Jhëren dejó escapar de sus labios un gemido al embestirme por última vez, con fuerza, para enseguida recostarse en mi pecho por unos instantes. Siempre utilizaba sus brazos para no aplastarme, sostenía su peso en estos para de esa forma recostarse sobre mí unos segundos. Con cariño me besó en los labios y luego se hizo a un lado, no tardé mucho en ubicarme en su pecho yo esta vez, aunque pronto debíamos levantarnos de la cama para cumplir con nuestros trabajos.Nundeh no le había errado ese día que lo conocí, Jhëren era todo un semental.
Habían pasado unos cinco días desde que nos casamos. Hacíamos el amor bastante seguido, un par de veces al día. Por suerte ya había empezado a beber la infusión que Clara me dio para evitar un embarazo no deseado, aunque no tenía forma de asegurar que en verdad funcionara o de que las veces anteriores donde no lo bebí no podrían haber ya engendrado un bebé.
No quería un bebé, no aún, era demasiado pronto. Apenas llevábamos cuatro meses de relación, cinco días como pareja casada. Un bebé sería demasiado pronto y podría poner en la cuerda floja nuestra relación.
Mi cuerpo siempre estaba agotado gracias al incansable de Jhëren, imposible de llenar, puesto que siempre quería más y parecía tener siempre las energías necesarias para hacerlo. No sabía si solo él era así o si los otros jhakae también lo eran debido a tantos años de abstinencia sexual.
Nos levantamos y Jhëren me ayudó a vestirme, aunque aprovechaba de vez en cuando para besar mi cuello y acariciar mi cintura. En verdad, era imparable.
Puesto que aún no sabía del todo cómo actuar en mi nuevo trabajo, y no estaba segura de las órdenes que debía darle a Jhëren, lo arreglamos de una forma simple: él haría lo que sabía hacer y como siempre lo había hecho, sin esperar órdenes mías pero siempre dándome aviso para evitar problemas. Yo, mientras tanto, debía ir a hablar con la kumena. Luego de mucho pensar decidimos que aceptaría la propuesta de ser aprendiz.
Las miradas que antes pudieron lanzarme llenas de odio por ser la omana rebelde ahora simplemente no se dirigían hacia mí, sino a la última pareja soltera de la tribu, la de Nehué y su prometida Verónica. No había conexión alguna entre ambos, creo que solo la amistad los unía y el deber de él de proteger a su omana, por el resto nada. Siempre los veía cada uno por su lado, ella no se adaptaba a la tribu al igual que yo y él, simplemente, apreciaba demasiado su soledad.
A veces veía a Nehué reír junto a Nundeh, pasaban mucho tiempo juntos. Jhëren me dijo que, aunque él apenas tenía trato con Nehué, Nundeh siempre había sido muy unido a él.
Era un hombre muy atractivo, de verdad. De piel morena, cabello castaño claro y ojos celestes, algo grisáceos. Su esposa, que solía alejarse de la vista pública y pocas veces salía de su cabaña, era de piel café oscuro y cabello rizado. Intenté varias veces hablar con ella porque supuse que nos llevaríamos bien, después de todo tampoco se adaptaba, sin embargo me esquivó todas esas veces.
Me dirigí hacia la cabaña de Yamila, donde las guardianas que estaban en la entrada me permitieron ingresar. Una de ellas era Rhona, esa espía de Jhïle que tenía una belleza sobrehumana y un físico espectacular, pero con sus cejas siempre fruncidas y una mirada hostil que incomodaba bastante.
Cuando entré lo primero que vi fue a la kumena sentada en su típico lugar bebiendo una infusión, mientras conversaba con un hombre sentado frente a ella al que podía reconocer muy bien. Era Nihuo, su antiguo uemane y actual sabio de los sabios. Me pregunté si acaso interrumpía algo y quise salir, pero enseguida Yamila levantó la mirada y me dirigió una sonrisa. No dudó en llamarme con su mano para que me acercara, así que con cierta timidez me acerqué a ambos y los saludé con un movimiento de cabeza respetuoso. Sabía que a Nihuo le divertía que lo saludara de esa forma, con tanto respeto, puesto que las omanas no debían inclinar la cabeza ante un hombre, pero yo no veía en él a un uemane o a un sabio de la guerra, veía a una persona mayor que merecía respeto.
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Khumé [ RESUBIENDO ]
Ficción General"Solo aferrarse a un amor tan grande como el de Khuri y Khumé podrá darle fuerzas para pelear por la libertad o llevarla al abismo de los traidores." HISTORIA DESTACADA POR EL SOPORTE DE WATTPAD. FECHA DE PUBLICACIÓN AÑO 2016. FINALIZADA EN 2017.