¿Enamorada De Un Gay? 》h.s. 》l.s.

24. No soy ningún maricón.

Primer día de clases, cuatro palabras que hacen querer llorar a Harry, él odiaba la escuela más que nadie, no tanto por estudiar si no por la gente que se encontraba en la escuela, ¿cómo vería esté año a Louis? ¿qué le dirán los bravucones? seguro sería algo como: "Oye mariquita ¿qué se siente que tu novio jamás haya sido tu novio?" o algo parecido.

Harry se encontraba paralizado frente a la escuela, miraba a la gente a su alrededor nervioso, nadie parecía notar que estaba allí lo cuál era bueno, entro dentro de la escuela con los pelos de punta  y las manos extremadamente sudadas por los nervios.

—Bien, Harry, sólo no la cagues, no más —se dijo esté para si mismo.

Esté se paró en medio del pasillo -el cuál se encontraba sólo ya que por una extraña razón los demás estudiantes preferían estar afuera- y sacó una carpeta donde tenía guardado su horario y ahí podría ver cuál era su próxima clase pero de repente siento el peso de un cuerpo cayendo encima suyo y derribándolo al piso tirando su horario, su carpeta, su bolso y  con ello todos sus libros al piso.

—Y-yo lo siento, no te vi, no debo de correr por los pasi... —la chica dejo de hablar al ver la cara del ruloso—. ¿Harry?

— ¿Tú? ¿qué haces aquí? —dice Harry debajo de la chica.

—Pues me he trasladado a está escuela, aquí ofrecen mejor educación.

— ¡Oh, no jodas! ¿lo hiciste por Louis, cierto?

— ¿Louis estudía aquí?

—Por supuesto, en está escuela fue que lo conocí.

—Yo no lo sabía, ¡Dios, Harry!

La chica se levantó y ayudo al ruloso a pararse del piso y a recoger sus cosas.

—¿Qué te ha pasado en la cara? —dijo está refiriéndose a los moretones y heridas en su frente.

—Pues después de verte con Louis fui a arreglar unas cosas con Isabella y bueno... accidente automovilístico.

— ¿En serio? Harry, tenemos que hablar, tengo que explicarte todo desde porque acepte el contrato hasta el porque Louis hizo esto, tienes que escucharme.

El timbre sonó y una gran avalancha de estudiantes empezó a aparecer.

—Nos vemos luego... ¿eh?

—Eleanor, mi nombre es Eleanor.

—Si, como sea.

El ruloso se fue sin decir una palabra más a su salón de clases.

* * *

— ¡Harry, aquí! —dijo Isabella al ver al ruloso entrando a la cafetería.

Este se sentó tratando de actuar normal, tenía encima los nervios del primer día de clases y ahora se sentía nervioso por hablar con Eleanor sobre la situación con Louis.

— ¿Pasa algo? te ves raro.

—No, tranquila, no pasa nada, es sólo que es el primer día de clases y bueno...

—Oh, vamos Harry todo estará bien —la castaña sonrió ampliamente—. Me pregunto donde se habrán metido los demás.

—Vamos a buscarlos —dijo esté parándose indicándole a la castaña que salieran de la cafetería.

Isabella salió adelante y Harry chocó con una persona quedándose atrás debido a que está no se dio cuenta.

«Primer día de clases y ya has chocado con media escuela, controlate»

—Oh, pero miren a quién tenemos aquí, a la mariquita de Styles —dijo el chico con el que Harry había chocado.

—Ahora no, déjame en paz.

El ruloso intento salir pero el brabucón y su grupito le bloquearon el paso.

— ¿A donde crees que vas?

—A un lugar que no te interesa.

El brabucón rió.

—Escuche decir que tu novio te abandonó por una chica, risitos.

—Callate por favor, déjame ir.

—Oh no, tú no te vas a ir mariquita —este sonrió—. ¿Qué se siente qué no te dejen entrar a la iglesia, eh? ¡eres una abominación para el señor! o mejor dicho... para el mundo.

El ruloso permaneció parado ahí sin hacer absolutamente nada.

—Los niños, los hombres, las mujeres, los ancianos ¡todos te tienen miedo! ¿cómo no? las maricas como tú son una mierda —este empujó a Harry—. ¿No vas a decir nada, mariquita?

—Dejame ir —dijo Harry al borde de las lágrimas.

—Tengo mucho tiempo para dejarte ir, no lo haré ahora Styles, veré como te pudres en el infierno con el resto de los homosexuales.

El ruloso apretó su puño enfadado y triste a la vez, sin poder aguantar más espantó su puño contra la cara del bravucón.

—¡Ja, pero miren, el maricón se hace el rudo, me ha roto el labio!

—Jason, yo...

Él brabucón calló a Harry estampándole un puño en el estomago, él ruloso furioso se le tiró encima y así empezó una pelea, los compañeros de Jason se habían ido dejándolo sólo con Harry y el resto de la gente de la cafetería apreciando la pelea.

—¡Harry! —gritó Eleanor metiéndose en medio de la pelea tratando de separarlos—. Mierda, paren de una vez.

—Dejame joderlo hasta que muera, maldito estúpido —dice Harry golpeando a Jason ferozmente.

—No dejaré que una marica me gane.

—¿Qué estás pasando aquí?

Todos se fueron de la cafetería al escuchar el grito del director, Harry, Jason y Eleanor quedaron paralizados.

—Styles, Cobain y Calder ¿qué rayos está pasando?

—Styles comenzó director.

—Yo sólo trataba de separarlos.

—Jason me prov...

—Todos a dirección, no me importa quién comenzó, todos siguieron el jueguito.

—Pero director yo solo quería sep...

—¡Silencio, Calder!

Estos se dirigieron a dirección con media escuela murmurando sobre ellos, Harry se sentía extremadamente incómodo, si así fue su primer día no se quiere imaginar el resto del año, ¡un completo desastre!

—Eleanor... —murmuró Harry—. ¿Por qué te metiste en esto? no somos amigos ni nada, te metiste en problemas por mi culpa.

—Solo quería ayudar...

—Está bien, supongo.

—Tss, mariquita —susurró Jason—. ¿Donde aprendiste a pelear así? no sabía que las mariposas tenían fuerza.

—Oh, ¿vas a seguir? cállate antes de que te meta otra paliza, idiota.

—Estás cambiando.

En ese momento se sintió inexplicablemente extraño, el brabucón de la escuela, su peor enemigo le estaba diciendo que estaba cambiando ¿qué le importaba a él si cambiaba? ¿por qué le interesaría? ¿qué clase de cambios estaba experimentando?

El director entró a dirección y los tres se quedaron viéndolo.

—Ya llamamos a sus padres, vienen en camino.

Mierda...