¿Enamorada De Un Gay? 》h.s. 》l.s.

02. Una fiesta desastrosa, borrachos y gatitos.

—¡Isabella! —gritó rápidamente la rubia al ver entrar a su amiga y al ruloso a su lado.

—¡Oh, Charlotte! —espetó esta—. ¿Qué haces aquí?

—¿No te agrada que esté aquí? —la rubia pareció ofenderse por lo que dijo su amiga, puso una mano en su pecho.

—¡No, no, no es eso! —dijo esta haciendo un leve movimiento con sus manos—. Es que tú no eres de venir mucho a fiestas.

—¡Ah, ya! —esta mostró su sonrisa—. Jace me obligo a venir.

Charlotte se encogió de hombros.

—¿Qué? ¿cómo puedes haber dejado que ese rubio artificial te traiga a lugares como estos? ¡tú nunca aceptas sus ordenes! —comentó el ruloso.

—¡Hey! —Jace se encontraba detrás de él—. ¿Cuantas veces te diré que soy rubio natural?

—Está bien, está bien, no importa, Charlotte diviértete ¿okay? pero no te pases de copas y espero que ningún idiota se quiera pasar contigo —dijo la castaña tranquilizando el ambiente.

La música estaba a todo volumen y estos apenas podían conversar.

Jace decidió presentarle personas a Charlotte, Harry e Isabella prefirieron bailar un poco y beber.

—¡Tú cabeza se parece a la de un gatito! —insinuó esta borracha.

—Creo que ya estas borracha —dijo Harry haciendo que Isabella suelte una gran y extraña carcajada.

—¿Cómo crees? No lo estoy.

La gente a su alrededor, saltaban, gritaban y bailaban, caminaban de un lado a otro con bebidas en sus manos.

Todos abuchearon cuando la música fue apagada, Harry tenia a Isabella agarrada para que no se escape.

—Todos salgan ya de mi casa o llamo a la policía —gritó un hombre mayor.

La gente empezó a abuchear y a quejarse, el hombre saco una pistola de su bolsillo trasero y pego tres tiros al techo, todos salieron corriendo asustados y este mostró una gran sonrisa.

—¡Isabella, camina! —gritó Harry tratando de sacarla de la casa pero esta se negaba.

—La fiesta no termina Harry, un poco más —la castaña abrazo el brazo del ruloso y lo miro suplicante.

—¿Estas loca? El tipo nos va a matar si no nos vamos.

—¡NOS DESTRUIRÁN A TODOS! ¡NOS DESTRUIRÁN A TODOS! ¡NOS DESTRUIRÁN A TU TODOS! —gritó esta enloquecida, con suerte la gente estaba lo suficiente borracha y asustada para no prestarle atención.

《Haciéndote pasar pena desde momentos inmemorables》hablo la consciencia de Harry.

—Sal —dice este agarrando a su amiga más fuerte de la muñeca mirándola fijamente a los ojos.

Ambos por fin lograron salir.

—¿Y Charlotte? ¿y Jace? —preguntó volteando a todos lados buscando.

—No se donde están pero están bien, vámonos —habló Harry jalando a la castaña al viejo y despintando carro de su madre.

El ruloso abrió la puerta del co-piloto y metió a Isabella ahí, luego le dio la vuelta al carro y se metió en el asiento del piloto, encendió el carro y salieron del lugar.

—I need somebody to loveeeeee —cantó desafinadamente.

《No, por favor, no, que no empiece》

—I am confident but i still have my moments baby, that just me —cantó aun más alto y desafinado.

—Silencio —dice Harry horrorizado.

—Envidia, envidia, me tienen envidia, me tienen envidia, de mi, de mi, de mi, de mi, de mi, de mi, de mi —cantó con un acento extraño.

—¡Dios! —exclamó este—. Esta noche duermes en mi casa, no puedo entregarte en este estado.

—Quiero un gatito.

—No te daré un gatito —se negó serio.

—Dame un gatito —insistió.

—No te daré un gatito —volvió a negarse.

—Dime lindura —dijo mientras reía con tanta fuerza que podría despertar el vecindario entero, Harry tapó su boca rápidamente y esta lamió su mano a lo que enseguida él la quito asqueado.

—Eso es repugnante —reprocho.

Ayudo a su amiga a bajar del carro y a subir las escaleras, la deposito en la cama mientras esta reía como psicópata porque según ella Harry parece un gatito.

—Harry —murmuró mientras desordenaba y jalaba el pelo del oji-verde—. No duermes en el mueble... duerme aquí conmigo.

El ruloso abrió los ojos sorprendido y negó rotundamente.

—Es mejor que te duermas ahora —se acercó y beso su frente, cuando se alejo esta empezó a hacer un puchero.

—¡Haaaarry! —gritó.

—¡Shh! Despertaras a mi mamá.

—Acercate —murmuró mordiéndose el labio.

No lo dudo y se acerco, los borrachos eran extraños, no le extraño que quisiera cercanía.

Este se sorprendió al sentir los labios de la castaña presionando sobre los suyos, no debió de corresponderle pero lo hizo, pusó su mano derecha en la cintura de Isabella y profundizo el beso.

Un par de segundos después esta se separó y soltó una gran carcajada y él la miro nervioso.

—¿Qué fue eso? —susurró aun en shock.

—Un beso, duh —le sonrió ampliamente—. Quería hacerlo desde hace mucho tiempo ¿sabes?

—Dormiré abajo —Harry salió corriendo de la habitación y bajo las escaleras a toda velocidad, se tiró en el mueble y trató de dormir, no quería pensar más en aquel beso.