Curioso por saber qué tratarían sus dioses en esa audiencia, Dégel se vistió con sus mejores ropas y se dirigió al antiguo palacio merovingio, sede de las reuniones de los inmortales. Radamanthys no había sido informado por petición expresa de los dioses que usando un intermediario solicitaron que el líder no sea notificado.
Ocupó su lugar a lado de Eleonor quién asintió con una discreta sonrisa, puestos más allá se hallaba Sisifo quién se le acercó para preguntarle cómo se dio el nacimiento.
—tuvieron que practicar una cesárea porque él no emitía movimientos, no respiraba y los médicos por poco lo declaran muerto—contó a sus aliados que en silencio lo escuchaban—prometí que volvería más tarde.
—¿ el padre biológico de él no se presentó?—preguntó Eleonor curiosa.
—no sé quién sea ese sujeto, además creo que la abandonó apenas supo su estado y no tiene relevancia.
Los que dirigirían la audiencia aparecieron por una puerta trasera del palacio merovingio, el Concejo estaba compuesto por seis miembros, tres hombres y tres mujeres escogidos por antiguedad y liderazgo que se jactaban de tener un contacto más cercano con los dioses. Todos los presentes se pusieron de pie como señal de respeto.
—nuestros dioses—comenzó una de las mujeres ganándose la atención de todos—están interesados en un tema especial que tiene que ver con uno de nuestros más apreciados miembros.
A continuación, una apabullante energía se manifestó en la sala, se estaba manifestando uno de los dioses. Minutos después esa energía se dispersó mostrando a un hombre de facciones nórdicas, cuyos ojos azules eran igual que el cielo, cabello muy oscuro largo que caía sobre sus hombros que sostenía entre sus manos una lanza plateada cuyo brillo encegueció a Dégel quién se vio obligado a bajar la cabeza.
—hijo pródigo—se dirigió a Dégel al cual puso una mano bajo su barbilla obligándole a mirarle—¿cúanto tiempo?
—Lertes, Gran Señor de los Inmortales—murmuró él.
—las decisiones apresuradas conducen a consecuencias dolorosas, pero si yo te digo que... lo que se hablará aquí es el inicio de esa consecuencia ¿ acatarás?
Un golpe en su pecho alertó de que las cosas no iban a estar a su favor, posó su mirada en la del dios que lo escrutaba con severidad, se vió despojado de todo su temple.
—te otorgamos aquel privilegio de ser padre, pero en un tiempo en que las cosas no estuvieran marcadas por sucesos que ya conoces. Sin embargo optaste por apresurar y traerlo a la vida en la edad media, no en la moderna como debió ser.
—necesitaba una compañia que no me mirara con temor u odio—contestó—y además podía protegerlo hasta su vejez....
El dios negó.
—podías haber esperado un poco más... Sisifo aguardó hasta ahora para tener a sus hijos y sin embargo ellos tienen un destino sin sobresaltos.
Ahora lo tildaba de imprudente e impulsivo.
—¿acaso me culpa de la muerte de Camus?—farfulló.
El dios ignoró esas palabras dichas con coraje, ya tenía una decisión y no echaría marcha atrás.
—necesito una respuesta... ¿me culpa de que mi hijo haya muerto hace siglos?
—fuiste insensato, hijo y por eso debes asumir las consecuencias y como te dije al inicio.... aunque te duela debes acatar.
El párrafo cantó en su mente y entonces supo que ese era su " castigo".
Los inmortales presentes contuvieron el aliento cuando el dios se hizo hacia atrás y dictaminó su sentencia. Pero antes hubo un silencio en el que claramente hasta se podía oír los latidos acelerados del corazón de Dégel que presentía que iba a sufrir nuevamente.
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Veinte años más, segunda temporada Reencarnación.
FanficDespués de una larga espera, al fin Dégel vuelve a ver a Camus, pero los designios de sus dioses lo conmutan a dejar que el pequeño viva lejos de él por veinte años en consecuencia por adelantar su nacimiento. Saint Seiya no es mío sólo uso sus pe...