Desperté en mi cama, con una toalla húmeda en la frente, y tres pares de ojos observándome parpadear.
- ¡Valu! ¡Te desmayaste!- me indicó Mel Mel.
- ¿Pueden retirarse? Necesito hacerle unas preguntas.- dijo Blake.
- No, yo también tengo mis preguntas.- replicó Iván.
- ¿Acaso eres médico o estudiante de medicina?- consultó el castaño enarcando una ceja.
- No, pero...
- Yo sí, por lo tanto, si te importa, aunque sea un poco, su salud; la dejaras hablar conmigo un momento.- indicó logrando que Mel se vaya con Iván.
- Estoy bien.- dije algo mareada.
- Sé que lo estás, yo te cuidé.
- Entonces ¿por qué hiciste que se fueran todos?
- Porque supuse que aún no estabas lista para el interrogatorio de tu amiguito.
- ¿Acaso pasó algo mientras estuve inconciente?
- Tu pulso estaba acelerado, por lo que supongo que estás estresada emocionalmente.
- ¿Qué hiciste?
- Levanté un poco tus pies y RCP.
- O sea que...
- Sí, te hice respiración boca a boca. Iván pensó que me estaba aprovechando.
- ¿Y no reaccioné con eso?
- Te tomaste tu tiempo, pero cuando me aparté de tus labios, comenzaste a parpadear.
- ¿No habrás estado haciendo mala praxis?- cuestioné recostándome.
- Déjame que te enseñe.- me dijo posando su boca sobre la mía. Realmente era bueno con el RCP. Se apartó un momento, examinando mi expresión de aprobación y finalmente él me estaba por besar cuando se escucha a alguien abrir la puerta.
- ¿Estás lista para darme un par de explicaciones?- me cuestionó Iván cruzado de brazos.
- Mañana te explico todo lo que quieras, déjame respirar esta noche.- pedí mientras Blake iba al balcón.
- Bueno, solo una pregunta ¿cómo podes salir con este antipático?- consultó señalando al castaño.
- No pienso responder nada, chau, que te vaya bien.- dije despidiéndome de el morocho indicándole que se fuera mientras me levantaba con cuidado.
- ¿A él no lo vas a echar también?- me cuestionó en el marco de puerta.
- Blake aún no terminó su cita.- sonreí mientras Iván se retiraba.- ¿En qué estabamos?- consulté frente al castaño, viendo las estrellas desde el balcón.
- Lamento que nuestra cita acabara así.- me dijo al oído.
- Me divertí mucho con vos. Mel tenía razón.
- Mel siempre tiene razón.- contestó él.
- Bueno, sí, pero me refiero específicamente a que tenía razón en que no importa el lugar de la cita, sino que este con vos.
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Cuatro Estaciones
RomanceDicen que los polos opuestos se atraen. Mientras que en Argentina es verano, en México es invierno.