Una ciudad muy movida

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-Dos boletos porfavor- Le dije a la señora.

-Joven, si compra dos boletos uno de los dos quedará obsoleto- Contestó mirándome como si fuera tonto.

-¿Me da dos boletos porfavor?- Insistí mirándola como si ella fuera retrasada.

-Oye, Creo que solo tienes que pagar uno-Dijo Zoe recordándome que ella no tenía porqué pagar.

-Espereme, creo que me llaman- Le dije a la señora sacando mi celular y haciendo como si me llamaran: Al estar balbuceando en el celular a Zoe se empezó a reír cuando... Su risa salio del celular-...- ¿Que mierda?- Zoe, porfavor di algo- Comenté mientras la miraba a mi lado totalmente atónita.

-Ya no voy a poder llegar, por favor solo compra tu boleto, disculpa- Dijo tomando la situación mientras más se sorprendía.

-Toma- Dijo la trabajadora entregándome el boleto y el cambio del dinero.

-Muchas gracias, disculpe las molestias- Dije respetuosamente mientras me alejaba hacía los torniquetes.

-Oye, ¿Qué está pasando?- Preguntó Zoe mientras saltaba los mismos y me miraba. Nuevamente su voz era reproducida por el celular.

Despegue el aparato de mi oreja y lo mire- Capta una frecuencia- Dije sin saber bien lo qué pasaba- De momento me será útil para hablar contigo mientras vaya en el tren.

-...- Me siguió sin decir nada y al momento de entrar al tren que justo llegaba. - Supongo que dormire durante el camino.

Movi la cabeza diciendo que por mí, estaba bien, me senté en el primer lugar que vi y a mi lado se sentó una chica de cabello rubio, la mire y supe que no era su intención ofenderme pero me hubiera gustado tener el banco de Zoe vacío. Me levanté y caminé a otro banco en dónde estuviera vacío- Discúlpame- Dije mientras me alejaba del lugar.

En el segundo intento no hubo ningún problema, nadie se sentó en el banco de alado- Puedes sentarte- Le dije a Zoe.

Ella apareció a mi lado ya sentada- Lo sé- Dijo colocando su cabeza sobre mi hombro, cerro los ojos y empezó a dormir. Algo ya nos había quedado claro, Zoe no era visible todo el tiempo, yo la podía ver durante el tiempo que ella quisiera pero no la verían los demás, además, podía interactuar con ella pero el contacto entre humanos y fantasmas era algo muy difícil, Zoe quedaba devastada tras intentar mover las cosas, aparentemente necesita estar muy concentrada, pero al sostenerse de las cosas físicas era algo simple. Saqué uno de los libros que había echado a mi mochila "Separación de alma y cuerpo: Cómo ser dos personas y una a la vez", ese era el titulo del libro, al poco de empezar a leerlo me di cuenta que no era lo que buscaba, que fastidio; Saqué el segundo libro "La maldición"... Otra estupidez, ¿De que años es?... "2014" En esa época no se creó nada bueno, ¿Acaso el encargado de la biblioteca es tonto?, lástima que se los pedí en último momento, también tengo la culpa.

Miré un poco a Zoe y me sentí mínimamente inspirado, una sensación que solamente Mayuri me había hecho sentir- Realmente eres linda- Susurré para sacar mi celular y conectarlo con la red del tren, en el boleto venía la contraseña. Me resigne a buscar algo más sobre el tema, todos los videos parecían falsos, solamente el de anoche era el único que realmente parecía real.

Búsqueda: "Chica canta de extraña manera en el centro comercial". Recordé cuando trabajaba como periodista me tocó una noticia bastante curiosa; Una mañana de diciembre, hace ya un par de años mientras me paseaba por un centro comercial me tope con un grupo de jóvenes que se encontraban escuchando a una chica de preparatoria que cantaba de una manera peculiar, la chica aparentemente salió de la nada y en seis meses toda la gente de la ciudad iba a escuchar su música, hasta el clérigo del lugar daba saltos y cantaba las canciones, era divertido verla, durante todos los días pasaba a aquella plaza solo para tener el gusto de verla cantar... hasta que la gente comenzó a pensar que su música se había vuelto "estándar". Aunque la gente hablara mal de ella a sus espaldas o dejaran de ir a sus conciertos ella seguía tocando con su extraña manera, pronto solamente estaríamos ella y yo viéndonos mutuamente, mientras tocaba la guitarra.

Zoe; La Hoja EscritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora