Su calor corporal no tenía nada que ver con el calor que recorría la ciudad a pesar de que el sol les estaba dando el descanso merecido al haberle cedido su puesto a la enorme y brillante luna que en esos momentos adornaba en oscuro cielo. No, el calor no era el culpable, sino las palabras del guardaespaldas que caminaba tranquilamente a su lado. Desde que se conocieron y sintió la chispa que había entre ellos, Kyle supo que aunque eran dos alfas, lo suyo podía funcionar por un simple motivo… Sean hacía estragos sobre el cuerpo de Kyle con la facilidad de un par de palabras, un beso o un pequeño toque. Ese era el poder que tenía el hombre mayor sobre él y aunque a veces lo irritaba, no podía evitar disfrutar cada parte de ello.
Sacudiendo la cabeza, Kyle soltó un quedo suspiro. No sabía cuál fue el momento en el cual el dejo de ser un alfa, pero no le molestaba tanto como había pensado que podría hacerlo. O quizás solo se encontraba a gusto con la situación, sin embargo no se engañaba. A Kyle también le gustaría ir sobre Sean.
El ruidoso ambiente de una ciudad en fin de semana le hizo volver a la realidad cuando choco contra otro hombre. Con la disculpa en la punta de su lengua, Kyle cerro los labios cuando el tipo le regalo un gruñido malhumorado y una mala mirada. Kyle respondió en silencio, arqueando su ceja en señal de pregunta. ¿En serio iba a morder su culo por un choque accidental? ¡Venga hombre!
--¡Deberías disculparte!
--Estaba a punto de hacerlo hasta que me has mirado así.
El tipo entorno los ojos al mismo tiempo que Sean se detenía a su lado.
--¿Qué pasa?
--Hemos chocado por accidente, pero él está siendo grosero antes de que yo pudiera disculparme.
--¡No ha sido un accidente! Lo has hecho adrede.
--¿Y qué necesidad tengo de hacer algo así?
Pregunto Kyle, arqueando las cejas. El hombre frente a él saco pecho y lo miro con odio. O el tipo creía que era Bruce Lee y podía patearle el culo con facilidad, o era idiota y no veía la diferencia de tamaño y peso, o simplemente era un suicida. Cualquiera que fuese la opción correcta, Kyle no quería soportar la mierda de nadie por un simple choque. Vale que había sido culpa suya por estar en pensando en sus cosas, pero no había necesidad de ser un culo antes incluso de haberle dado la oportunidad de ofrecerle una disculpa. Una que no iba a pronuncia por haber sido un gilipollas integral desde el momento en el cual abrió la boca.
La presencia de Sean se hacía cada vez más intensa a su lado, señal de que el guardaespaldas estaba por perder la paciencia ante el pequeño y cabreado hombre. En un intento por calmarlo, Kyle estiro su mano y rodeo la muñeca de Sean con los dedos, deteniendo al hombre de ir un paso más cerca del tipo. La acción no paso desapercibida para el tipo en cuestión, que bufo con asco ante ellos.
--Con razón no tienes la inteligencia suficiente para caminar por la calle, ¡sois un par de maricones!
Grito el hombre.
Bien… la mecha acaba de ser encendida, pensó Kyle cuando los ojos de Sean se oscureciendo y el mismo sintió como su sangre comenzaba a hervir. Odiaba a la gente así. ¿Qué coño le importaba a él con quien se acostase uno u otro?
Un metro noventa de guardaespaldas cabreado se alzo como una imponente montaña sobre el hombrecillo homofobo, creando una gigantesca sombra sobre el tipo que tuvo que estirar su cuello para poder ver la cara de Sean. Su instinto de supervivencia por fin se encendió y chillo con premura dentro de su pequeña cabeza ante la doble amenaza que se cernía sobre él. Kyle se paro al costado de Sean soltando al hombre pues lo único que quería agarrar en esos momentos era el cuello del gilipollas frente a él.
ESTÁS LEYENDO
El Corazón de Sean (Parada Indefinidamente)
RomanceLo primero que sintieron nada mas conocerse, fue una intensa atracción. Ahora, meses mas tarde y con sus ideas mas claras que nunca, Sean y Kyle comienzan a experimentar lo que es una relación de verdad durante las vacaciones de verano. Romance y pa...