Capítulo 14: Tu Canto.

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- Quédate aquí.- pidió yéndose al escenario y tomando una guitarra. - Invito a todos a conseguir una pareja de baile.- declaró. - Menos a vos, Nina.- me sonrió, guiñándome un ojo.

De pronto tenía un asiento para acomodarme y noté que parte de los invitados como Gastón y Ámbar ya se encontraban bailando la balada.

- Cómo es que se elige una princesa, cómo saber si es de una de ellas la que espera que sea su príncipe azul. Cómo es que descubro la manera, pues la única belleza es la que guarda en su interior. Dale luz a mis sentidos, dame una señal.- me estaba cantando él, logrando mi corazón acelerada a velocidades nunca antes alcanzadas. - Ya no soy yo, es el amor, y siento que estoy despertando. No sé quién soy, ni a dónde voy, aunque pensé que estaba claro. No quiero sentirme un cobarde, sólo espero no sea tarde, para seguir al corazón.- para escribir una canción así, sin dudas, debía estar muy enamorado.- Cómo es que se elige una princesa, día y noche pienso en ella, en su mirada, y me habla del amor. Cómo es que descubro la manera, de encontrarme frente a ella y escuchar su corazón.- armonizó mientras caminaba hacia mí con su guitarra. - Dale luz a mis sentidos, dame una señal. Ya no soy yo, es el amor, y siento que estoy despertando.- entonó dando vueltas a mi alrededor. - No sé quién soy, ni a dónde voy, aunque pensé que estaba claro. Ya no soy yo, es el amor, y siento que estoy despertando. No sé quién soy, ni a dónde voy, aunque pensé que estaba claro. No quiero sentirme un cobarde, sólo espero no sea tarde, para seguir al corazón.- concluyó cuando le aplaudí con los ojos cristalizados.

- Matteo, eso fue sin dudas...- decía cuando me interrumpió.

- Inspirado en vos.- dijo sonrojándome, logrando que mis lágrimas se liberen de mis lagrimales.

- Solo gracias a Flor luzco como princesa hoy.- dije avergonzada.

- Siempre sos una princesa.- replicó cuando Jim y Yam corrieron hacia nosotros. Jim atendía una llamada.

- Odio interrumpir, pero si no salimos ahora el papá de Jim se molestará.- dijo Yam.

Así fui separada de Matteo, finalmente. Ya había pasado demasiado tiempo con él, y bien su canción fue hermosa, hizo exactamente lo que no quería ser, me volvió el foco de miradas de varios invitados.

- Así que ¿puede ser un amor sin explicación?- preguntaba Jim mientras nos desmaquillábamos en su habitación.

- No, ¿qué decís?- reí.- La única que tuvo amor fue Yam.- señalé recordando el beso que Ramiro le había dado.

- Pero vos y Matteo estuvieron prácticamente toda la noche juntos.- dijo Yam supicaz mientras mi piel se acaloraba.

- Si no los conociera, estaría convencida de que son pareja.- asintió Jim dejándome aún más sonrojada.- Pero como no lo son, estoy segura de que deberían.

- Jim, Matteo solo estuvo conmigo porque casualmente me eligió a ciegas. Podría haber pasado la noche con cualquiera.- declaré.

- Pero ustedes se besaban con la mirada.- indicó Yam.

- Además si te escogió a ciegas, debe ser por obra del destino a que estén juntos.- señaló Jim completamente errada.

- ¿Qué?- eso es ridículo ¿cierto?

- Él claramente quería darte un beso.- me explicó la rubia.

- No creo, ustedes deben estar viendo muchas comedias románticas para pensar así. Matteo y yo somos solo amigos.- declaré nerviosa.

- Claro, amigos.- corearon Jim y Yam incrédulas.

- Si son solo amigos ¿por qué te dedicó una canción sobre una princesa?- cuestionó Jim.

25 Cosas Que Odio De Vos|Mattina (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora