tanto difíciles para los dos. Pero por suerte tendrían una temporada para disfrutar.

El seguiría haciendo su trabajo como guardaespaldas, pero de vez en cuando, podían tomar un descanso para una cita o dos. Después de todo, Corey también estaba allí. Su jefe a veces era demasiado bueno y compasivo, así que cuando el hombre se presento en su puerta pidiendo un trabajo cualquiera, Noah se lo dio. Comenzó como todos los demás hombres allí, de vaquero. Pero el, como los ojos que era de Noah para el tema empleados, vio una mejor salida para el tipo. Tenía una fuerte constitución, un temperamento calmado y atento, nada escapaba a sus ojos, así que le dio una oportunidad como guardaespaldas de Emma. Y atino. Así que estaba bien contar con un par de manos extras para el cuidado de la mujer.

Aparcando en el parking más cercano, bajo deprisa de la camioneta y corrió hacia la zona de llegadas del aeropuerto. Mirando hacia las pantallas para ver cuando llegaba el vuelo de Kyle, suspiro cuando se percato que aún le quedaba una hora y media para aterrizar.

Tomando asiento en uno de los incómodos asientos del aeropuerto, cruzo sus brazos a la espera de que Kyle llegase. Presentía que iba a estar mirando cada dos por tres la pantalla donde anunciaban las llegadas de los vuelos, para comprobar una y otra vez si había llegado. Pero tener a Kyle allí en Kentucky era un plus para su tranquilidad. Quería al chico.

Ocupando su tiempo en caminar por el aeropuerto y en mirar las pantallas, la hora y media que faltaba para la llegada del monstruo paso relativamente rápido. Poniéndose de pie, fue hacia el área de salida, y espero una vez más. Cambiando de peso de un pie a otro, observaba como los pasajeros del vuelo en el que iba Kyle, iban saliendo uno tras otro, sin embargo no había señal del monstruo. Frunciendo el ceño, intento asomarse al pasillo por el cual llegaban, y sonrió cuando lo vio. Era inconfundible. Con su envergadura y su ropa, Kyle era como cartel de peligro andante, pese a que en realidad era más bueno que el pan.

Tal y como con Noah, de bueno era tonto.

Suponía que era un rasgo familiar al que tendría que acostumbrarse, o enseñarle a ser un poco mas despierto en ese sentido, si no quería que la gente se aprovechara de su buen hacer. Sin embargo esa era una de las características por las que se enamoro de él. También estaba el asunto físico y el personal, en el cual iba muy a la par con sus gustos, aunque nunca antes se enamoro de otro alfa. Era muy consciente de que en su relación con Kyle no estaba determinado quien sería la parte pasiva o la dominante, no quería encasillarse. Eran dos alfas que tendrían que aprender a ser versátiles. Y sin engañarse a sí mismo, reconocía que sería un poco difícil al principio, pero todo era probar. Aun no se habían lanzado de cabeza a lo sexual, pero llegaría. Al menos esperaba que durante las vacaciones del monstruo, pudiera probar algo de lo que el chico escondía.