Capítulo 6 *EL CHICO AL QUE AMÉ*

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Narra Magnus-

Normalmente los días que Alec tenía cita con Fade, yo aprovechaba para hablar con Catarina de los avances de Alec, y comentarle las dudas y preguntas que tenía.

–Entonces, ¿tú crees qué conseguirá recuperar la memoria del todo?

–Aún es pronto para saberlo Magnus, pero creo que puede ser posible, si no todos sus recuerdos, por lo menos parte de ellos. Verás, la mente humana es muy compleja, a veces el cerebro tiende a esconder los recuerdos que él cree que pueden hacernos daño, por eso en casos como los de Alec, que ha sufrido un intento de violación y una posterior muerte, aunque sea en defensa propia... ¿Qué es lo que ha hecho su cerebro? Intentar olvidarlo para que él así no sufra. Digamos que tiene sus recuerdos dormidos.

–Pero sin embargo cuando tiene pesadillas, si revive lo de esa noche en el callejón.

–He dicho que tiene sus recuerdos dormidos, no olvidados, cuando duerme sale su subconsciente, salen todos nuestros demonios, lo que nos ha llamado la atención ese día, lo otro, lo que el cerebro cree que no tiene importancia, lo olvida.

–¿Tú crees qué es tan importante que Alec recuerde todo lo que paso esa fatídica noche?

–Sí, porque así podremos curarle. Su cabeza no logra entender como su mejor amigo intentó hacerle eso. Es primordial que sus recuerdos vuelvan. Yo sé, que él también tiene miedo de descubrir porque hizo eso Jonathan. Quiere saber. Quiere entenderlo. ¿Ha vuelto a tener más pesadillas? Él me ha dicho que esta semana solo ha tenido una.

–Sí, es verdad. Solo ha tenido una. La terapia está yendo muy bien, vuelve a ser Alec de siempre. El Alec del que me enamore.

–¡Qué calladito te lo tenías Magnus! –dice con retintín– Menos mal que esperaste un tiempo prudencial para pedirle a Alec que vivierais juntos. Sabes que, si en lugar de ser yo, quien os pillé en el cuarto de limpieza, llega a ser otra persona, estarías en la calle. Lo sabes, ¿verdad?

–Sí Cata, y te estaré eternamente agradecido por el resto de mis días. Recuerdo cuando me dijiste que tenías un paciente nuevo y pensabas que yo lo podría ayudar. La verdad es que ambos nos hemos ayudado mutuamente, yo a sacarlo de su depresión y a devolverle la ilusión perdida, y él a mí a dejar mis noches de locura y desenfreno. Aún me acuerdo del día que nos pillaste. ¿Sabes qué hacia pocas semanas, que le acababa de declarar mi amor? –le informé con la ilusión reflejada en mi rostro.

 ¿Sabes qué hacia pocas semanas, que le acababa de declarar mi amor? –le informé con la ilusión reflejada en mi rostro

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FLASHBACK... 

Desde hacía un tiempo a esta parte, que mi relación con Alec se había vuelto más íntima. Hablábamos muchas veces de cosas personales. Yo le contaba parte de mi pasado, le narraba sobre mis relaciones anteriores; lo mal que me lo había pasado cuando Camille, una antigua novia, me había dejado para irse con otro, le conté el idilio que mantuve con un chico al que le encantaban los perros lobos, y que pertenecía a una asociación que los adiestraba...

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