Había pasado una semana desde que se había atrevido a dar el primer paso, pero el examen que tenía aquel día había hecho que tuviera que dejar la conversación que tenían pendiente por aquello durante siete días, cosa que no veía un inconveniente ante la actitud distante del menor con respecto al beso. Pero para nada pensaba que aquella pasividad demostrara que no le había importado, sino que, por el contrario, le había hecho a SeHun dudar de forma bastante serie sobre lo que ambos sentían y sobre lo que debía pasar a partir de ese momento.
Intentó hacer el examen de la forma más relajada posible, no siéndole difícil debido a la facilidad de los ejercicios. Una vez que lo finalizó, se acercó a su amigo JongIn para preguntarle cómo le había ido y para contarle todo por lo que estaba pasando. El más pequeño lo entendió todo a la perfección e, incluso, le ofreció el pasarle todos los apuntes que quedaban del curso antes de que él le pidiera el favor. Agradeció durante todo el camino a casa el tener un amigo tan comprensivo y bueno, aunque la imagen de SeHun en su cabeza le hizo darse cuenta de que estaba rodeado de personas muy bondadosas y generosas pese a todo.
Entró a la casa con cuidado para no molestar a SeHun mientras hacía su trabajo, encontrándose con la sorpresa de que este estaba dándole el biberón a BoXuan, una imagen que, como siempre, lo dejaba maravillado. La expresión de SeHun en cuanto se hizo consciente de su presencia, le hizo ver que temía que hablara del tema, cosa en la que no se equivocaba.
- Siempre se relaja en tus brazos- comenzó la conversación.
- Sí, ya se ha acostumbrado a mí- sonrió satisfecho, mientras dejaba a BoXuan en su portabebés con mucho cuidado-. ¿Cómo ha ido tu examen?
- Muy bien, era bastante fácil- se acercó para acariciar la carita del bebé, quedando, al mismo tiempo, muy cerca de SeHun-. ¿Cuánto tiempo más vas a estar esquivando el tema?
- ¿De qué hablas?- lo miró un tanto nervioso.
- Del beso- lo miró directamente a los ojos-. Parece como si no te hubiera importado.
- Claro que me importa, pero creo que es mejor olvidarlo- miró para otro lado.
- ¿Eso es lo que quieres, olvidarlo?- lo cogió suavemente de la barbilla para que lo mirase.
- ¿Qué quieres que haga después de lo que pasó?- se apartó un poco-. No puedo dejar de pensar que pasará de nuevo.
- Por eso te pido que lo intentemos. Quiero ayudarte a sanar- cogió sus manos.
- Creo que eso es algo que debo hacer solo, Tao- se soltó del agarre para coger el portabebés-. Me voy a llevar a BoXuan arriba, estará más cómoda.
- Odio que no enfrentes esto, que siempre cojas la opción de irte- lo increpó, haciendo que el más pequeño se volviese a mirarlo con el rostro serio que lo caracterizaba.
- Que yo sepa, el que se fue fuiste tú- lo atacó con la mirada, haciendo que Tao tuviera que coger aire para tranquilizarse
- Cometí un error, sí, lo acepto. Pero estoy luchando para arreglarlo, para que me mires con otros ojos.
- Tal vez todo se resuma en que no quiero luchar por esto- la expresión de Tao reflejaba de una forma bastante clara que aquellas palabras se habían clavado en su pecho como puñales.
El silencio se hizo entre ambos, un silencio que provocó que SeHun quisiera ir a abrazar a Tao para consolarlo por las palabras que habían salido de sus propios labios. Pero su orgullo le hizo seguir su camino hasta su habitación con la intención de dejar a BoXuan en su cuna. Sin embargo, esta empezó a llorar sin tener motivo para quejarse, lo que hizo que SeHun sonriera de forma irónica ante el pensamiento de que estaba sintiendo el mismo dolor que embargaba en aquel momento a su hermano. Fue por ello que, cuando se calmó, se tumbó en la cama con ella en el pecho para infundirle la seguridad que necesitaba para no volver a llorar.
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This is my dream
FanfictionTao no tiene una vida fácil entre el mal carácter de su madre y el falso amor que dice tenerle su novio. En medio de todo ello, hay una pequeña que le ilumina su mundo, su hermana. Justo por el bien de la pequeña es que decide pedirle ayuda a un ant...